La devoción del oriente
Entre fervor religioso y fiesta de pueblo, Tizimín venera a los Reyes Magos.
Por Hugo Borges
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Tizimín, Yucatán, 8 de enero de 2019.- Tizimín está de fiesta, Los Reyes Magos, santos patronos de esta localidad mestiza, llegaron al Oriente de Yucatán, por lo que se respira fervor religioso, un aroma a comida tradicional y adrenalina en el ruedo.
Con una magna vaquería engalanada por colores y compases de tres cuartos, la población le dio la bienvenida a los ídolos. Por su parte, la feligresía hizo fila al llegar con plantas de ruda en las manos para venerar a estos tres personajes, símbolo de una conquista española ahora transformada en sincretismo.
El muestras de fe recaen en una habitación aledaña a la nave principal de la iglesia de los Santos Reyes, en donde miles de velas se prenden y extinguen, como si fuera un ciclo de la vida misma durante estos días sagrados. Rezos, voladores, jarana y mariachi se escuchan en diferentes lugares de este místico santuario.
A medianoche, se encienden petardos que hacen cimbrar los cimientos de los edificios coloniales mientras se celebra a las figuras con coronas que son exhibidas en cada rincón del pueblo.
El olor del carnero asado hace salivar desde el primer momento en que uno llega a la plaza de toros artesanal, que cuenta con tres pisos y es la única en su tipo en esa región de Yucatán. El ruedo se viste de gala con valientes jinetes y toreros, que con sus trajes de luces y grandes faenas dejan sin aliento al público que cada año arriba a la ciudad de los Reyes.