Adulto mayor vive un infierno en la privada Turquesa
Don Ricardo Villanueva, de 65 años de edad, recibe tratos inhumanos por parte de los integrantes de un Comité vecinal, quienes han ordenado a los porteros que no permitan el ingreso de sus alimentos ni de sus medicinas. Además, lo denunciaron penalmente por delitos que no cometió.
Cuando llega en su automóvil particular, no le levantan la pluma de la entrada, es decir, le niegan el acceso a su propia residencia, a pesar de que cuentan con medidas de protección.
Por Herbeth Escalante
Mérida, Yucatán, 25 de octubre de 2021.- Don Ricardo Villanueva y Villanueva llegó en 2019 a la privada residencial Turquesa en la colonia Chuburná para disfrutar de su retiro, pero lo que nunca se imaginó es que viviría un infierno por parte de otros vecinos que se apoderaron del Comité de Vigilancia y que interpusieron una denuncia penal en su contra, acusándolo de delitos que no cometió.
El hombre de 65 años de edad recibe tratos inhumanos de dichas personas, quienes han ordenado a los porteros de la privada que no permitan el ingreso de sus alimentos ni de sus medicinas. Además, cuando llega en su automóvil particular no le levantan la pluma de la entrada, es decir, le niegan el acceso a su propia residencia.
“Me han cancelado todo tipo de derechos y de servicios. No dejan pasar mi comida, ni a mis familiares ni a mis visitas. Si salgo, no me dejan entrar, y si entro no me dejan salir”, se quejó el adulto mayor, quien manifestó estar harto del hostigamiento.
Todo comenzó cuando en marzo del 2020 fue elegido como presidente del Comité de Vigilancia de la privada Turquesa e inició una serie de acciones para tratar de regularla y constituirla como una Asociación de Condóminos y, de esta manera, contar con una personalidad jurídica y pagar impuestos. Esto generó malestar a un grupo de vecinos que se vieron afectados en sus intereses.
Fue entonces que dichas personas, encabezados por uno de los condóminos llamado Juan Francisco Amaro Franco, lo destituyeron de forma irregular de su encargo y se apoderaron del Comité sin cumplir con lo establecido en el Reglamento Interno. De hecho, tomaron las oficinas de la Administración de forma arbitraria, al grado de que contrataron a un cerrajero en la noche para poder abrir la puerta.
El colmo fue que el nuevo Comité de Vigilancia obligó a la entonces Administradora de Turquesa, Gloria Miranda Ramírez, a que interpusiera una denuncia penal en contra del señor Ricardo Villanueva por los delitos de fraude, falsificación de documentos y abuso de confianza.
Prácticamente lo acusaron de robarse 96 mil pesos de las cuotas de mantenimiento que pagan los vecinos, cuando en realidad él tenía esa cantidad bajo resguardo en una caja fuerte, tal y como lo acordó con la propia Administradora, quien no estaba autorizada para tener ese dinero en su poder.
“Yo acepté guardar el dinero y cada vez que le entregaba lo que me solicitaba, como por ejemplo, el pago de servicios, le hacía firmar de recibido para dejar constancia. Yo cuento con todos los recibos, por eso cuando iniciaron los problemas, los gritos y las acusaciones en mi contra, fui por la caja fuerte y entregué el saldo de 44 mil 200 pesos y la Administradora me dio un contrarecibo”, explicó.
Por tal razón, don Ricardo no comprende por qué lo denunciaron penalmente ante la Fiscalía General del Estado (FGE), ya que cuenta con todos los documentos que acreditan que no hizo mal uso del dinero. Aunque la denuncia prácticamente no procedió, el Comité la ha usado de pretexto para hacerle la vida imposible.
“Cuando me acusaron y veo la magnitud y el atrevimiento, porque todo era mentira, quedé en shock. Me dio un pre-infarto, no comía ni dormía, estuve al grado de suicidarme”, confesó el adulto mayor, quien al poco tiempo se le diagnosticó que padece depresión.
El señor Juan Francisco Amaro, quien es abogado y se autonombró apoderado legal del condominio, ordenó una serie de arbitrariedades y sanciones para afectar al adulto mayor, que no solamente no están contempladas en el Reglamento Interno, sino que son violatorias de sus derechos humanos.
“Me están acusando de ser deudor, cuando no es cierto. Yo estoy al día con todos mis pagos, de hecho tengo mi recibo de que pagué por anticipado todo el 2021. Además en ninguna parte del Reglamento dice que no me levantarán la pluma de la entrada o que están facultados para impedir el ingreso de mis alimentos y medicinas”, se quejó.
Durante la entrevista para Haz Ruido, don Ricardo exhibió que cuenta con el recibo que acredita que pagó la cantidad de 4 mil 609 pesos por la cuota de mantenimiento de enero a diciembre de este año. Asimismo enfatizó que no existe ninguna sola prueba que demuestre que desfalcó a la Administración del condominio.
Cada vez que llega el repartidor de la cocina económica en donde encarga su comida, no lo dejan pasar. Cada vez que llega a la privada Turquesa, se tiene que bajar del auto para alzar la pluma. Los vigilantes tienen la orden de no permitirle el ingreso.
No les importa el Reglamento
El señor Ricardo y otras vecinas señalaron que el actual Comité de Vigilancia actúa como una dictadura, pues no solamente se apoderó del manejo de la privada Turquesa y comete actos de hostigamiento, sino que no respeta el propio Reglamento Interno, el cual por cierto, fue elaborado por la constructora Valcasa.
Para empezar, el Reglamento señala que el Comité debe integrarse exclusivamente por condóminos propietarios, es decir, por dueños de las viviendas, pero cinco de los nueve no lo son. De igual forma realizan Asambleas vecinales para tomar decisiones sin cumplir con los requerimientos para las convocatorias.
En una de esas asambleas, Juan Francisco Amaro se autodesignó apoderado legal del complejo residencial, cuando la única que puede serlo es la Administradora. En todo caso, ésta puede nombrarlo para dicha función, pero únicamente para actividades como la cobranza de cuotas. La realidad es que él opera como una autoridad superior y usa ese poder para hostigar a los vecinos que le reclaman.
En el Comité también se encuentra su esposa Elsy Guadalupe Quintal Parra, quien funge como Tesorera, y Sergio Iván Góngora Zentella, como Presidente, quienes permiten todas estas ilegalidades y atropellos.
Fue el propio Juan Francisco Amaro quien elaboró la denuncia penal en contra del señor Ricardo y la presentó ante la Fiscalía. Lo hizo en calidad de asesor jurídico de la entonces Administradora Gloria Miranda, a quien prácticamente la obligó a firmarla.
“Después nos enteramos de que ella ni sabía de qué se trataba la denuncia, nunca se la mostraron ni le dieron copias, sólo la usaron. Cuando se dio cuenta de que estaban ocurriendo irregularidades, se asesoró con otro abogado que le informó que la denuncia no tenía pies ni cabezas, que no procedería y que se podía meter en problemas”, comentaron las vecinas Esther Basulto Graniel, Nacira Pavilla Ruz y Leydi Matos Nahuat.
Preocupada, Gloria Miranda retiró a Amaro como su abogado en este caso y el pasado 14 de septiembre se desistió de la demanda en contra de Ricardo Villanueva para dar paso al cierre de la carpeta de investigación.
Previamente, ella convocó a una Asamblea vecinal para informar de las inconsistencias que había descubierto, pero fue despedida ilegalmente por Amaro y el Comité de Vigilancia.
Medidas de protección para don Ricardo
Ante los agravios a sus derechos, el señor Ricardo Villanueva interpuso una denuncia en contra de Elsy Guadalupe Quintal Parra, Sergio Iván Góngora Zentella y Juan Francisco Amaro Franco, la cual quedó asentada en la carpeta de investigación GC/555/2021. Además, solicitó que se le otorguen medidas de protección para que ya no le vuelvan a impedir su ingreso a la privada, así como el paso de sus alimentos y medicinas.
El afectado contó que desde hace más de un año sufre de estas violaciones a sus derechos, lo que le provocó una fuerte depresión. De hecho un médico del Seguro Social (IMSS) le recetó antidepresivos, y también toma medicamentos para tratar su hipertensión y una enfermedad cardiaca.
“Estoy muy mal, he pensado en suicidarme, pero me ha salvado el amor de mis hijas. Los antidepresivos me han mantenido con vida, pero esto ha sido un total infierno y ya no aguanto más. Lo que yo quiero es que esto termine porque no puedo más, no duermo casi nada”, declaró.
A pesar de que cuenta con medidas de protección, los vigilantes se niegan a obedecer y las arbitrariedades continúan. “Incluso la orden del señor Amaro es que me maten de hambre”, comentó don Ricardo.
Lamentablemente sólo una vez llegó una patrulla de la Policía Estatal que estuvo enfrente de su vivienda un rato y luego se marchó. En otra ocasión arribaron los agentes, pero sólo para revictimizarlo, en vez de requerir a los vigilantes que cumplan y lo dejen ingresar a la privada.
Don Ricardo sostuvo que esa gente que se apoderó del Comité de Vigilancia no tiene escrúpulos, ética ni moral, pues lo utilizan para amedrentar a terceros por cuestiones personales, cuando deberían servir a todos los vecinos. Además, recalcó que no cuentan con personalidad jurídica, ya que la privada fue inscrita al Registro Público de la Propiedad por parte de la constructora Valcasa.
Enfatizó que ha demostrado su inocencia ante todas las acusaciones en su contra y ahora únicamente está luchando para que cese el hostigamiento y vulneración a sus derechos.
“Esas acciones son ilegales e inhumanas, no toman en cuenta mi edad, que vivo solo, mis enfermedades y me cuestión emocional. Creo sólo me están provocando para que me pase algo, por eso alzo la voz”, finalizó.