Antes, al menos contaba con horas de contrato para completar su sueldo, pero en este ciclo escolar no lo tomaron en cuenta, bajo el argumento de que las clases no son presenciales.

Por Claudia Arriaga

Mérida, Yucatán, 7 de septiembre del 2020.- Desde niño, Armando Sierra supo que quería ser maestro de artes, pues fue gracias a esta materia que pudo escapar de sus problemas y aprender a crear nuevas oportunidades para él. Apenas lleva cuatro años en la docencia y pese a los obstáculos económicos y laborales, se niega a desistir de su vocación.

“Fue ahí cuando dije ´el arte me permite liberarme y vivir´, así fue como decidí empezar con esta hermosa labor, primero como instructor de danza, luego como instructor de manualidades y artes plásticas, hasta que conocí la magia del teatro. Todo eso despertó en mí las ganas de enseñar, pues el arte me permitió cambiar y ver la vida de otra manera”, explicó.

Armando tiene 32 años de edad y actualmente gana mil 800 pesos quincenalmente por impartir la asignatura de arte en primero, segundo y tercer grado de secundaria. No le alcanza para cubrir sus necesidades básicas, solo en transporte invierte 600 pesos. Antes, al menos contaba con horas de contrato para completar, pero en este ciclo escolar no lo tomaron en cuenta, bajo el argumento de que las clases no son presenciales.

“Sin horas de contrato hay que ver de dónde generar ganancias para ropa, calzado, alimentos, y en estos tiempos el pago de internet para poder hacer llegar la información a los alumnos a través de los medios digitales”, detalló. 

Para este joven maestro, es preocupante hacer a un lado las materias de formación complementaria como el arte, pues en el confinamiento es necesario que las niñas y los niños cuenten con un escape en la creatividad.

Armando forma parte de los más de nueve mil 25 docentes que enseñan en secundaria, según el Sistema de Estadísticas de la Secretaría de Educación de Yucatán (Segey), y también es de los cientos que, debido a que no tienen base, vive con el mínimo de ingresos. 

Ante la negativa de las autoridades de renovar los contratos de las y los maestros sin base, el pasado 19 de agosto el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) entregó un oficio dirigido a la secretaria estatal de Educación, Loreto Noemí Villanueva Trujillo, para exhortarla a reconsiderar el tema. Sin embargo, hasta el momento no han obtenido respuesta.

En tanto, el Gobierno del Estado se ha limitado a responder que “el personal de apoyo operativo y administrativo será contratado conforme se vaya reactivando la vida escolar en el estado, lo cual dependerá de la evolución que tenga la pandemia de Covid-19”.