Difícil echar para atrás el Tren Maya; el gobierno ya incumplió
Los megaproyectos que pretenden instalarse en Yucatán no toman en cuenta toda la regulación establecida para con los pueblos originarios, además de que están provocando procesos de especulación de la tierra y que haya empresarios que se quieran apropiar de los territorios engañando a la población.
Por Herbeth Escalante
Mérida, Yucatán, 12 de noviembre de 2019.-A pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador prometió en su más reciente visita al estado que el proyecto del Tren Maya no se impondrá y que las comunidades indígenas serán consultadas sobre este tema, el profesor e investigador de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), Aurelio Sánchez Suárez, declaró que será complicado echar para atrás esa obra, porque el gobierno no va a desestimar las inversiones que ha hecho en los últimos meses.
De hecho, el también coordinador de la Unidad Ciencias Sociales (UCS) del Centro de Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi”, sostuvo que la administración federal ya incumplió lo que la ley establece, porque no hizo la mencionada consulta a la población maya de manera previa.
“Es una violación a los derechos de los pueblos originarios, todo proyecto que quiera desarrollarse en comunidades auto-adscritas como indígenas tiene que ser sometido a consultas y el Tren Maya no se ha hecho”, recordó.
El doctor Sánchez Suárez explicó que lo mismo está sucediendo con otros proyectos de inversiones que se pretenden instalar en comunidades indígenas de Yucatán, como los parques eólicos y solares, que únicamente se están considerando a partir de la economía internacional.
“Y a los pobladores se les ve sólo como mano de obra, no se les involucra en un beneficio mayor. El meterlos en una dinámica de trabajo diferente ha afectado mucho en la pérdida de patrimonio biocultural que distingue a Yucatán y la zona maya”, agregó.
Indicó que estos megaproyectos no toman en cuenta toda la regulación establecida para con los pueblos originarios, además de que están provocando procesos de especulación de la tierra y que haya empresarios que se quieran apropiar de los territorios engañando a la población.
Agregó que el dinero que supuestamente traerán estos proyectos a las comunidades será muy poco y no abatirá la pobreza, además de que no hay propuestas de cómo éstos no afectarán la forma de vida de los pobladores ni su filosofía de conservación de la biodiversidad.
Sobre las repercusiones que generarían estos proyectos de inversión, el investigador social puso como ejemplo el Porfiriato, etapa en la que México creció económicamente a costa de los pueblos indígenas.