Denuncian caso de zoofilia en Tekax
Un hombre violó a una perrita, hecho constatado por veterinarios. El agresor fue denunciando ante la Fiscalía, pero sigue libre.
Por Claudia Arriaga.
Mérida, Yucatán, 14 de abril del 2020.- Kiara es una perrita mestiza que tiene tres años y vive con su familia en el municipio de Tekax. La tarde del 5 de abril salió de casa sin permiso, desapareció un día completo y cuando regresó ya no era la misma, había sido violada.
Al principio su dueña pensó que estaría con su mamá que vive enfrente, ya que cuando suele escaparse es para ir a visitarla. “Apareció a la mañana siguiente y su dueña la notó rara, estaba adolorida y no podía pararse”, declaró en entrevista la activista Norka Cerón Ceballos, quien apoyó en todo el proceso para denunciar el caso.
Incluso llegaron a pensar que quizás había sido atacada por otro perro, sin embargo, Kiara estaba esterilizada y esto tranquilizó un poco a su dueña. Pero en menos de 24 horas, el 6 de abril, desapareció de nuevo, pero en esta ocasión confirmarían el brutal ataque que sufrió la perrita.
La preocupación de esta familia estaba fundamentada tras el rumor de que un vecino conocido como “Bon” es zoofílico. Así que en esta segunda ocasión sus dueños se armaron de valor y fueron a su vivienda a exigirle que les regresara a Kiara, e incluso pidieron ayuda a la policía del municipio para evitar otra violación.
“La hermana de la dueña se subió a una barda de división y ve a Kiara, él estaba tratando de sacarla por otro lado, pero la pudieron rescatar. Esta vez sí hubo testigos y fue la misma policía, por lo que con pruebas denunciamos”, señaló Norka.
Lamentablemente la valoración de un veterinario de Tekax y de otro enviado por la Fiscalía de Yucatán confirmó que la perrita había sido violada por el recto. La denuncia fue realizada en la agencia de Tekax y asentada en la carpeta 526/2020. Sin embargo, hasta el momento el agresor continúa libre.
Para Norka lo que más preocupa es el silencio de aquellos que, por años veían como “Bon” atrapaba a perros y los arrastraba a su hogar, pues hasta escuchaban sus llantos y no hacían nada.
“Espero que nunca jamás agarre a un niño porque no sé cómo van a conciliar el sueño, porque en las manos de todos ustedes está ponerle un alto a esta situación, hoy son animales, mañana serán niños”, puntualizó.
Por ahora, Kiara se va recuperando de salud poco a poco y con cuidados de su familia, ya come y tiene ánimos para jugar.