Caso O´Horán, mal manejo de crisis
Dichos y hechos: el secretario de Salud tardó mucho tiempo en fijar una postura; Morena le pone candado a Díaz Mena; ganó la homofobia que forma parte de la cultura yucateca.
Por Redacción.
Mérida, Yucatán, 18 de abril de 2019.- Las autoridades de salud se tardaron mucho, muchísimo, casi 24 horas, para fijar una postura ante el lamentable caso del joven con parálisis cerebral que falleció afuera del Hospital General “Doctor Agustín O´Horán” en brazos de su madre.
Y mientras las redes sociales se incendiaban señalando que el personal “le negó atención” al paciente originario de Oxkutzcab, la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY) guardó silencio, no daba explicaciones, no quedaba claro qué fue lo que realmente ocurrió.
En situaciones delicadas como ésta, en la que una persona perdió la vida, y ante las imágenes desgarradoras de su mujer llorando y cargando el cuerpo de su hijo, cuesta trabajo entender por qué se quedaron callados tanto tiempo.
El Gobierno del Estado ha hecho énfasis en la urgencia de solucionar los problemas que desde años padece Yucatán en este rubro, por tal razón se esperan respuestas oportunas cuando ocurren tragedias como ésta, pues ante el silencio queda en entredicho la calidad de la prestación de servicios del mencionado nosocomio público.
Pareciera que en esta primera prueba, al secretario de Salud, Mauricio Sauri Vivas, le costó trabajo el manejo de crisis. Se demoró mucho en precisar que realizarán una investigación profunda en torno a los hechos, así como los protocolos de atención y en informar sobre las condiciones del paciente.
Y en medio de este escándalo, al interior de la SSY se escucharon voces que cuestionaron la experiencia de su titular, de quien se sabe poco. No faltaron las críticas en torno a que le dieron un cargo tan importante a un radiólogo sólo por ser amigo del gobernador Mauricio Vila Dosal, con quien jugó futbol en la juventud. El funcionario Sauri tiene seis años para callar con su labor a quienes lo critican.
En otros hechos, todo parece indicar que en Morena Yucatán no permitirán posibles operaciones políticas del súper delgado Joaquín Díaz Mena al interior de ese instituto, además de que no están contentos con las posiciones que está amarrando para colaboradores suyos en las delegaciones federales de la entidad.
Por lo pronto, el presidente de ese partido, Mario Mex Albornoz, ya recalcó que para la renovación de las dirigencias sólo podrán participar afiliados que formen parte de un padrón del 2017. Es decir, el expanista no podrá intervenir en ese proceso porque apenas se afilió en diciembre pasado.
Se trataría de un “candado” para que Díaz Mena “no se apodere” de dicho partido para sus futuras intenciones políticas, pues las y los morenistas saben bien que experiencia le sobra cuando se trata de operar en temas electorales.
Por lo pronto, el originario de San Felipe ya le consiguió chamba a otro cercano suyo, Domitilo Carballo Cámara, a quien hace unos días nombraron como encargado de la oficina de Representación del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI).
Él fue quien lo sustituyó cuando dejó su curul en la Cámara de Diputados y claro, le conviene tener a un fiel colaborador en una dependencia tan importante que podría servirle más adelante, en los tiempos de búsqueda de votos. En fin, Díaz Mena sigue con su tercera transformación, del PRI al PAN ya pasó mucho tiempo, ahora tiene los colores de Morena.
A una semana de que el Congreso del Estado rechazó la iniciativa de ley que buscaba legalizar el matrimonio igualitario en Yucatán, la indignación y las críticas continúan. Aún prevalece el enojo de que entre rosarios y el anonimato, cayeron quince votos en contra y sólo nueve a favor.
Para muchas personas, ganó la intolerancia, el elitismo religioso, pero, sobre todo, de nuevo triunfó la homofobia que sigue siendo parte de la cultura yucateca.
Hay quienes dicen que la culpa de que la propuesta no haya sido aprobada no fue de quienes emitieron su voto a escondidas, más bien, la responsabilidad es de los sectores a los que representan.
Para algunos, el hecho de que existieran nueve votos a favor incluso fue una sorpresa, pues demuestra un crecimiento político del movimiento LGBT en nuestras tierras. Pero bueno, hay que ser optimistas, algún día quienes exigen respeto a sus derechos humanos y la erradicación de la discriminación saldrán a desafiar a los opositores de sus ideales como precisamente lo hacen ellos, los conservadores, en masa.
Dichos y hechos es una columna de opinión elaborada con aportaciones de periodistas y colaboradores de Haz Ruido.