A cinco años del feminicidio de Martha, su memoria no muere
“Todavía me pesa estar sin ella, aún es muy triste, cada año me pega mucho. Los recuerdos y cumpleaños aún duelen”, declaró Verónica, su madre.
Por Claudia Arriaga
Mérida, Yucatán, 16 de diciembre del 2020.- Hace justo cinco años, el 15 de diciembre del 2015, alguien decidió que Martha Martínez Ávila no regrese jamás a casa. La joven tenía 18 años cuando se convirtió en la primera víctima oficial de feminicidio en Yucatán. Las redes sociales se inundaron de publicaciones de búsqueda y dos días después encontraron su cuerpo en una brecha camino al municipio de Conkal.
Si ella estuviera viva, ahora tendría 23, pues su cumpleaños fue el 28 de noviembre. Pero este año, fue otro más sin fiesta. En cambio, su madre Verónica Ávila le compró un pastel y le cantó las mañanitas a sus fotografías. «Si mi hija viviera, estaría festejando diciembre, alegre y feliz”, comentó.
Cuando a Martha la privaron de la vida, fue revictimizada por algunos medios de comunicación yucatecos. Su madre, amigos y familiares se encontraron con títulos en la prensa que la acusaban de ser una acompañante, como para justificar el crimen.
A la par, Verónica Ávila tuvo que luchar contra la negativa de las autoridades de Yucatán a reconocerla como víctima de violencia de género. En el 2016, el autor del crimen fue acusado por homicidio calificado, pero gracias a la presión de la sociedad civil y activistas , el delito se reclasificó como feminicidio, el primero en la entidad.
“Me siento bien porque se hizo justicia, pero pues todavía me pesa estar sin ella. Yo sé que está bien, pero aún es muy triste, cada año me pega mucho. Los recuerdos y cumpleaños aún duelen”, detalló Verónica.
Sin importar los años, las madres que como Verónica perdieron a sus hijas, víctimas de la violencia feminicida, nunca lo superan, pero aprenden a vivir con esto. Y el dolor muchas veces se transforma en la energía para buscar lo más cercano a la justicia.
Hoy su madre nunca sabrá si Martha estaría egresando o estudiando la carrera, o tal vez cumpliendo su sueño de visitar y conocer París. Su ausencia duele mucho, pero nunca la olvidará.
Lamentablemente, como ella, al menos en las cifras oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, este año ocho hijas, hermanas, madres y amigas perdieron la vida víctimas de feminicidios.
En el caso de Martha, solo conoció la justicia por la presión del movimiento feminista y no por la voluntad de las autoridades. El 17 de octubre finalizó el juicio y el 4 de noviembre se sentenció a Felipe de Jesús García Sánchez a 35 años de cárcel por el delito de feminicidio.