Crónica de una accidentada rueda de prensa en el Congreso
Y llegaron los nuevos líderes de las bancadas, algunos sonriendo, otros con cara de pocos amigos, y alguno que otro con el pecho inflado. Prometieron diálogo a favor de Yucatán, aunque seguramente, como pasa en todas las legislaturas, se agarrarán del chongo cuando se critique o defienda al que despacha en la 61.
Por Herbeth Escalante
Mérida, Yucatán, 31 de agosto de 2021.- “Llegaron muy alzados estos nuevos diputados”, se escuchó en los pasillos del Congreso del Estado durante el evento protocolario de cambio de estafeta. En la víspera de que arranque la Legislatura, la incertidumbre de lo que viene generó algo de inconformidad entre quienes aún trabajan en el recinto.
Como si se tratara de una boda, en la entrada del edificio se apostaron tres jóvenes que fungían como “hostess” para recibir a los invitados de la sesión legislativa y llevarlos a los asientos reservados en el Pleno. Era evidente que no conocían a muchos de los diputados electos y, por supuesto, nunca nadie los había visto antes por ahí. Sólo les faltó el valet parking.
Hubo periodistas que se quejaron de que no les permitieron ingresar a la Sala de Sesiones a realizar su cobertura, como lo han hecho en los últimos años, porque esta vez se le dio prioridad a los familiares de los nuevos inquilinos. La justificación razonable fue la pandemia, que no se puede saturar ese espacio para evitar contagios.
También llegaron algunos reporteros con sus celulares, de esos que sólo hacen transmisiones en vivo en Facebook y no escriben notas, a quienes pocas veces se les ve trabajar en el Congreso. “Sólo se aparecen al inicio de la Legislatura para ver si consiguen convenio, para quedar bien con el nuevo presidente”, criticó un comunicador de la fuente.
Para no variar ni perder la costumbre, la sesión se demoró una hora en iniciar. Hasta en su última asamblea legislativa, los todavía diputados se esmeraron en la impuntualidad. Para los otros invitados que no alcanzaron lugar y para los compañeros de la prensa, se les proyectó el evento en las paredes del inmueble.
Momentos antes, la gente de Comunicación del nuevo presidente de la Junta de Gobierno, Víctor Hugo Lozano Poveda, prometió que al término de la sesión se realizaría la primera rueda de prensa de este nuevo Congreso, en la que estarían presentes los siete coordinadores de las bancadas. Se trataría de un gesto de apertura a la prensa, según lo planeado por el propio panista.
Y sí, al salón que se usa para las sesiones de las Comisiones entraron los nuevos líderes de las fracciones parlamentarias, algunos sonriendo, otros con cara de pocos amigos, y alguno que otro con el pecho inflado. Prometieron diálogo a favor de Yucatán, aunque seguramente, como pasa en todas las legislaturas, se agarrarán del chongo cuando se critique o defienda al que despacha en la 61.
-Diputado, está rompiendo record- le soltó un periodista a Harry Rodríguez Botello Fierro del Partido Verde, quien está llegando a su tercera diputación, todas por la vía plurinominal. Él respondió con una carcajada, mientras saludaba a los viejos conocidos del Congreso.
Sus compañeros se colocaron como si estuvieran frente a un pelotón de fusilamiento e inició la rueda de prensa. Víctor Hugo declaró que hacía falta esa apertura con los medios de comunicación, así como la cercanía entre el legislador y la ciudadanía. A los pocos segundos su rostro cambió.
Uno tras otro, los periodistas cuestionaron por qué los dejaron afuera del Pleno y criticaron que el acto pareció más bien un evento de la socialité. El diputado del PAN respiró profundo y explicó que fue para “cuidar la salud de todos”. Claro, a él todavía no les correspondía la logística del Congreso, eso será hasta mañana. ¿Entonces quién rentó a los “hostess”?
De inmediato empezaron a llover preguntas sobre si le darán seguimiento a las iniciativas y dictámenes pendientes, sobre todo la que tiene que ver con eliminar el reemplacamiento, la cual se aprobó en Comisiones, pero extrañamente nunca pasó al Pleno. Aprobarlo sería una afectación económica tremenda para el Gobierno panista.
“No sabemos si la Junta de Gobierno, que hoy quedó sin efecto, la enlistó dentro de los trámites a tratar”, se excusó Víctor Hugo, como queriendo que se olvide el tema. Como los reporteros no recibieron la respuesta que esperaban, cuestionaron a los líderes de las fracciones de oposición si retomarán el tema.
-Todavía vamos a analizar cuáles le vamos a dar prioridad- declaró Alejandra Novelo Segura, la coordinadora de la bancada de Morena, quien al parecer se olvidó que fue una propuesta de su partido.
-Cualquier tema que sea de interés de la ciudadanía lo podemos retomar-, intervino el líder de lo que queda del PRI, Gaspar Quintal Parra, quién dijo que en vez de ser una oposición real, serán una fracción con un “profundo sentido social”. El amigo de Alito revisaba su teléfono constantemente, quizás ya tenía ganas de irse.
Con el paso de los minutos, la rueda de prensa se volvió incómoda para los coordinadores. Empezaron a hablar de sus agendas legislativas, sin profundizar, con la misma perorata que se escucha cada tres años y en las campañas. No había nota, no decían nada nuevo.
Tal fue el caso del de Nueva Alianza, Crescencio Gutiérrez Aldana, aquel que desde hace años guarda silencio ante los atropellos que sufre el magisterio yucateco. Un periodista le preguntó si será un diputado más del PAN, partido con el que fue en alianza electoral. No respondió que no, tampoco dijo que sí.
Víctor Hugo volvió a respirar profundo y se le vio incómodo cuando la morenista Alejandra Novelo declaró que, como parte de su agenda legislativa, promoverá una iniciativa para despenalizar el aborto en Yucatán.
Los reporteros buscaron el rostro del panista cuando la coordinadora de Movimiento Ciudadano, Vida Gómez Herrera, declaró que ella votaría a favor de esa reforma para dejar de criminalizar a las mujeres. “¿Qué estará pensando el presidente de esto? Él era el que se encargaba de los asuntos religiosos en este Gobierno”, comentó un periodista en voz baja.
Por último, Eduardo Sobrino Sierra, quien de nuevo es legislador estatal sin nunca en su vida ganar una elección, prometió ser propositivo y aprovechó para hablar de las afectaciones que trajo la pandemia en una lonchería del barrio de Santiago, la cual tuvo que cerrar y en donde ya no puede pedir sus salbutes y panuchos.
Las últimas preguntas fueron para Víctor Hugo, sobre la situación financiera en el Congreso y la crisis que se viene, pues todo parece indicar que no hay dinero ni para las liquidaciones de los actuales trabajadores de confianza. Muy a su costumbre, pidió a la prensa no caer en especulaciones y quedó la duda de si pedirá a su amigo Mauricio Vila Dosal, el gobernador, una ampliación presupuestal para terminar el año.
La accidentada rueda de prensa tardó poco más de 35 minutos. Las y los diputados salieron del salón para irse a tomar las fotografías de recuerdo que faltaron en el Pleno. “Salieron acalambrados con las preguntas, quizás mañana ya no estén tan inflados”, se escuchó en los pasillos del edificio de las goteras.