A tres meses de que Claudia fue torturada por la Policía, no avanzan las investigaciones
A consecuencia del miedo, la joven se mudó de casa, pues constantemente pasaban automóviles y camionetas blancas a intimidarla, y teme que se repita la historia.
Por Claudia Arriaga
Mérida, Yucatán, 23 de marzo del 2021.– En enero, Haz Ruido publicó la historia de Claudia Ivett Bárcenas Espinoza, quien fue víctima de abuso de autoridad y torturada por seis agentes que no portaban uniforme, hechos que ocurrieron el 16 de diciembre del 2020. Ya pasaron tres meses de que presentó su denuncia por las agresiones en la Fiscalía General del Estado (FGE) y aún no se termina de integrar la carpeta de investigación.
“No es un proceso nada fácil, son muchas vueltas, pero no voy a bajar la guardia. En la puerta de la casa empezaron a pasar camionetas blancas a amedrentar, me cambié de casa esta semana porque veo autos extraños y tengo miedo. Ya llevé testigos, un albañil y un vecino que vieron lo que ocurrió, hay más, pero tienen miedo de hablar y los entiendo”, explicó.
Cabe recordar que la joven fue trasladada a la base de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) ubicada en el periférico, en donde la privaron de su libertad y la torturaron durante seis horas. La dejaron ir ya que no había cargos qué perseguir en su contra.
Todo lo que vivió, los golpes, insultos y las secuelas emocionales, se redujeron a una confusión, ya que supuestamente los elementos de la Policía se equivocaron de persona en la detención. Tras denunciar, Claudia fue vinculada a la Secretaría de las Mujeres (Semujeres) y al departamento de Psicología del Hospital Psiquiátrico de Yucatán, en donde le diagnosticaron estrés postraumático.
A consecuencia del miedo, la joven se mudó de casa, pues constantemente pasaban automóviles y camionetas blancas, y teme que se repita la historia.
Y en la Fiscalía fue remitida a la Unidad de Investigación Especializada en Delitos de Tortura, en donde la funcionaria que está a cargo de su caso la ha tratado muy bien, mejor de lo que se esperaba. “Se ha portado súper bien, es muy clara en las instrucciones”, acotó.
Sin embargo, con el defensor de oficio asignado es otro tema, pues en tres ocasiones que fue citada a declarar no coincidió con él y desconoce si es por la carga de trabajo.
«También tengo un defensor público que solo me ha visto una vez, no llegó la primera vez que me citaron, la segunda me recibió una licenciada que es su secretaria y en la tercera que fui a llevar pruebas tampoco estaba”, detalló Claudia.
Actualmente, la joven está acudiendo a psicología forense, requisito con el que debe cumplir para que al término de las sesiones se envíe el dictamen del especialista y al fin, su carpeta de investigación G4/212/2020 pueda ser judicializada.
Claudia no descansará hasta obtener lo más cercano a la justicia después de los actos de tortura a los que fue sometida por parte de los agentes del orden, que supuestamente están para cuidar a la ciudadanía.