En caravana de autos pretendían llegar al Palacio de Gobierno para exigirle a Vila que los deje trabajar, pero los policías no los dejaron pasar y los amenazaron con grúas. Llegaron a pie para solicitar la reapertura de los eventos sociales.

Por Herbeth Escalante

Mérida, Yucatán, 16 de diciembre de 2020.- Luego de que el gobernador Mauricio Vila Dosal anunció la cancelación de eventos sociales como bodas y bautizos  en Yucatán, personal de banqueteras y negocios similares protestaron en una caravana de vehículos en el Centro Histórico. Sin embargo, comandantes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) les bloquearon el paso y amenazaron con llevarse sus autos en grúas.

En la manifestación participaron dueñas y dueños de establecimientos dedicados a la organización de bodas, renta de carpas, tarimas y equipos de sonido, florerías, banqueteras, agrupaciones musicales, entre otros, quienes señalaron que están a punto de quebrar por esta disposición del Gobierno del Estado.

La intención era protestar en sus automóviles alrededor de la Plaza Grande y entregar un documento en el Palacio de Gobierno para solicitar que les permitan laborar, pero agentes de la Policía Estatal colocaron conos en la calle 61 por 58 y en otras arterias para impedir que transiten por ahí.

El bloqueo ocasionó un importante congestionamiento vial, afectando a automovilistas y el servicio del transporte urbano de las rutas foráneas. “Están violando nuestro derecho a manifestarnos libremente, nuestra protesta es pacífica”, gritaron los inconformes, al momento que tocaban el claxon.

Llamó la atención que el operativo para impedir el avance de los manifestantes fue encabezado por los comandantes de la SSP, Carlos Marsh Ibarra, director de Operativos Viales; y Rafael Chaires Cuevas, director Operativo. Mientras tanto, los agentes de la Policía Municipal de Mérida sólo observaban.

Como no les permitían pasar, los inconformes se bajaron de sus autos y caminaron hasta el Palacio de Gobierno y, en frente, guardando la sana distancia, empezaron a gritar “queremos trabajar”.

“Tenemos ocho meses cerrados, lo único que pedimos es la oportunidad de seguir trabajando, que permitan los eventos sociales. Lo hacemos porque tenemos familias y empleados”, señaló uno de los afectados.

Otro señaló que no es justo que por unos cuantos establecimientos que no cumplieron con la normas sanitarias, les impidan a los demás trabajar, pues están impactando económicamente a todo el sector.

“Hay novias que están llorando en sus casas porque el gobierno canceló las bodas, están perdiendo mucho dinero porque avisaron la cancelación de los eventos a última hora”, declaró una más.

“¿Por qué promocionan a Yucatán como un destino turístico de bodas si ahora no permiten que se realicen? Acaba de llegar mucha gente para las bodas y no sabemos qué hacer”, manifestó otra.

En la protesta, indicaron que la decisión de cancelar los eventos sociales se tomó detrás de un escritorio, sin considerar la situación económica de los banqueteros que llevan varios meses sin trabajar y que no tienen dinero para pagar nóminas, impuestos y seguridad social.

Por lo tanto, pidieron una mesa de diálogo con las autoridades estatales, pero se las condicionaron a cambio de retirar sus automóviles que dejaron calles atrás. Los manifestantes no entendían lo que estaba pasando, pues fue la propia SSP la que no les permitió pasar.

A lo lejos, vieron que llegaron dos grúas de la Policía Estatal para llevarse sus vehículos, por lo que rápidamente corrieron para subirse a éstos y llevárselos a otro lado.

El comandante Rafael Chaires caminaba entre los autos para amenazarlos con que se los llevaría las grúas, por lo que la prensa lo cuestionó al respecto, pues fueron sus propios policías los que provocaron el bloqueo, pero no quiso contestar.

Tampoco el comandante Marsh Ibarra quiso dar declaraciones y esquivó a los reporteros diciendo que se dirijan al departamento de Comunicación Social, pero se le recordó que éste no suele brindar información.