Arte y misticismo de tres culturas llega al Museo de la Ciudad
El artista mixteco Abel Vázquez celebra 16 años de influencias artísticas en el Mérida Fest.
Por Redacción
Mérida, Yucatán, 21 de enero de 2021.-Una mezcla de influencias de arte mixteco, maya y mexica que enriquecen el lenguaje plástico encierra la colección “Alientos y susurros del Mayab. 16 años de influencias” del artista Abel Vázquez que a partir de hoy comenzará su estancia en el Museo de la Ciudad de Mérida.
Abel es un artista visual mixteco, oriundo de Oaxaca y celebra 16 años de vivir en Mérida, y 45 años de trayectoria artística, lo cual lo ha motivado a realizar obras en pequeñas y grandes narrativas que se dan paso a través de la pintura, escultura, bocetos, dibujos y tapices, compartió esta tarde en un encuentro con los medios de comunicación en el museo.
Esta colección forma parte de las actividades de artes visuales del Mérida Fest 2021 “La trova va, una fiesta responsable”.
El artista se siente bendecido por estar en esta tierra. Ha migrado y se ha adaptado a diferentes residencias, enriqueciendo así su lenguaje plástico, dejándose influenciar por todo, la añoranza por su tierra y su cercanía con sus raíces. Su abuela, unida al chamanismo y la espiritualidad como medio de sanación, cobran importancia protagónica aludiendo a todo aquello que da forma a una mitología personal de un mundo mágico vivido intensamente en la infancia, siempre ligado a la tierra.
Su formación profesional la realizó en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda” (generación 1977-1982) egresando como escultor, para posteriormente desarrollarse con plenitud y de forma magistral principalmente en el área de la pintura.
Es precisamente la influencia de sus raíces, su paso por el arte del centro del país y la riqueza de la cultura maya la que refleja en cada trabajo expuesto.
En sus obras aborda diversos temas inspirados en la mujer, la tierra, elementos fundamentales como la tierra, el fuego, aire y agua; otros tiene que ver con sus sueños, la familia, pequeños detalles con los que se ha topado en la vida y el arte, detalló. “Soy artista por la necesidad de satisfacer mi felicidad, esa emoción que día a día sigue presente en cada obra”.
Los tapices fueron logrados por la década de los noventas, lo mismo que algunos dibujos, mientras que toda la obra pictórica fueron creados en Mérida.
Su proceso creativo parte de las vivencias que experimenta, pasando del dibujo a la acuarela donde las historias comienzan a plasmarse. De ahí surgen narrativas que crecen y pasan a las telas, al acrílico -una técnica que le ha encantado-, y materiales diversos.
Sobre la pandemia que se vive y que ha orillado al encierro a la sociedad, comentó que la ve como cualquier otra enfermedad que le permitió estar trabajando un poco más. “Dejar de ver a la gente me impactó porque ese contacto visual es el que me alimenta, pero el arte sigue su camino”.
En la colección destaca el dominio que el artista tiene en el color, así como ejemplos desde los inicios de sus procesos creativos llevados a diversas técnicas, además del acrílico y acuarela, las mezclas de arcillas, arenas y pigmentos en polvo. Aborda también el dibujo y el tapiz tejido a mano en colaboración con la maestra artesana Esther Ortiz, así como el desarrollo de diversas técnicas de la escultura, dando vida a un mundo místico, onírico y espiritual.
Cada obra cuenta con código QR que enlaza a la página de la Galería Nahualli Casa de los Artistas donde se puede obtener más información de los trabajos.
José Manuel Civeira García, jefe del Museos, expuso que para el Museo de la Ciudad es importante mantener la apertura y acercamiento con los artistas, sobre todo en los tiempos difíciles que se están viviendo.
La apertura de la exposición “Alientos y susurros del Mayab. 16 años de influencias” de Abel Vázquez se realizará este viernes 22 de enero, a las 11 de la mañana y estará expuesta de dos a tres meses en el primer piso del museo (ala norte).
El espacio cultural se puede visitar de martes a viernes de 9 a 16 horas, sábados y domingo, de 10 a 16 horas. La entrada es gratuita, con aforo controlado a 26 personas por piso.