Funcionarios tienen prohibido presumir excesos navideños
Dichos y hechos: se cancelan las posadas en las dependencias estatales y advierten a los altos funcionarios no subir fotos a redes sociales de sus paseos privados o fiestas decembrinas.
¿Con el reemplacamiento vehicular del próximo año se condonarían las multas de tránsito?
En el conflicto del PRI, la diputada y secretaria general, Lila Frías, evidenció que las decisiones en ese partido las toman los hombres.
Por Redacción.
Mérida, Yucatán, 13 de diciembre de 2019.- La austeridad del gobierno de Mauricio Vila Dosal “apagó” el espíritu navideño en las oficinas estatales, pues los altos funcionarios, jefes de departamento y directores fueron advertidos de que no pueden celebrar posadas en esta época de fin de año con los burócratas, bueno, al menos no con recursos públicos ni en horario laboral.
Los secretarios y titulares de dependencias recibieron un mensaje navideño, pero para recordarles que se tienen que apretar el cinturón hasta en la recta final del 2019, por lo que las tradicionales celebraciones decembrinas están totalmente prohibidas.
Pero el exhorto que más atención llamó, es que tienen prohibido subir fotografías a sus redes sociales celebrando la navidad, en paseos privados o en posadas, que puedan prestarse a “malas interpretaciones”.
Es decir, si los altos funcionarios tienen pensando darse una escapadita en esta navidad a otra ciudad o fuera del país, lo conveniente es que no lo presuman en las redes virtuales, claro, para evitar escándalos.
Tampoco pueden presumir cómo, dónde y con quiénes celebran sus posadas, quizás a manera de prevención de exposición de posibles excesos, que como se sabe, suelen ocurrir en esta época de aguinaldos y regocijos.
En estos tiempos en los que los dichos del discurso oficial se basan en la austeridad y que fue uno de los temas recurrentes en el análisis del presupuesto, en los hechosguardar las apariencias también es importante, así que las abundancias y las pachangas navideñas sólo en privado y sin fotos.
En otros hechos, resulta que entre las nuevas disposiciones aprobadas en el Paquete Fiscal es que el próximo año habrá reemplacamiento vehicular en Yucatán, medida que nunca va a ser bien recibida por la ciudadanía, no sólo porque representa un gasto no planeado, sino por lo engorroso que resulta hacer el trámite en las instalaciones policiacas.
Pero además, es un mecanismo eficiente para que el gobierno del Estado recaude más recursos, pues como se sabe, los automovilistas deben estar al día en el pago de multas de tránsito o recargos para poder cambiar sus matriculas. Es decir, otro gasto extra para quienes son morosos, quienes seguramente no son pocos.
Quizás una medida para pasar este trago amargo es que el gobernador Mauricio Vila anuncie con bombo y platillo que va a condonar el cobro de estas infracciones a cambio de que la ciudadanía acuda a canjear las placas. Tendría que aprovechar estás fechas de paz y reconciliación ¿o no?.
¿Y por qué también le funcionaría esta estrategia? Primero, porque a nadie le gusta para más derechos o impuestos y, segundo, porque el objetivo del reemplacamiento siempre ha sido tener en orden el padrón vehicular de Yucatán como una acción de seguridad pública, por lo que, supuestamente, la recaudación de dinero no debe ser lo importante. ¿Será?
Independientemente del enfrentamiento de las y los diputados del PRIcon su dirigente, Francisco Torres Rivas por la aprobación del presupuesto 2020, lo más sorprendente es que salió a la luz pública que el comité directivo estatal está totalmente quebrado, pues la propia secretaria general, la legisladora Lilia Frías Castillo, fue una de las que pidió la cabeza de su compañero de fórmula.
Incluso se refirió a “Panchito” como un político que toma malas decisiones y que manipula a la gente, además, lo acusó de que ignora sus opiniones y que no la considera en las acciones partidistas.
De igual forma evidenció otra realidad vigente en los partidos políticos de Yucatán: todas las decisiones las toman los hombres y, por lo tanto, prevalece la inequidad de género.
Los dichos de Lila Frías pueden interpretarse como un acto de rebeldía, que quizás ya estaba cansada de que en la dirigencia del partido la traten como un adorno y pues aprovechó el conflicto entre la bancada y el presidente estatal para manifestar esa inconformidad.
Claro, no faltó quien la tachara de traicionera y que debió conducirse institucionalmente en este problema interno en el PRI en su carácter de secretaria general. Lo que sea, ella simplemente ya no quiere trabajar y/o está harta de Torres Rivas.
Dichos y hechos es una columna de opinión elaborada con aportaciones de periodistas y colaboradores de Haz Ruido.