Verónica Camino, ni del PRI ni del Verde
La senadora yucateca va perdiendo el poco capital político que tiene; Tonatiuh Villanueva y Roger González fueron sutilmente castigados; en las tiendas ISSTEY ya no hay bolsas de plástico.
Por Redacción.
Mérida, Yucatán, 5 de julio de 2019.- La senadora yucateca Verónica Camino Farjat ha estado perdiendo el poco capital político que tenía en su incipiente carrera, al grado que no le ha quedado de otra que alejarse del PRI, el partido que la impulsó. Y en el Verde Ecologista, al que representa en la Cámara Alta, no es bien recibida, pues llegó con posturas conflictivas a pesar de que le consiguieron una secretaría en la Mesa Directiva.
Como se sabe, la legisladora alcanzó un escaño en el Senado al ser postulada por ambos partidos políticos en el proceso electoral pasado, candidatura que fue severamente criticada porque no contaba con una fuerte estructura partidista propia, ni mucho menos una amplia trayectoria política.
Camino Farjat pertenecía al grupo de Víctor Caballero Durán, quien prácticamente presionó para que fuera parte de la fórmula del PRI para la senaduría por Yucatán. Pero todo cambió al finalizar los comicios y llegó a su curul, pues al parecer no cumplió con ciertos acuerdos políticos con dicho priísta, se pelearon y la relación acabó.
En el Verde Ecologista tampoco tiene simpatías, pues trascendió que en sus primeras semanas en el Senado tomó una actitud prepotente al amenazar con cambiarse a otra bancada. De haberlo hecho, el partido del tucán corría el riesgo de perder su grupo parlamentario, por lo que ella utilizó esa posición como herramienta de presión.
Y esa presión fue más allá, pues como se recordará, al verse replegada del PRI yucateco, exigió a la dirigencia del Verde que la nombrara delegada nacional del Comité Ejecutivo en la entidad. Pero ese puesto sólo es un membrete, sin injerencia real en las decisiones partidistas locales y tampoco se le ha visto trabajar a favor de la militancia.
Para colmo, en los pasillos del Senado se sabe que Camino Farjat tiene una pésima relación con su compañero de fórmula, Jorge Carlos Ramírez Marín, de quien “se colgó” en las elecciones del 2018. En los hechos, la legisladora hace meses que dejó de ser priísta y como Ecologista difícilmente construya un futuro político.
Dos funcionarios estatales que han dado dolor de cabeza al Gobierno de Yucatán fueron sutilmente castigados, pues en vez de ser despedidos les “intercambiaron” sus puestos. Aunque en los dichos, de manera oficial no se dieron a conocer las razones de ese cambio, todo parece indicar que era necesario para evitar escándalos futuros.
Roger González Herrera ya no es el director Consejo Estatal de Población (Coespo), luego de la lamentable polémica que se generó por una publicación en redes sociales en el que la dependencia “felicitó” a las niñas y adolescentes por ser madres, romantizando el embarazo en menores de edad.
En un principio fue suspendido 30 días sin goce de sueldo, pero los altos mandos del gobierno optaron por mandarlo a otra instancia, a la dirección de Asuntos Agrarios, en donde ya estaba incomodando el entonces director Tonatiuh Villanueva Caltempa.
Dicho experredista estuvo en el ojo del huracán, pues en lugar de enfocarse en sus labores como funcionario público le dedicaba mucho tiempo a sus actividades para conformar un nuevo partido político. Además, se rumoró que permitía que litigantes particulares usaran esa dependencia en juicios ante el Tribunal Unitario Agrario.
Este primer enroque en el Gobierno del Estado sin duda limitará a Villanueva Caltempa, quien luego de ser el principal impulsor del “Frente por México” en Yucatán para unir al PRD con el PAN en las elecciones del 2018, ahora tendrá que conformarse con despachar en una pequeña oficina gubernamental sin grandes atribuciones.
A menos de un mes de que el Congreso del Estado aprobó eliminar el uso y la venta de bolsas de plástico, en las tiendas del ISSTEY ya dejaron de repartirlas en las cajas registradoras, lo que tomó por sorpresa a sus clientes.
Esos comercios del Gobierno del Estado “dieron el ejemplo”, pero al parecer no toda la gente que ha estado yendo a comprar –la mayoría burócratas- está enterada de que ese cambio fue tan repentino, por lo que hubo quienes vivieron momentos incómodos porque no tenían cómo cargar sus mercancías.
Por cierto, hay que recordar que la reforma aprobada en la Ley de Gestión Integral de Residuos contempla que sí se podrán seguir utilizando bolsas de plástico, siempre y cuando al menos el 30 por ciento de su material sea biodegradable. Además la prohibición es gradual, por lo que el primer año se aplicaría en supermercados y restaurantes ubicados cerca de la costa o de áreas naturales como cenotes.
En fin, las tiendas ISSTEY o se adelantaron mucho, o tienen amplia consciencia ambiental o dejaron de dar bolsas para ahorrarse dinero.
Dichos y hechos es una columna de opinión elaborada con aportaciones de periodistas y colaboradores de Haz Ruido.