Arlette no cometió suicidio, asegura su familia
La hora del deceso asentada en el acta del Semefo no coincide con los mensajes que envió a su madre, entre otras inconsistencias. Sospechan que fue víctima de feminicidio, por lo que interpusieron una denuncia.
Por Claudia Arriaga
Mérida, Yucatán, 11 de mayo de 2021.- Desde el 4 de mayo resuena el nombre en redes sociales de Arlette Ariadne Heredia Piña, de 20 años, quien presuntamente cometió suicidio. La familia insiste en que fue feminicidio. La hora asentada en el acta de defunción y los mensajes que intercambiaron ese día se contradicen entre sí.
Según las autoridades, la joven se quitó la vida en la casa que compartía con su novio Óscar en la colonia Prado Chuburná, con quien llevaba poco menos de un año de relación.
Su madre, la señora Arlett Joana Piña Carrillo, aseguró que su hija le escribió a las 7 de la noche en punto, la misma hora que el Servicio Médico Forense (Semefo) determinó que falleció.
“A las 6:59 de la tarde me escribió que me quería mucho y a las 7 en punto me mandó un mensaje donde me puso ´sé que muchas veces te reclamé porque me ibas a abortar, pero perdón, no sabía por lo que estabas pasando´. Después de leerlo le empecé a marcar y a las 7:06 le escribí para preguntarle si estaba bien, tampoco le dejé de marcar”, detalló.
Se encontraba en el supermercado cuando recibió una llamada de un teléfono desconocido, pensó que podría ser Arlette, ya que tenía entre sus planes vender su celular.
Era un familiar de Óscar que le avisó que su hija se había quitado la vida. En menos de 15 minutos llegó junto con su esposo Jesús Orlando Heredia Valencia a la casa. La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) ya había marcado el predio con cinta amarilla, pero la Fiscalía General del Estado (FGE) y el Semefo demoraron en presentarse.
A Arlett se le acercó un primo de Óscar, el joven le confesó que él entró a ver el cuerpo y que eran alrededor de las 6:30 de la tarde. En tanto Óscar estaba sentando en el parque de frente a la casa, nunca se acercó a hablar con la familia.
“También se me acercó el tío o padrino, no sé bien que era, y me dijo que Óscar estaba en su casa cuando mi hija le mandó un mensaje diciéndole que se iba a matar y fue por eso que regresó a la casa. Le pregunte al policía si entró y vio a mi hija y que según él tenía dos horas de haberse matado, yo le pregunté que cómo era posible si me acababa de enviar un mensaje”, acotó.
El padre de Arlette, Jesús Orlando Heredia Valencia, notó que el auto del joven nunca se movió del lugar, por lo que tiene la duda de si en realidad salió de casa. “No cuadran las horas y el auto se estaciona de reversa, nunca lo movió de lugar”, apuntó.
Además, el hermano menor de Arlette platicó con ella desde las 5 de la tarde, incluso intercambiaron mensajes de audio y hablaron por teléfono a las 7 de la noche. “Escuchas el audio y no se escucha mal, estaban hablando del gimnasio donde empezarían a ir”, explicó la mamá.
El cuerpo de la joven también presentaba laceraciones, sin embargo, no le realizaron las pruebas correspondientes. El Semefo dijo que su sangre ya no servía para el estudio y que sus uñas eran muy cortas.
Jesús Orlando insistió en que revisen las cámaras para ver si realmente Óscar se fue en su auto, hasta el momento no les notificaron si esto fue posible. La Fiscalía les informó que Arlette usó el brazo de una hamaca y para su papá esto resulta imposible:
“Yo le regalé esa hamaca y ella no pudo quitar la soga de la hamaca, está atorado, ni yo puedo quitarlo, mi hija no sabía ni hacer un nudo, ni colocar el brazo de la hamaca y si tú ves las fotos son tres nudos profesionales de película y el lugar es muy alto, no llegaría sola”, apuntó.
Por esta serie de inconsistencias interpusieron la denuncia correspondiente para que se investigue de manera exhaustiva la muerte de Arlette, que a todas luces para su familia es un feminicidio.
La ruta de violencia psicológica y emocional
Arlette conoció a Óscar un mes antes de que se declarara la pandemia, el vínculo fue a través de una amiga de ambos. En octubre empezaron a salir formalmente, al punto que la joven decidió vivir en casa de sus abuelos porque le quedaba cerca de la vivienda del joven.
A pesar de contar con el permiso de su mamá y papá para salir con él, en alguna ocasión le mintió a su abuela para verlo. “Dijo que vería a una amiga y se fue con él, llegó a casa después de las 11:30 de la noche, en ese momento había restricción de movilidad, nos preocupó mucho a todos”, narró.
En noviembre pidió permiso para quedarse en casa de sus dos mejores amigas y quedó de avisarle a su mamá para ir por ella. El mensaje nunca llegó, por lo que su hermanito se contactó con ellas y descubrió que jamás acudió a visitarlas.
“Ya eran más de las 11:30 de la noche, estábamos preocupados por lo que fuimos a verla a casa del muchacho, no nos contestaba el teléfono ni nos abrían en la casa. Llegó su papá (Jesús Orlando) al lugar y como un protector estaba suelto, entró a ver si estaba ahí y efectivamente estaban juntos. Mi hijo le reclamó por no contestarnos. Yo pensé lo peor, esa noche no quiso regresar a la casa con nosotros”, explicó.
Para la familia de Arlette el cambio fue evidente, dejó de arreglarse el cabello, subió de peso, descuidó su imagen personal y se alejó de sus amigas.
Una ruptura previa
En abril de este año, la joven terminó brevemente con Óscar. Los días que se desconectó del celular durante un viaje de cumpleaños que realizó con su familia le habrían ayudado a tomar esta determinación.
A su mamá le contó que estaba cansada de lo complicado que era estar con él. “A veces me contaba que era muy celoso y yo le decía que no tenía que aguantar, que se dé un tiempo o que regrese a la casa. Luego volvían y me decía que se dieron cuenta que mientras sean solo ellos dos no había problemas. Le expliqué que tampoco estaba bien, que tenía que seguir con su espacio y conviviendo con sus amigas. Me llegó a contar que él la engaño, que era celoso, pero no me lo contaba a fondo por temor a que yo no lo aceptara”, dijo su madre.
A su regresó, él la busco, la convenció diciéndole que estaba muy solo y no tenía a nadie más que a ella.
¿Qué pasó dos días antes en la vida de Arlette?
Arlette tenía un mes con la idea de vender su celular, era un teléfono que le regalaron su mamá y abuelo, y que durante mucho tiempo deseó tenerlo. El motivo era que quería darle el dinero a Óscar, quien se supone debía el auto y tenía gastos en la casa. También quería comprarle un teléfono nuevo.
La joven estudiaba Psicología en la escuela Bancarios en Mérida y se dedicaba a vender cosas en Facebook, todo lo que ganaba era para ayudar a su novio. “En una ocasión la llevé a entregar una vajilla mientras el muchacho estaba tomando con sus amigos”, contó Arlett.
El domingo 2 de mayo se supone la joven iría a entregar su teléfono, lo habría cambiado por un menos costoso y una diferencia en efectivo, finalmente no se hizo la transacción.
El lunes alrededor de las 11 del mañana llegó a la casa y se encontró con su mamá, la joven estaba ansiosa buscando un cargador para su celular. Óscar la llevó y en primera instancia se quedó afuera en el auto. Arlett le dio 100 pesos a su hija para comprar un cargador nuevo y se fue a trabajar después de un momento.
“Regresé a la casa y vi a mi hija, a su novio Óscar y mi hijo menor en el cuarto (jugando videojuegos), en un momento ella me mostró cosas para regalar al bebé de su hermano mayor, desde que supo que iba a nacer le quería comprar cosas. Le dije que todavía no compráramos nada porque aún no iba a salir del hospital, ella estaba muy emocionada, ya quería conocerlo”, recordó.
Pasó un rato y se fueron, Óscar acordó que seguiría al día siguiente con la reta de Xbox y Arlette se despidió de su madre. Esa fue la última vez que la vio con vida.
El recuerdo de Arlette no deja de doler a su familia, su madre la describió como una persona que era capaz de quitarse las cosas para dárselas a los demás y que podía atravesar la ciudad para salvar a un perro.
“Ella estaba muy pegada conmigo, me apoyaba en todo, siempre que necesitaba algo se preocupaba, desgraciadamente era una persona que se preocupaba por todo, le encantaba ir a la escuela, la llegué a castigar con no ir, siempre se preocupaba por sus abuelos, ayudaba a mi mamá, ¡hasta con los animales! Una vez vio a un perrito comiendo piedras, ya era tarde y había toque de queda, nos hizo ir por croquetas y regresar para darle comida y agua. Rescató a un perrito con sarna de la escuela, lo llevó a curar. Era muy buena, no lo digo solo porque sea mi hija, era buena amiga y se notó en su velorio porque fueron muchas personas, de 25 llegaron 100, todos la conocían”, lamentó.
¿Feminicidios detrás del suicidio? una constante en Yucatán.
Sobre el tema, el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio en Yucatán detalló que en el 2020 ocurrieron 26 presuntos feminicidios que fueron encarpetados como suicidios, y dos se lograron reabrir en conjunto con la familia de las mujeres que perdieron la vida en situaciones sospechosas.