Rommel Pacheco, el atleta consentido del PRI
En los dichos, el clavadista no tenía empacho en alabar todas las acciones que los gobiernos priístas realizaron por el deporte en Yucatán, y en los hechos se convirtió en uno de los personajes más activos de ese partido. Los panistas de cepa lo recuerdan bien.
Por Herbeth Escalante*
Mérida, Yucatán, 26 de enero de 2021.-Habían pasado apenas cinco días de que el atleta yucateco Rommel Pacheco Marrufo ganó la medalla de oro en la Copa Mundial de Clavados 2016 en Brasil y ya estaba en la oficina del entonces gobernador priísta Rolando Zapata Bello. Lo fue a visitar en el Palacio de Gobierno para enseñarle la presea, para tomarse la fotografía juntos, para abrazarlo en un encuentro privado y contarle la anécdota del himno mexicano.
“Rommel Pacheco visita al gobernador” se leía en los distintos medios de comunicación que difundieron el boletín oficial, tal cual lo envió el Gobierno del Estado desde su oficina de prensa. “Yucatán es uno de los estados en los que el deporte está creciendo debido al fuerte impulso que recibe de sus autoridades”, declaró en esa ocasión el clavadista olímpico, alabando la administración de Rolando Zapata.
Y sí, en los dichos el atleta no tenía empacho en aplaudir todas las acciones que los gobiernos priístas realizaron por el deporte en la entidad. En sus discursos de los eventos oficiales siempre agradecía y destacaba la infraestructura y los apoyos entregados. En los hechos,era un deportista agradecido con el régimen priísta.
Rommel siempre fue un orgullo para las administraciones emanadas del PRI, pues lo presumían y consentían todo el tiempo, se colgaban de sus triunfos y se lo retribuían, no sólo con homenajes, también con dinero. Él, por su parte, correspondía esos cariños y se convirtió en un personaje cercano al tricolor.
Zapata Bello le entregó la Medalla al Merito Deportivo en dos ocasiones, con su respectivo estímulo económico, y bautizó el Centro Acuático del Complejo Deportivo Kukulcán con su nombre. En la ceremonia, el príista le agradeció «por poner en alto el nombre del pueblo de Yucatán, por lo que ha hecho y lo que representa».
En una de esas ceremonias, Rommel no dudó en lanzarle loas a su gestión: “Nada de esto sería posible sin el apoyo decidido del Gobierno del Estado, gran promotor del deporte en la entidad, que se ha preocupado por acercarnos los medios necesarios que nos permitan alcanzar un desarrollo óptimo de nuestras capacidades y demostrarlas en cada una de las competencias”.
La expriísta Ivonne Ortega Pacheco también se tomaba fotos con el clavadista y le entregó la misma medalla dos veces, en reconocimiento a su carrera deportiva. El estímulo, al menos en la del año 2011, fue de 36 mil pesos.
“En este período de Gobierno, los resultados en el deporte yucateco se ha incrementado, tanto en Olimpiada Juvenil como en eventos internacionales, gracias al apoyo que se ha brindado y a la infraestructura de calidad con la que contamos, lo que ha permitido que cada atleta tenga buenas competencias”, sostuvo el atleta, al exaltar el trabajo de la entonces gobernadora.
Es más, en 2016 fue reconocido en la Cámara de Diputados por su triunfo en la prueba de trampolín en Río de Janeiro. El halago se concretó con las gestiones del legislador que presidía la Comisión de Deportes en San Lázaro… sí, otro yucateco, un priísta, Pablo Gamboa Miner, su próximo adversario en las elecciones.
Rommel Pacheco se está alejando del mundo deportivo y ahora quiere ser político, pero no con el PRI, no a lado de quienes lo glorificaron, porque para muchos ese partido está en desgracia. Prefirió abanderar al PAN, porque ese partido es el que ahora gobierna en Yucatán, porque quizás piensa que es más cómodo ganar los comicios del distrito III respaldado por el poder.
Pero la militancia panista sabe bien que él era el atleta consentido del PRI, que no dudaba en celebrar las acciones de gobierno de Zapata Bello y Ortega Pacheco, que era uno de sus personajes más activos. Por eso está enojada.
Sí, los panistas de cepa no ven con buenos ojos que el gobernador Mauricio Vila Dosal y el presidente de ese partido, Asís Cano Cetina, imponen a un actor cercano al PRI a competir en los comicios venideros para ocupar una curul que podría ser de ellos.
Quienes dirigen al PAN de Yucatán ahora se quieren colgar de la fama de Rommel para tratar de por fin recuperar dicho distrito. No les importa su carrera deportiva ni su proximidad con PRI, sólo no quieren volver a perder ante desconocidos en esa demarcación, como ocurrió en 2018.