Denuncian a la UADY por negarle derecho a la educación a Osvaldo
El caso del joven originario de Tixkokob se hizo viral, luego de que la universidad lo dio de baja porque supuestamente no cumplió con el trámite de inscripción en línea.
Ahora, presentó un amparo, porque la UADY le negó su derecho a audiencia y le impide cumplir su sueño de estudiar Veterinaria.
Por Claudia Arriaga
Mérida, Yucatán, 6 de noviembre de 2020.-Hace unas semanas, se hizo viral en redes sociales el caso del joven Osvaldo de Jesús Burgos Tzuc, quien aprobó el examen de ingreso para estudiar la licenciatura de Veterinaria en la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), pero fue dado baja en el sistema, presuntamente por no completar el trámite de inscripción en línea. Ante esta arbitrariedad, decidió denunciar a la casa de estudios.
A este joven de 20 años, quien vive en la comisaría de Euán en Tixkokob, lo acusaron de irresponsable y a su madre, la señora María de los Ángeles Tzuc, de solaparlo. Lo que pocos sabían es que él si ingresó a la plataforma de internet de la universidad y subió los documentos, pero tenía más de una semana con problemas de conectividad y energía eléctrica.
Osvaldo cuenta con las pruebas y, con el apoyo del despacho Lexfor Abogados, interpuso este miércoles un recurso de amparo en el Poder Judicial de la Federación para garantizar su derecho a la educación y a la no discriminación.
“Yo sí cumplí todo, pero vivo en una comunidad apartada y desde hace una semana, antes de subir los papeles, ya fallaba la electricidad, hubo un día que nos quedamos sin energía. Consideraría que tal vez si les hubiera sucedido lo mismo que a mí, entenderían mi situación”, lamentó Osvaldo.
Dijo que intentó realizar el trámite a través de la plataforma de internet, pero ésta no le arrojó que el proceso finalizó, por lo que nunca estuvo seguro si los documentos se enviaron satisfactoriamente.
Además, la universidad le negó el derecho de audiencia, a pesar de que acudió a la Facultad de Veterinaria para tratar de buscar la manera de solucionar el problema de sus documentos y no sea dado de baja.
“Se le violaron sus derechos humanos por parte de la UADY, que no ha hecho una posible distinción contra aquellos que tienen acceso eficaz a medios tecnológicos y los que viven en zonas de alguna manera marginadas y económicamente bajas”, explicó el abogado Arturo de Jesús Becerra Bazán.
Al principio, la Universidad permitió a sus alumnos entregar su documentación en línea o de manera física, pero el 28 de septiembre emitió un comunicado unilateral en el que anunció que la única forma de hacer el trámite era de forma virtual. Esta situación dejó en desventaja a Osvaldo, quien precisamente quería hacerlo presencial por los problemas de conectividad y electricidad en su comunidad rural.
Para Osvaldo, pagar una carrera particular es casi imposible, entre su familia se apoyan para salir adelante. Mientras que él realiza actividades como chapeo de predios o pintura de casas ocasionalmente, su mamá se dedica al trabajo del hogar y debe dejar su casa de lunes a viernes para permanecer en su empleo. Por eso lucha para permanecer en la UADY.
La desafortunada cadena de hechos del joven inició el 8 de octubre, cuando un maestro le informó que ya no estaba en la lista. Al día siguiente, acudió a las oficinas de control escolar en la Facultad de Veterinaria para tratar de solucionar su caso, el 12 envió un correo preguntando qué pasó con su situación y al día siguiente le confirmaron que se canceló su inscripción.
“Cuando me dijeron que estaba fuera me asusté, ya había hecho todo lo que me pidieron. Este es mi sueño desde niño, estudiar Veterinaria”, señaló Osvaldo.
René Ramírez Benítez, otro de los abogados del despacho Lexfor, reiteró que decidieron apoyar al joven, ya que en muchas ocasiones hay gente que no tiene una defensa adecuada y lo que intentan es subsanar ese problema sistemático del derecho de acceso a la justicia a quien no puede pagarlo.
También comentó que intentaron dialogar con la UADY, para que accediera a presentarle la situación del joven antes de llegar a este punto, pero nunca aceptaron la audiencia.
“Queríamos explicarles que el joven cumplió en tiempo en forma, él no está llegando a un tema de amparo porque quiere, sino porque existe una violación flagrante de su derecho a la educación cuando cumplió con los requisitos y etapas de la convocatoria”, abundó el abogado.
Llama la atención que, para aclarar la situación del joven, la Universidad haya emitido un comunicado el 20 de octubre, e incluso lo revictimizó, ya que jamás existió el derecho a la audiencia. Osvaldo fue dado de baja de la plataforma para tomar clases apenas este martes.
Será en una semana que se decidirá si se admite el proceso de amparo, de ser así, Osvaldo podrá continuar con sus clases, podrá presentar exámenes, realizar trabajos en equipo, es decir, tendrá derecho a la educación.
Y aún quedaría pendiente por resolver el caso de fondo, para saber si la justicia fallará a favor o en contra del actuar de la UADY.