Otro dolor de cabeza en el PRI
El resultado de la elección interna del tricolor en Yucatán se podría caer; no se descarta otro préstamo para más cámaras; llegada de AMLO afecta finanzas de Tonatiuh Villanueva .
Por Redacción
Mérida, Yucatán, 16 de mayo de 2019.- Pues resulta que en el PRI de Yucatán están preocupados ante la posible llegada de un presidente interino en el comité estatal, pues todo parece indicar que no se avalaría el virtual triunfo de Francisco Torres Rivas en la elección interna de hace unas semanas, tras las fuertes acusaciones de que se cometieron irregularidades vergonzosas.
Como se sabe, el alcalde de Sucilá, Diego Lugo Interián, quien compitió en ese proceso, impugnó los resultados ante la Comisión de Justicia del partido argumentando ilegalidades, como por ejemplo, que en algunas localidades votó el 100 por ciento del padrón, aún cuando había personas fallecidas entre la militancia.
De hecho esa sería una de las razones por las que Torres Rivas todavía no ha asumido el cargo, pues sigue sin resolverse el procedimiento jurídico y existen posibilidades de que la elección interna del tricolor “se caiga” y que incluso se tenga que repetir.
En el PRI yucateco se habla de que son tantas las inconsistencias que aunque el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) rechace el recurso de Lugo Interián, lo más seguro es que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le dé la razón y todo se venga para abajo.
En cuanto se resuelve ese panorama complicado para dicho instituto político, una solución que se está analizando sería nombrar a un dirigente interino, lo que en los hechos evidenciaría que no supieron –o no quisieron- organizar correctamente la elección interna y lo que es peor, que siguen vigentes viejas prácticas que se presumen fraudulentas.
No faltaron los dichos que apuntan que en el PRI no funciona eso de abrirse a la militancia y apostarle a la democracia y que por lo contrario, “la mejor solución era continuar con su arraigada tradición del dedazo”.
En otros hechos, es una realidad que mantener los altos niveles de seguridad en la entidad implica invertir fuertes cantidades de dinero para la adquisición de tecnología e infraestructura policiaca, por lo que no se descarta que la presente administración estatal recurra pronto a un préstamo para comprar más equipamiento, en especifico cámaras de videovigilancia.
El gobernador Mauricio Vila Dosal ha dejado entrever esta posibilidad, pues en eventos públicos recientes señaló que actualmente existen 2 mil 248 de estos aparatos instalados en diferentes puntos del territorio y que la idea es llegar a 5 mil 768, los cuales se colocarían principalmente en municipios del interior del estado.
Eso sí, también ha recalcado que en las arcas estatales no hay dinero suficiente para adquirirlas, pues se requieren de una inversión de aproximadamente 2 mil 500 millones de pesos.
Por lo pronto ya dijo que está preparando un “proyecto muy importante” el cual presentaría ante cámaras empresariales y diversos sectores de la sociedad para ver la manera de conseguir dicha infraestructura que, sin duda, ha sido vital para resolver hechos delictivos en los últimos años.
¿Pero de dónde sacaría el dinero? No se descarta la posibilidad de solicitar algún tipo de préstamo, quizás con algún banco u otra instancia, ya que crear un nuevo impuesto para recabar recursos no sería una opción bien vista por muchos.
Claro, no hay que olvidar que todavía se están pagando los cerca de mil 500 millones de pesos del proyecto de seguridad Escudo Yucatán que lanzó el mandatario anterior, Rolando Zapata Bello, el cual implica la afectación de un 25 por ciento del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de Entidades Federativas durante 15 años.
Quien no está nada contento con la llegada de la izquierda al poder es el actual director de Asuntos Agrarios del Gobierno del Estado, Tonatiuh Villanueva Caltempa, pues como se sabe, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha dejado claro que se dejará de entregar recursos “a intermediarios”, lo que representa un fuerte golpe al grupo campesino que dirige, tras bambalinas, en Yucatán.
Como se sabe, en los últimos años dicho funcionario, quien se dice progresista, ha estado al frente de una organización llamada Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC), a la cual únicamente se le ubica por encabezar diversas protestas en oficinas de delegaciones federales y dependencias estatales para exigir el pago de apoyos a hombres y mujeres del campo.
Al ex regidor perredista, quien fue premiado con el mencionado puesto que ostenta en el gobierno por apoyar abiertamente a Vila Dosal en la campaña pasada, se le habría acabado su “minita de oro” porque AMLO ya dejó claro que no se le dará dinero a dichos grupos que chantajeaban al gobierno y que se quedaban con los apoyos de sus agremiados.
Sin duda se trataría de una grave afectación a las finanzas de la organización de Villanueva Caltempa, quien ahora trae el discurso de que se unirá a un movimiento nacional que fungirá como “bloque opositor al gobierno de López Obrador”. ¿Qué pensará al respecto su jefe Vila?, quien por cierto presume tener una buena relación con el presidente.
Dichos y hechos es una columna de opinión elaborada con aportaciones de periodistas y colaboradores de Haz Ruido.