Cada día sin medicinas contra el cáncer es una batalla perdida
Las niñas y niños están regresando a casa sin el tratamiento, ya tampoco cuentan con paliativos para quienes solo esperan la hora de partir.
La situación se agrava en los hospitales de Yucatán porque el gobierno federal no los ha surtido de fármacos.
Por Claudia Arriaga.
Mérida, Yucatán, 31 de enero de 2020.-Con tan solo cuatro años de edad, H.B.C.M se encuentra luchando contra el cáncer. Hace tres fue diagnosticado con histiocitosis de células de Langerhans e inició esta travesía de la mano de su madre, Rita Magaña Arellano, pero ahora el camino es más complicado, es desesperante, porque no hay medicinas.
El principal obstáculo para su recuperación ha sido el propio Gobierno Federal, que canceló desde septiembre pasado la compra de medicamentos oncológicos en México, sin antes garantizar el abasto suficiente para todos los hospitales.
“Los niños están regresando a casa sin el tratamiento y, de un mes para acá la situación es grave. La nevera está vacía, ya no tienen sustitutos para quimioterapias, ni medicamentos para vómitos, es algo alarmante” comentó Rita, sobre lo que se vive actualmente en el Hospital “Dr. Agustín O’Horán”, pues la Federación no la ha surtido de fármacos.
Preocupa que incluso no cuentan con los paliativos para las niñas y niños con cáncer que tan solo esperan la hora de partir. También hay quienes no pueden ingresar a cirugía para recibir el trasplante de médula ósea porque no hay medicinas.
A pesar de la crítica situación, Rita reconoció el esfuerzo del personal del área de Oncología Pediátrica del nosocomio. “Veo al doctor preocupado y a la trabajadora social arrancándose los pelos, también hay personas tratando de apoyar para conseguir los medicamentos”, indicó.
En el caso de su hijo, desde hace casi cinco meses no recibe quimioterapia con vincristina, medicamento necesario para su recuperación y en su lugar le aplicaban vinblastina. Pero ya no tiene la certeza de que, en la próxima sesión cuenten con las ámpulas necesarias.
“Ayer me dijeron que de 48 a 72 horas ya estaría el medicamento en Mérida, pero dada la situación, hasta que yo vea el medicamento en la vena de mi hijo no voy a estar tranquila” señaló la agobiada mujer.
Desde el pasado 10 de enero un grupo de madres se pronunció preocupado por el desabasto de medicamentos para las quimioterapias. En aquella ocasión, la Secretaría de Salud de Yucatán les aseguró que en un periodo de diez días se resolvería la situación, pero el Gobierno Federal no ha respondido satisfactoriamente.
Según datos proporcionados por las propias madres de familia, por el momento entre 90 y 130 niñas y niños que reciben tratamiento en el Hospital O´horán están siendo afectados por el nuevo esquema que sustituyó al Seguro Popular, el Instituto de Salud para el Bienestar de la Salud (Insabi).
En tanto la espera continúa, cada día de atraso es crítico para ganar o perder la batalla contra el cáncer. Lamentablemente, el desabasto de medicamentos para las quimioterapias también se vive en las clínicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Yucatán.
A Alejandra Silveira Martínez le ha tocado padecerlo con su hijo E.G.S. de 5 años, quien es tratado por leucemia. “En diciembre le tocaba una quimioterapia ifosfamida, el doctor la tuvo que modificar y le puso otra, que tampoco hay en el hospital ahorita”.
El tiempo de espera para las quimioterapias también aumentó y la incomodidad para los infantes se agravó.
“En la farmacia no hay medicamentos para vómitos. Ahora tarda casi un día en llegar el medicamento. Ingresas y hasta el día siguiente en la tarde te aplican si es que consiguen la medicina, eso quita tiempo para las camas de los otros niños que están esperando”, dijo.
Pero esta situación no es nueva, explicó que desde el año pasado escaseó por casi tres meses la mercaptopurina, una de las medicinas del tratamiento contra la leucemia.
Las condiciones en la que los menores son atendidos también son parte del problema, ya que solo cuentan con 18 camas en la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) que comparten con internos de diferentes tipos de padecimientos.
“Queremos un piso pediátrico con todos los especialistas, tampoco contamos con esto. Ellos tendrían que tener una revisión constante. Mi hijo hace poco le pasó que tenía una ulcera a consecuencia de los medicamentos y, eso se pudo evitar con chequeos preventivos. Está muy feo el hospital porque no es para niños, nos dieron un rinconcito” lamentó la mamá del pequeño paciente.
La desesperación de Alejandra, al igual que la de cientos de madres y padres de familia, es porque el tiempo de espera no es un aliado en la vida de las niñas y niños que pelean por vencer al cáncer.
“Aquí no nos podemos atrasar, una semana es muy importante. Una semana en atraso es darle paso a la leucemia, todo avanza muy rápido”, comentó.
En el caso del IMSS, de nueva cuenta las madres de familia aseguraron que son 200 niñas y niños los pacientes con cáncer y 50 en tratamiento constante.