Dañan al pulpo yucateco con cloro y arpones
El furtivismo no paró en todo el año, situación que provoca malas expectativas para esta pesquería.
Por Paul Antoine Matos
Mérida, Yucatán, 7 de agosto de 2019.- La principal amenaza que enfrenta la pesquería de pulpo en Yucatán es la captura ilegal mediante el cloro y el gancho, que dañan tanto a la especie como al ecosistema marino, indicaron investigadores y empresarios del ramo.
Las expectativas para la actual temporada del molusco, que inició el pasado 1 de agosto y finalizará a mediados de diciembre, son las más bajas de los últimos años. El furtivismo y las artes de pesca ilegales provocan esta situación.
El presidente de la Federación de Sociedades Cooperativas Pesqueras Centro-Poniente, José Luis Carrillo Galaz, declaró en entrevista con Haz Ruido que los furtivos utilizan el cloro y el gancho como métodos para capturar a esta especie, lo que está generando importantes daños ambientales.
Explicó que los buzos vierten dicha sustancia en las cuevas que sirven de guarida a los pulpos, lo que hace que salgan huyendo y, entonces, es cuando usan el arpón para atraparlos. Lo peor es que todo esto ocurre durante el periodo de su reproducción.
“Cuando la especie está en veda es que se está reproduciendo y es el momento en que las hembras desovan, por lo tanto se les está dañando. Además, el cloro no solo afecta a los pulpos, sino que también provoca un daño ecológico en la cueva y el ecosistema marino, e impide que la especie retorne ahí”, abundó el empresario.
De acuerdo con información recabada en la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS), la captura de pulpo y mero representa el 70 por ciento de la pesca en el estado, de ahí la importancia de evitar estas prácticas ilegales.
En 2018, el Instituto Nacional de Pesca (Inapesca) advirtió en un artículo científico que el cloro y el arpón son técnicas consideradas como “malignas”, al dañar a los animales y mermar las poblaciones existentes. Tal situación provoca un menor volumen de captura a corto plazo, lo cual repercute en el medio ambiente porque se recupera de forma lenta y paulatina, agregó Carrillo Galaz.
Cuando las hembras son capturadas ilegalmente durante las vedas, son 800 las crías que se quedan sin la posibilidad de vida, lo cual aporta a un contexto adverso para su supervivencia y reproducción, por lo tanto afecta a quienes se dedican esta actividad, indicó esa dependencia federal.
El furtivismo ha pegado fuerte a los recursos marinos, por lo cual el mercado ha colapsado. Esto sucedió porque el producto capturado en los meses de prohibición sirvió para abastecer las bodegas de los puertos y por lo tanto, comercializarlo.
Además, según el estudio El futuro económico de la pesca de Alfonso Munguía Gil, otro factor que incide en la sobreexplotación de la especie marina es que un tercio de la población total dedicada a la pesca en el litoral proviene de otras entidades. Es decir, no son habitantes de los 13 municipios de la costa yucateca.
Al respecto, Carrillo Galaz señaló que el mercado se encuentra “colapsado” por la existencia de pulpo en fechas que no debiera haber, por lo que se proyecta una temporada mala “a menos que el mercado se componga”.
El año pasado fue muy bueno en la producción y precio, con 34 mil toneladas capturadas, vendidas a 130 pesos el kilogramo. Pero ahora, con el colapso del mercado, no se ha establecido el costo del molusco, reveló.
La positiva producción de 2018 y que no se dejó de pescar el molusco de manera clandestina entre diciembre y julio, ha provocado que no se reduzcan los stocks en existencia y, por lo tanto, se corre el riesgo de que no se le compre a los pescadores en la actual temporada.
La perspectiva es similar a la que se tuvo con el mero y la langosta, ya que ambas han estado muy por debajo del parámetro capturado en años anteriores. Incluso, la langosta tuvo “de los peores años de la historia”, recordó Carrillo.
Indicó que los principales mercados que compran el pulpo peninsular son el europeo y el asiático. Países como España, Italia y Japón adquieren el 70 por ciento del producto, mientras el 30 por ciento restante se queda en el mercado nacional, en estados como Baja California, Sinaloa, Sonora, Jalisco, la Ciudad de México y los que pertenecen a la zona del Bajío.
El titular de la Secretaría de Pesca y Acuacultura Sustentable de Yucatán (Sepasy), Rafael Combaluzier Medina, declaró que “sí ha habido reportes de captura ilegal durante la temporada de veda”, debido a la falta de inspectores federales de Conapesca, quienes tienen la atribución para realizar operativos en el litoral.
En 2019, sólo se ha tenido un inspector para toda la costa, aunque la semana pasada se sumaron cinco más y la Sepasy tendrá otros cuatro, para sumar un total de 10, entre federales y estatales, vigilando sus 378 kilómetros de extensión. (Foto de Hugo Borges)