Controversia por transgénicos no se discutió a fondo
En el estudio en el que se echó atrás el Decreto que declaraba a Yucatán como zona libre de cultivos transgénicos, faltó que la SCJN resolviera a partir de la protección de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales.
Por René Ramírez Benítez*
Mérida, Yucatán, 26 de septiembre de 2019.-Recientemente, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió una Controversia Constitucional (233/2016) que promovió el Gobierno de Enrique Peña Nieto al Decreto 418/2016 emitido por el exgobernador Rolando Zapata, en el cual decretó al Estado de Yucatán como una “zona libre de cultivos agrícolas con organismos genéticamente modificados”.
Antes que nada, debemos entender que un Organismo Genéticamente Modificado o conocido por sus siglas como OGM, es como su nombre menciona, un “organismo cuyo material genético ha sido modificado de una manera que no se produce de forma natural en el apareamiento o recombinación natural” (Schaper Marianne y Parada Soledad, 2001, pág. 8) o desde un aspecto jurídico, como menciona la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados: “cualquier organismo vivo, con excepción de los seres humanos, que ha adquirido una combinación genética novedosa, generada a través del uso específico de técnicas de la biotecnología moderna”.
Podemos apreciar desde una primera revisión, que los OGM son parte del avance e impacto tecnológico en el desarrollo, sin embargo, existe un extenso y complejo debate en torno a este fenómeno moderno. Si bien, existen beneficios en su uso como el producir cultivos resistentes a plagas y virus, así como una mejora alimenticia, desde el aspecto social, se ha visto una dinámica empresarial peligrosa en donde existen casos documentados en los cuales se han violado de manera sistemática los derechos humanos de los pueblos originarios en la adquisición de los terrenos para el uso de cultivo, así como “procesos de monopolización que llevan hacia una concentración de actividades agroempresariales en manos de pocas empresas transnacionales[…]”(Oswald Úrsula, 2001).
Independientemente de la discusión de fondo, la SCJN en dicha determinación invalidó el Decreto haciendo un análisis desde la competencia. ¿A qué me refiero con esto? Bueno, nuestro máximo tribunal estableció que la regulación en la materia de alimentos de esta naturaleza, pertenece a la Federación, debido a que la ley reguladora de los OGMs, establece explícitamente a la Secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural como la autoridad responsable y ente obligado para poder involucrarse en toda la operatividad en las actividades que involucren a estos organismos.
En ese sentido, las entidades federativas no pueden legislar en la materia argumentado desde una perspectiva del sistema federal, la distribución de competencias y que “ni constitucional ni legalmente pueda sostenerse que el Poder Ejecutivo del Estado de Yucatán tiene facultades conferidas expresamente para declarar zonas libres de organismos genéticamente modificados”.
Aunado a esto, la Controversia resuelta por la Corte exhorta a la autoridad federal “para que dé respuesta a las solicitudes presentadas por diversas comunidades del Estado de Yucatán en relación con el establecimiento de zonas libres de OGMs”. Cabe mencionar, que la Ministra Piña Hernández expuso un argumento sumamente importante, haciendo referencia a que la protección del medio ambiente y la salubridad es una competencia concurrente, lo cual significa que existe la facultad de ser regulada tanto a nivel federal como local.
Sin duda alguna, el tono con el cual la SCJN resolvió el asunto tuvo un efecto de no entrarle a un estudio de fondo del tema y resolver respecto a la protección de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientes que envuelven a dichos organismos, pudiendo ser una oportunidad perdida para delimitar las acciones estatales en estos temas.
Podríamos especular en el porqué, pero es claro que desde nuestra trinchera local debemos apostar a escuchar y atender las demandas de las personas afectadas por cualquier practica que involucre los OGMs sin introducirnos a un falso debate político o ideológico. Como dijo la activista Greta Thunberg: “quizás los políticos no tienen la suficiente madurez para entenderlo”.
*Analista político y columnista en diversos medios de comunicación.Correo: [email protected]