Abril fue violentada durante el parto y dieron por muerto a su hijo en hospital de Motul
En el Hospital Regional No. 3 del IMSS de Motul fue víctima de violencia obstétrica ejercida por doctores y enfermeros, lo que le provocó un desgarre y expulsión de sangre.
Además, la tildaron de loca cuando negó la versión de que su hijo nació muerto. Ahora el bebé está en una incubadora y lucha por su vida.
Por Alberto Tun
Motul, Yucatán, 25 de enero de 2022.- Abril Kuk Uc vivió uno de los momentos más tormentosos de su vida cuando creyó perder a su tercer hijo y porque fue violentada cuando estaba en labores de parto. En el Hospital Regional No. 3 del Seguro Social (IMSS) de Motul fue víctima de violencia ejercida por doctores y enfermeros, lo que le provocó un desgarre y expulsión de sangre vía oral.
Su caso se suma a la estadística de mujeres víctimas de personal de salud que comenten actos contra la integridad física y moral, reconocidos en el artículo 243 del Código Penal de Yucatán como violencia obstétrica.
Su bebé nació prematuro de seis meses el pasado domingo 2 de enero. Esa mañana, unos fuertes dolores abdominales la pusieron en alerta, por lo que de inmediato comenzó su traslado hacia el nosocomio de la localidad para ser atendida y no perder al producto gestado. Explicó que en ese momento su esposo estaba trabajando, por lo que dejó a sus otros dos hijos con sus abuelos.
Desde su llegada a las instalaciones médicas, recibió maltratos por parte de los enfermeros, al negarse a socorrerla presuntamente por el protocolo de Covid-19. En medio del llanto y al notar que no podía desplazarse por sí misma, los propios derechohabientes la sujetaron y la ayudaron a ingresar al área de Urgencias del hospital.
Una vez que llegó a esa zona, de acuerdo con Abril, el bebé estaba a punto de nacer por lo que imploró ser atendida con rapidez, servicio que le fue negado por la falta de personal capacitado.
Transcurrió más de hora y media en esas condiciones y únicamente fue atendida cuando empezó a expulsar sangre de la boca. «Me dejaron ahí, ellos estaban tomando su café y platicando, pero cuando empecé a vomitar sangre se alertaron y me metieron de inmediato», contó.
Una vez dentro y tras varios minutos de labor de parto, dio a luz a su hijo que de inmediato fue declarado como muerto por la ausencia de llanto. Parcialmente consciente, Abril recibió la noticia, aunque notó que uno de los pies tenía movimiento.
«Estaba muy adolorida, tuve un desgarre por el tiempo que no me atendieron, pero noté con claridad que mi hijo se movía. Cuando me dijeron que no tenía vida, me negué rotundamente a aceptarlo y les dije que no, que se estaba moviendo», relató.
Tras su comentario, Abril fue blanco de una agresión verbal por parte de los trabajadores de la salud quienes la tildaron de «loca».
La mujer y su marido, quien para aquel entonces ya se había llegado a ese hospital de Motul, se opusieron a firmar el documento que avala el fallecimiento del menor y exigieron un traslado urgente hacía la capital.
El pequeño fue recibido en el Hospital Ignacio Téllez “T1” del IMSS, en donde se confirmó su vitalidad y fue colocado en una incubadora, donde ha estado desde entonces.
Abril, decidió denunciar públicamente la falta de sensibilidad que tuvieron con ella en el nosocomio de Motul y la violencia obstétrica de la que fue víctima antes, durante y después de dar a luz.
Necesita ayuda
A más de 20 días del nacimiento de su pequeño, ella y su esposo diariamente tienen que trasladarse a Mérida para estar cerca de su hijo y recibir noticias de su desarrollo y salud, por ello, pidió apoyo económico a la sociedad yucateca para poder solventar los gastos y viáticos mientras él sigue ingresado.
Si quieres solidarizarte con la joven mujer, puede contactarla al 991 105 9530 o hacer un depósito a la cuenta Citibanemex 5256 7835 5728 9494.
La violencia obstétrica se castiga con cárcel
De acuerdo con el Código Penal de Yucatán se considera como violencia obstétrica a las agresiones ejercidas contra las mujeres en el ámbito de los servicios de la salud, sean en espacios públicos o privados.
La violencia sexual, física o psicológica, prácticas invasivas como la cesárea, esterilización no consentida , discriminación, lenguaje humillante, son solo algunas de las violencias obstétricas más comunes.
En Yucatán, desde julio de 2019, este tipo de prácticas fueron reconocidas en el Código Penal como un delito que se castiga con uno a cinco años de cárcel y, en caso de la muerte de la madre o del producto, hasta con 10.
La asociación Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) informó que el 33 por de las mujeres en la entidad han sido víctimas de este tipo de violencia.