Cristopher requiere una casa digna y consultas en el hospital
El niño de 12 años, quien tiene Síndrome de Down, necesita el apoyo de la sociedad, tanto para acceder a una mejor vivienda como para atención médica del soplo en su corazón y porque padece convulsiones.
Por Claudia Arriaga
Mérida, Yucatán, 13 de julio del 2021.-En redes sociales se hizo viral el caso de Cristopher Pech Gómez, un niño de 12 años con Síndrome de Down que necesitaba unas lonas para proteger su casa de las lluvias, la cual está construida con plástico, maderas y cartón. La respuesta de la ciudadanía fue inmediata, incluso personal del DIF estatal y municipal acudió a llevarle despensas; sin embargo, la urgencia de su familia es una vivienda digna.
En entrevista, su madre, la señora Ileana Gómez Huerta, explicó que las autoridades de los dos órdenes de gobierno le dijeron que no podrían apoyarla con la construcción de la casa, debido a que el terreno donde vive es una “invasión” en el Roble Agrícola y no cuenta con los papeles.
“Antes de la pandemia pensaba acampar afuera para pedirle al director del Instituto de Vivienda de Yucatán (IVEY) que nos ayude a regularizar el terreno. Ya habíamos ido antes a entregar una carta y nos sacaron un mapa, nos dijeron que eran dos terrenos, uno tenía dueño y otro era del IVEY”, relató Ileana, cuya casa está ubicada en la calle 16 del Roble Agrícola Alborada, al sur de Mérida.
En el terreno viven tres familias en total. Ileana piensa que no los quieren apoyar porque temen que no paguen por el predio. “Creo que no nos lo quieren dar porque piensan que no queremos pagarlo”, sentenció.
Cristopher e Ileana viven en el Roble desde hace ocho años, antes rentaban una casa, pero el papá del pequeño los abandonó y ella no tiene dinero porque no puede trabajar un turno completo, ya que debe cuidar de él.
“Él tiene un soplo en el corazón y a veces convulsiona, no es un niño malo, no hace maldad, no pega, pero no cualquiera lo cuida porque les dan miedo sus convulsiones. Yo trabajo lavando ropa, chapeando casas y limpiando techos, a veces me lo llevo conmigo, pero le da insolación y calentura y luego con esto empiezan las convulsiones”, detalló.
Cristopher no aprendió a hablar, pero eso no le impide comunicarse, pues escucha y comprende perfectamente. De hecho, desde que nació hasta los cinco años iba a terapias en el Centro de Rehabilitación y Educación Especial (CREE) y ahí le enseñaron a caminar. Desafortunadamente, debido a cuestiones económicas, fue imposible inscribir al pequeño a la escuela, así que no estudia.
Además, antes de la pandemia era atendido periódicamente en el Hospital Agustín O’Horán, pero ahora ya no lo pueden llevar a revisión porque su madre no puede pagar un taxi, y en el transporte público Cristopher se altera.
“Él debe tener citas en el O’Horán , pero no tengo dinero para llevarlo, deben checarlo por su corazón y el neurólogo por las convulsiones. En el transporte se altera con la gente, cuando estaba su papá lo llevábamos en triciclo”, comentó.
Cristopher e Ileana necesitan donativos de comida, en cuanto al terreno, pese a que hubo gente dispuesta a apoyarlos para construir, ella es consciente de que es un tema complicado porque el IVEY no ha definido si regularizará el predio. También necesitan una silla de ruedas y pañales, pues el menor se cansa mucho debido al problema del corazón.
*Si deseas contactar a Ileana puedes hacerlo al teléfono 9994 92 09 92