Comunidades mayas de Ixil y Kinchil unen esfuerzos para combatir despojos
Celebran que gracias a su lucha por el reconocimiento de sus derechos, ambas comunidades fueron inscritas en el Catálogo Nacional de Pueblos y Comunidades Indígenas y Afromexicanas, que hoy publica el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI).
Por Redacción
Mérida, Yucatán, 9 de agosto de 2024.- En el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, representantes de los Consejos Comunitarios de Ixil y Kinchil informaron sobre estrategias comunitarias para combatir despojos, proteger medios de vida, fortalecer su cultura e identidad, y neutralizar a autoridades corruptas.
Ernesto Santiago Canul Cen, miembro del Consejo Comunitario de Ixil, comenzó señalando la importancia de la organización comunitaria para defender el territorio, los derechos y la cultura maya: “Las comunidades indígenas aportamos tradiciones, cultura, lenguas e identidad, somos muy valiosas. Desafortunadamente, los gobiernos han ignorado nuestra presencia, nos desconocen. Pese a ello, muchas comunidades salimos adelante gracias a la organización comunitaria, entre cuyos fines está defendernos ante agresiones y despojos. Las asambleas y los consejos comunitarios toman decisiones para defender el territorio, y también fortalecer la cultura y la lengua maya.”
Alejandra Kantún Chin agregó: “Ixil ha salido adelante como pueblo maya sin apoyo de autoridades municipales ni estatales, a quienes no les conviene que Ixil sea reconocida como comunidad indígena. Pretenden negarnos los derechos colectivos que tenemos como pueblo maya, como el derecho a decidir de manera libre si estamos de acuerdo como comunidad con que entren las inmobiliarias. La Presidenta Municipal saliente (Sandra Pech) y el anterior Comisariado Ejidal, coludidos con estas empresas, se negaron a hacer los trámites ante el INPI para que Ixil fuera inscrita en el Catálogo Nacional de Pueblos y Comunidades Indígenas y por tanto reconocida como pueblo maya. Cuando nos dimos cuenta de esto, la asamblea comunitaria llevó a cabo las gestiones necesarias para que fuéramos registrados en el Catálogo, para que dejen de pisotear nuestros derechos.”
Cristina Chim Chan, también miembro del Consejo Comunitario de Ixil, continuó: “Para inscribirnos en este Catálogo, llenamos las cédulas básica y complementaria que se deben presentar al INPI. Para este trabajo nos reunimos en asamblea comunitaria, con personas jóvenes y mayores, para juntar la información sobre nuestras raíces, las tradiciones, zonas arqueológicas, sitios sagrados, nuestro territorio, las actividades que hacemos en los distintos ecosistemas (la selva, los manglares, la sabana), el sembrado, la apicultura, la ganadería, las zonas donde sacamos leña, etc. Pusimos toda esta información para que Ixil sea reconocida como comunidad maya, así como nuestras actividades y relación con el territorio.”
Federico May Cuitún, Nojo’chil Kaj del Consejo Comunitario de Kinchil, declaró: “No tenemos nada que festejar en este Día Internacional de los Pueblos Indígenas, pues tenemos los mismos problemas de despojo, de falta de reconocimiento de nuestros derechos como comunidad orgullosamente maya. Alrededor de 5000 hectáreas están siendo ambicionadas para desarrollos inmobiliarios, pasando por encima de los campesinos que trabajan esas tierras, y violando el derecho que tenemos como pueblo maya a conservar nuestros recursos naturales. Las inmobiliarias están cometiendo un ecocidio, destrozando nuestra riqueza natural y cultural en complicidad con las autoridades municipales y ejidales, que nada hacen para proteger este territorio ancestral donde hay vestigios arqueológicos, fuentes de agua, cenotes, una riqueza biológica incalculable. Por tanto, siguiendo el ejemplo de Ixil, estamos organizándonos como comunidad maya. Hemos hecho las gestiones para ser reconocidos como comunidad indígena, y que se reconozca nuestra forma de autogobierno. En asamblea comunitaria, hemos elegido al Consejo Comunitario de Kinchil, que busca la conservación del patrimonio natural y cultural, y la defensa de nuestras fuentes de vida y formas de vivir. Esto se contrapone a las ambiciones y los intereses políticos y económicos que tiene mucha gente sobre nuestro territorio, por su cercanía a Celestún. Nos han dejado al margen, no nos toman en cuenta, no nos han preguntado si queremos que arrasen con la selva y nuestra forma de vida. Por tanto no tenemos mucho que festejar, pero sí la esperanza de que nuestra comunidad maya sea reconocida, y que nuestra forma de autogobierno sea reconocida frente a estos intereses privados, para luchar y conservar lo que todavía nos queda.
Alejandro Cab Pool, también Nojo’chil Kaj del Consejo Comunitario de Kinchil, subrayó: “Con la entrada de Kinchil en el Catálogo esperamos que las nuevas generaciones valoren las tradiciones, la cultura, la riqueza tangible y también la oral, la memoria histórica, incluyendo a Felipa Poot como defensora histórica de nuestro territorio. Esperamos que las comunidades de Yucatán puedan usar el Catálogo como instrumento jurídico para defender sus territorios y todo lo que está amenazando este modelo de desarrollo que no tiene nada de beneficioso para nuestros pueblos y comunidades”.
Guadalupe Dzul Pech, otra Nojo’chil Kaj del Consejo Comunitario de Kinchil, añadió: “En Kinchil hay un sitio arqueológico muy importante llamado Tzemé, que fue considerada incluso como posible capital para Yucatán. Hay historias muy antiguas y vestigios arqueológicos de mucho valor, tenemos nuestra comida típica, cenotes ocultos, etc. Hacemos nuestras asambleas en el parque para ejercer nuestros derechos, para que nos los pisoteen.”
Sergio Oceransky, de Fundación Yansa, agregó: “Ixil y Kinchil hicieron las gestiones para ser inscritas en el catálogo del INPI con un detalle muy importante: el reconocimiento de la Asamblea Comunitaria y del Consejo Comunitario como formas de autogobierno de la comunidad maya, lo que supone un tercer ámbito de autogobierno, aparte del municipal y del ejidal. Ambas comunidades han generado un contrapoder comunitario asambleario para tomar acciones legales a nombre de la comunidad. Esto es especialmente importante cuando las autoridades estatales, municipales y ejidales están coludidas con los despojadores, como ocurre en tantas comunidades de Yucatán. En el caso de Ixil, el proceso asambleario comunitario ha podido incluso recuperar el control del Comisariado Ejidal, y en las elecciones municipales salió elegido un candidato ajeno a los partidos políticos de peso debido a su compromiso con la defensa del territorio. Los procesos organizativos comunitarios, cuando son suficientemente fuertes, pueden llegar a ‘limpiar’ a las instituciones previamente corruptas.”
Guillermo Julián Yam Ek, parte activa de la Asamblea Comuntaria de Ixil, concluyó: “Desde niños, nuestros mayores nos enseñaron que debemos defendernos ante las arbitrariedades de las autoridades. Para eso nos hemos organizado en Ixil y Kinchil, y hacemos el llamado para que las demás comunidades del pueblo maya hagan lo mismo. Sabemos que los mayas de los 106 municipios de Yucatán tienen los mismos problemas que nosotros. Les pido a estos pueblos que sigan luchando, que no se desanimen y tomen el ejemplo de los pueblos que estamos más organizados. Queremos aliarnos con otras comunidades para ser libres, pues la esclavitud aún no se ha acabado, ahora los opresores son las inmobiliarias, los grandes ricos. Ante eso, los indígenas tenemos nuestra fuerza, hemos sido capaces de defendernos. Debemos reconocernos entre nosotros para dejar de ser discriminados.”
Respondiendo a preguntas de la prensa, representantes de ambas comunidades coincidieron en señalar que a las autoridades municipales y ejidales no les conviene el reconocimiento como pueblo maya porque tienen un interés económico en facilitar los procesos de despojo territorial, por lo que no quieren que sus comunidades se vean amparadas por los derechos colectivos aplicables a pueblos y comunidades indígenas. Guillermo Yam Ek subrayó que “Ixil es un pueblo maya con mucha historia, ruinas, cerros que hablan por sí solos. No es posible que vengan estas personas y digan que son dueños de nuestro pueblo por un papel que les da el gobierno corrupto, el papel cualquiera lo escribe, pero las ruinas no las hace cualquiera ni de la noche a la mañanas.Los historiadores dicen que los mayas desaparecieron porque les conviene, pero es falso, los mayas estamos presentes y nuestros documentos son los cerros, nuestra lengua maya, nuestros apellidos.No es posible que unos políticos que acaban de nacer vengan a decirnos que ellos son los dueños de nuestro territorio ancestral. El catastro se acaba de fundar, nosotros estábamos acá antes de que naciera Cristo. Que no nos sigan buscando, porque el pueblo maya se sabe defender.”