Agresor de Greta sigue libre, ella teme por su vida
La mujer, víctima de violencia por parte de su expareja, señala que las medidas de protección no son suficientes ya que continúan las amenazas de muerte.
Catalina Casanova
Mérida, Yucatán, 2 de abril de 2019.- Para Greta Martínez Ancona, mujer víctima de violencia feminicida por parte de su expareja, los custodios policiacos proporcionados como parte de las medidas de protección otorgadas por una jueza no son una garantía de que ella y su hijo de diez años continuarán con vida; por el contrario, las amenazas cada vez son más fuertes.
“No puedo decir que estoy segura con los custodios porque no es real. La jueza dijo que él no podía acercarse, ni intimidar, pero lo ha hecho con la policía a mi lado, no lo detienen, ni sancionan” relató.
El pasado 5 de enero, le concedieron vigilancia y una orden de restricción para que su agresor, Hugo C.V., no pueda acercarse a ella y a su hijo, luego de las constantes golpizas a las que fue sometida.
“La jueza también le ha ordenado no tener acercamiento, ya que tengo custodia policial, pero ha ido a la puerta del domicilio, me envía mensajes e imágenes horribles, sigue diciendo que me va a matar”, indicó.
El caso de Greta se dio a conocer en diciembre de 2018 a través de videos que circularon en diversos medios de comunicación, en los cuales se observó que era golpeada brutalmente por su entonces pareja sentimental, con quien vivió durante casi 14 años. Pero no sólo la agredía físicamente, también la mantuvo en cautiverio en la casa que compartían.
Desde septiembre del año pasado, interpuso por segunda ocasión una denuncia en contra de dicho sujeto ante la Fiscalía General del Estado, pero hasta marzo de 2019 el caso no se ha movido.
“No hay avances en el proceso, aporté todas las pruebas, no sólo palabras, videos, fotos, audios he acudido a las pruebas forenses y aún nada. He tenido que repetir todo lo sucedido, mi hijo también y él agresor sigue libre, ni siquiera una multa de tráfico”, declaró.
Greta solo quiere que esto se acabe para poder continuar con su vida y la de su hijo, quien también sufría de maltrato físico por parte de este individuo. “Mi hijo de ahora 10 años me dijo “mamá, vas a ver que un día ya no vamos a sobrevivir, vamos a vivir””, agregó.
Cabe mencionar que debido a las lesiones que sufrió, perdió la capacidad de hablar y desarrolló trastornos de ansiedad, por lo que no ha podido trabajar de nuevo.