Cenote contaminado, extrajeron decenas de medidores de luz
Estos aparatos electrónicos poseen componentes altamente contaminantes como cobre, plomo e imanes, por lo que pudieron provocar la muerte de los peces que se observaron en el fondo.
Por Herbeth Escalante
Mérida, Yucatán, 6 de diciembre de 2020.- Espeleobuzos yucatecos realizaron acciones de limpieza en el cenote Chen há, ubicado en el municipio de Kopomá, de donde extrajeron 700 kilos de residuos sólidos, incluidos decenas de medidores de luz de energía eléctrica, aparatos que al parecer mataron parte de la fauna del sitio.
El arqueólogo Sergio Grosjean Abimerhi, quien encabezó esta acción de saneamiento, señaló que luego de cinco horas de intenso trabajo lograron sacar una gran importante cantidad de basura de ese cuerpo de agua, y que en el fondo encontraron peces muertos.
“A diferencia de los anteriores saneamientos, para nuestra sorpresa, debido al gran volumen y características de los residuos sólidos, se desenterraron medidores de luz, los mismos que se utilizan en los hogares y empresas”, indicó.
Dijo que los espeleobuzos tuvieron que usar un detector de metales para localizar los medidores, pues al tratarse de un cenote abierto y por el mismo peso de los artefactos, éstos se encontraban debajo de una gruesa capa de sedimento.
“Es evidente que este tipo de aparatos electrónicos poseen componentes altamente contaminantes como cobre, plomo e imanes, y de allá nuestra interrogante en conocer si estos metales pesados fueron los que originaron la muerte de peces que se observaron depuestos en el fondo”, dijo Grosjean Abimerhi.
Abundó que en el cenote hallaron peces muertos que se encontraban en buen estado de conservación y otros solo se vislumbraba el esqueleto. Además, localizaron cráneos de tres cocodrilos.
“En los últimos años, diversos estudios han demostrado que el agua de muchas zonas de Yucatán posee partículas cancerígenas, y sin duda, el hecho de arrojar medidores de luz es un desastre para el medio ambiente que podría abonar al problema, debido a sus agregados peligrosamente contaminantes”, sostuvo.
Al final de la jornada, los espeleobuzos contabilizaron 112 aparatos, muchos de ellos completamente corroídos por el paso del tiempo y algunos adheridos a mandíbulas de animales.
“Este tipo de acciones atentan contra la salud, no solo de la población que vive cerca del cenote que aprovechan el agua de pozo para consumo humano, animal e incluso hortalizas, sino son un riesgo inminente para las poblaciones circunvecinas que extraen agua que luego es clorada para consumo humano, y por ende, no se eliminan los metales pesados”, finalizó Grosjean Abimerhi.