Agroindustria y megagranjas acaparan el agua de la Península
El estudio de GeoVisualizador de la Península de Yucatán arrojó que pocas empresas se apoderan de cantidades infames del vital líquido, afectando a las comunidades rurales y su medioambiente.
Tan sólo Kekén, consume 13. 1 millones de metros cúbicos de agua cada año para sus actividades productivas.
Por Herbeth Escalante
Mérida, Yucatán, 4 de septiembre de 2019.-La agroindustria y las megagranjas de cerdos y aves instaladas en la Península de Yucatán operan bajo la lógica de acumulación de la riqueza y el despojo de los bienes comunes; por tal razón acaparan cantidades infames de agua para su funcionamiento, lo que repercute directamente a las comunidades mayas y a su entorno.
Estos fueron los datos que arrojó elestudio GeoVisualizador de la Península de Yucatán, herramienta cartográfica elaborada por la la asociación GeoComunes y el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS), para conocer las afectaciones de diversos megaproyectos que se han desarrollado en esta región.
Una de las investigadoras de este estudio, Sara Cuervo Vega, indicó que debido a que en la Península hay grandes reservorios de agua, los capitales están apostando a desarrollar este tipo de proyectos en el territorio, quedándose con dicha propiedad social de las comunidades rurales.
“Detrás de la agroindustria y las naves de miles de cerdos y aves está el acaparamiento de cantidades infames de agua, ese el factor clave para que puedan funcionar”, recalcó.
Para poder construir megagranjas, las empresas devastan cantidades importantes de hectáreas de monte y selva y, una vez que empiezan a operar, utilizan millones de metros cúbicos del vital liquido anualmente, además de que no cuentan con la capacidad suficiente para el manejo sostenible de residuos que generan las aves y los cerdos, lo que significa un impacto directo al medioambiente.
Por si fuera poco, agregó Cuervo Vega, el mayor volumen de agua concesionada por las autoridades para estas actividades económicas se concentra en no más de cinco empresas privadas.
Por ejemplo, la compañía yucateca Kekén cuenta con el 46 por ciento del volumen y el 49 por ciento de los pozos concesionados para el sector de carne de cerdo, lo que representa un consumo de 13. 1 millones de metros cúbicos de agua cada año.
En cuanto a las granjas productoras de aves, las compañías Avícola Cotaxtla, Bachoco, Industria Avícola del Sureste y Fideicomiso del Banco de México, acaparan el 83 por ciento del volumen, con 263 pozos y 9.2 millones de metros cúbicos del vital líquido anualmente.
Se tratan de empresas que van creciendo poderosamente, tanto en producción como en ventas. Datos del GeoVisualizador arrojan que en 15 años creció 68 por ciento el número de naves de cerdos y 34 por ciento de aves.
La agroindustria no se queda atrás en cuanto al acaparamiento del agua en la Península. Para los cultivos de soya, caña de azúcar, sorgo y la palma de aceite se utilizan miles de litros diariamente.
“Tan sólo el 35 por ciento del vital líquido del subsuelo de los tres estados de la Península, Campeche, Quintana Roo y Yucatán, se usa para la producción de azúcar”, informó Sara Cuervo.
Por poner un ejemplo, el Ingenio San Rafael de Pucté del Grupo Beta San Miguel, ubicado el municipio quintanarroense de Othón P. Blanco, produce 12 mil toneladas de caña al día, lo que representa un consumo de 40 mil metros cúbicos de agua.
En Ciudad del Carmen, Campeche, el cultivo de palma también ha crecido considerablemente, pues la compañía Palma Real absorbe 2.2 millones de metros cúbicos, Consorcio Agrícola de Oleicos consume 1.1 millones y Frutoka, 958 mil.
Y para la cadena de la agroindustria basada en la soya, se utilizan 31 millones de metros cúbicos del vital liquido concesionado al año en la Península, distribuidos en: uno por ciento para su procesamiento, 19 por ciento para la producción de carne y el 80 por ciento para el cultivo. (Foto de Cuauhtémoc Moreno)