Cambio climático y agrotóxicos amenazan a las abejas en México
Productores del sureste exploran el diseño de colmenas con fibras naturales como mimbre o coco pues el calor extremo en la región ha derretido los panales.
Por Redacción
Ciudad de México, 16 de agosto de 2024.- Desde panales que se derriten por el calor extremo hasta el uso de insecticidas, la supervivencia de las abejas en México está en riesgo, por ello apicultores de diferentes regiones del país comparten sus experiencias en el marco del Día Nacional de las Abejas, que se conmemora cada 17 de agosto.
En un comunicado difundido por el Proyecto “A de Abeja”, se informó que en México hay alrededor de 2 millones 200 mil colmenas, la cifra más alta desde finales de la década de los noventa, según datos de la ONU. Son fundamentales para el equilibrio del medio ambiente pues al recolectar néctar de las flores también llevan polen, que permite la reproducción de las plantas para tener frutos y nuevas semillas. Más del 80% de los cultivos en el mundo dependen de ese proceso natural.
“Sin abejas, la producción de muchos cultivos se reduciría drásticamente, lo que llevaría a escasez de alimentos, una dieta desequilibrada y aumentos en los precios. Muchas plantas se extinguirían, se reduciría la diversidad de especies y se comprometería seriamente el equilibrio ecológico del planeta”, explica Arlette Gómez, sommelier que forma parte del Panel de Personas Expertas en Análisis Sensorial de Miel de Italia.
Como una señal de alerta, el impacto del cambio climático ya repercute en el cuidado de las abejas y la producción de mieles. Las temperaturas extremas y las modificaciones en las temporadas de lluvias están transformando tanto los ecosistemas, como las floraciones, la salud de las abejas y finalmente el proceso de polinización.
En Calakmul, Campeche, Héctor Morales ha notado cambios en la producción tras 25 años de experiencia en una práctica heredada por su abuelo. Pasó de cosechar 600 kilos de miel en promedio con 15 colmenas, a un máximo de 200 kilos con la misma cantidad de abejas. “Las floraciones han cambiado definitivamente, así como la estación de lluvias; antes comenzaban el 3 o 4 de mayo como relojito, ahora se han desplazado dos meses, provocando que las flores no tengan néctar o inclusive que se quemen.”
Como una medida para enfrentar el cambio climático, productores del sureste exploran el diseño de colmenas con fibras naturales como mimbre o coco pues el calor extremo en la región ha derretido los panales.
El fenómeno también se ha presentado del otro lado del país, en la Comarca Lagunera. Pedro Pablo Sifuentes, apicultor con 15 años de experiencia, cuenta que ahora es casi imposible dejar una colmena sin sombra debido a las temperaturas de hasta 45 grados que las funden por dentro.
“Tenemos menos lluvias y las represas no se llenan como se recuperaban al 100 % anteriormente, por lo que todas las áreas de siembra están más pegadas a la ciudad. Eso perjudica a todo el ecosistema”, explica.
Hace 50 años, en el norte del país no era necesario mover las colmenas ni alimentarlas; con las lluvias y floraciones de cada región era suficiente. Ahora, desde agosto hasta marzo no hay flores para que se alimenten.
Otra amenaza que enfrentan las abejas es la industrialización de la agricultura con prácticas para acelerar la producción, impidiendo que crezcan hierbas con flores en los monocultivos.
“Los agricultores solían dejar descansar los cultivos y ahí era cuando salían las hierbas que tienen flores. Con la intensificación de la agricultura y cambio de cultivos, no dejan que salgan las hierbas silvestres que son una de las principales fuentes de producción de néctar y de donde salen las mieles”, explica Margarita Huerta, apicultora de Puebla y bióloga en la fase final de su doctorado en ecología.
El uso indiscriminado de agresivos agroquímicos como herbicidas e insecticidas también daña la salud de las abejas. Este año, investigadores del Colegio de la Frontera Sur han documentado intoxicaciones masivas de colmenas por el uso de insecticidas en Campeche, que están prohibidos en otros países por su toxicidad. Estiman que durante los últimos diez años han muerto más de 300 mil colonias por la misma causa.
“El cambio climático y el uso de agroquímicos amenazan la existencia de las abejas y polinizadores, e incluso ponen en jaque la conservación de los ecosistemas. Aparentemente son cambios que los humanos no percibimos en nuestras actividades diarias, pero las abejas lo resienten como indicadores de la salud del planeta”, concluye Arlette Gómez.
¿Qué podemos hacer para proteger a las abejas?
El proyecto “A de Abeja” recalcó que cualquier persona puede sumarse a la enorme tarea de proteger a las abejas con acciones muy sencillas:
- Evita el uso de pesticidas y herbicidas: Muchos de estos agrotóxicos no solamente dañan a las abejas y los ecosistemas, también nuestra salud. Opta por frutas y verduras agroecológicas, libres de pesticidas. En tus plantas, utiliza métodos naturales de control de plagas como plantas repelentes o aceites esenciales.
- Cultiva flores: Las abejas necesitan una fuente constante de alimento durante todo el año, por lo que es importante tener plantas que florezcan ricas en néctar y polen en diferentes épocas del año.
- Instala un bebedero para abejas: Es tan simple como poner una bandeja poco profunda con agua y piedras, para que las abejas puedan posarse en ellas sin ahogarse.
- Consume miel local: Así ayudarás a las y los apicultores locales que también son guardianes de las abejas y sus hábitats. Además, la miel local es más fresca y suele tener un sabor auténtico.
- Pasa la voz: Platica con tus amistades y familiares sobre la importancia de cuidar a las abejas. ¡Será también una gran oportunidad para degustar una deliciosa miel!