Cuatro felinos rescatados se recuperan en El Centenario
En este año fueron puestos a salvo dos tigres de bengala, un jaguar y un trigrillo, que fueron abandonados o eran víctimas de tráfico ilegal.
Por Herbeth Escalante
Mérida, Yucatán, 15 de agosto de 2019.- En lo que va del año, cuatro felinos de gran tamaño fueron rescatados en Yucatán tanto por autoridades como por ciudadanos en diferentes incidentes, porque sus vidas estaban en riesgo o eran víctimas de tráfico ilegal de especies.
Se tratan de dos tigres de bengala de aproximadamente tres años de edad, un tigrillo juvenil y un jaguar cachorro, los cuales siguen recibiendo atención médica veterinaria en el zoológico El Centenario de Mérida, lugar al que fueron trasladados para recuperarse en cuanto se resuelve su situación legal.
En el primer caso, como informamos en Haz Ruido, los tigres llamados Cora y Dash, una hembra y un macho, respectivamente, estuvieron semi-abandonados aproximadamente nueves meses en un jaula de gran tamaño en un rancho del municipio de Baca. Ahí, un empleado les daba de comer cada dos días y no les brindaba la atención adecuada, por lo que presentaron infecciones y desnutrición.
Dichos animales protagonizaron un lamentable accidente en agosto del año pasado, pues en un descuido atacaron a su dueño dejándolo severamente herido. Dicha persona no se recuperó por completo, de hecho presentó discapacidad motriz, por lo que dejó de percibir los ingresos económicos suficientes para mantener a esos ejemplares.
En ese entonces la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) no pudo asegurarlos porque sus familiares presentaron la documentación que acreditaba su legal procedencia; sin embargo, pasó el tiempo y los tigres fueron desatendidos, al grado que perdieron peso y su estado de salud se complicó.
Una denuncia ciudadana alertó la situación en la que se encontraban, por lo que el 17 de mayo se montó un operativo para que inspectores de esa dependencia en colaboración con personal del zoológico El Centenario pudieran rescatarlos.
“Estaban en muy mal estado, con parásitos gastrointestinales, infestados de garrapatas, con las garras lastimadas, afecciones en su pelaje, incluso con cierto grado de descalcificación, por lo que los pusimos en cuarentena, lejos de los otros felinos, para evitar posibles trasmisiones de enfermedades”, informó Arturo Antuña Silveria, subdirector de Servicios Generales del Ayuntamiento de Mérida.
Dijo que en las últimas semanas han recuperado el 20 por ciento de su masa muscular, porque están recibiendo alimentación saludable así como tratamiento médico para curarse de las infecciones. Actualmente están fuera de peligro, delicados pero estables.
“El macho Dash estaba en peores condiciones, no sólo por la desnutrición severa producto del abandono, sino porque debido a cuestiones genéticas –al ser un tigre blanco- padece displasia en la cadera, estrabismo y cataratas en un ojo”, señaló el funcionario municipal.
En febrero pasado fue rescatado otro felino, un jaguar cachorro de color negro de aproximadamente cinco meses de edad, que al tratarse de un ejemplar endémico de la región maya se encuentra en peligro de extinción.
Autoridades de la Profepa impidieron que se trafique con dicho animal, que fue localizado en el Aeropuerto Internacional de Mérida. Detectaron irregularidades en la documentación, pues el código del microchip implantado no coincidía con los papeles presentados.
Al momento de su aseguramiento todavía tenía dientes de leche, por lo que para garantizar su estado de salud fue trasladado de inmediato al Centenario, zoológico propiedad del ayuntamiento de Mérida.
“Está muy bien de salud, se la pasa jugando. Como los supuestos dueños aún no han demostrado su legal procedencia estamos en espera de que se cumplan los trámites legales para saber si se queda aquí en el parque o se les devuelve”, indicaron veterinarios del lugar.
Con respecto al tigrillo hembra, vecinos del fraccionamiento Ciudad Caucel lo encontraron mal herido en una carretera, pues al parecer fue atropellada por un vehículo. En primera instancia lo llevaron con un veterinario, y tras las primeras atenciones médicas decidieron entregarlo al mencionado zoológico.
“Tuvo que ser intervenido quirúrgicamente porque presentó lesiones en la cadera, también lo tuvieron que suturar en varias partes del cuerpo y recibir tratamientos de antibióticos de amplio espectro”, explicó el subdirector Antuña Silveria.
Su estado de salud ha mejorado notablemente, por lo que en estos momentos se encuentra en proceso de pre-liberación. Como no está acostumbrada a la interacción humana ni convivir con otros ejemplares, las autoridades decidieron que lo mejor es que sea devuelta a su hábitat.
Además de estos felinos de gran tamaño, en este 2019 autoridades federales han confiscado loros, guacamayas y hasta tortugas, que permanecen bajo reguardo del zoológico meridano.