Ivonne Ortega, de la fotografía al retrato
El verdadero retrato de la exgobernadora es que se ha mantenido vigente en la política con base en las controversias.
Por Herbeth Escalante
Mérida, Yucatán, 12 de septiembre de 2019.- Hace nueve meses, Ivonne Ortega Pacheco publicó en sus redes sociales una fotografía en la que aparecía flanqueada por diversos liderazgos del PRI de Yucatán y, de esta forma, anunció que conformarían una planilla rumbo a la renovación del Consejo Político Estatal de ese partido.
La imagen tuvo la intención en ese entonces, según los dichos que trascendieron en los círculos políticos, de mandar un mensaje de una supuesta unidad para tratar de “revivir” al partido tras los negativos resultados electorales del 2018.
Hubo algunos optimistas trasnochados que incluso aseguraron que se trataba de “una gran alianza histórica” y no faltó quien pensara que en los hechos fue un desafío al grupo político de Rolando Zapata Bello.
Esa vez, Ortega Pacheco posó acompañada del senador Jorge Carlos Ramírez Marín, de los exdiputados Pablo Gamboa Miner y Francisco Torres Rivas, del exmandatario Federico Granja Ricalde y del recién estrenado presidente del Congreso local, Felipe Cervera Hernández, entre otros. Sonrieron y se abrazaron, como si en realidad hubiera el propósito de levantar al tricolor.
Pero pasó el tiempo, la originaria de Dzemul se inscribió como candidata a la presidencia del PRI nacional e inició una campaña en contra de lo que llamó “la cúpula”, a la cual culpó de la aparatosa derrota electoral. Hizo fuertes acusaciones en contra de esa elite, como si ella nunca hubiera pertenecido a ésta.
Perdió, estrepitosamente, debilitada en su propio partido y en su propio estado. En sus dichos, hubo traiciones y fraude, pero no impugnó la elección interna argumentando que no quiso causarle mayor daño al PRI y finalmente, tomó la decisión de renunciar a la militancia, a pesar que había prometido no hacerlo.
Desde su salida del tricolor surgieron versiones de que se sumaría a las filas de Morena, luego que fundaría su propio partido y más recientemente que los reciclados y desgastados promotores de Futuro 21 ya tuvieron un acercamiento con ella.
Ahora se habla de un coqueteo con Movimiento Ciudadano, sólo porque asistió al homenaje del excandidato presidencial Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano que organizó ese partido. Pero la realidad es que a ese acto acudieron políticos de todos los colores y difícilmente la dirigente estatal Silvia López Escoffié, permita la llegada de una persona a la que tanto ha criticado.
Y bueno, a varios meses de aquella fotografía, en los hechos todo parece indicar que Ivonne Ortega se fue de su partido porque se dio cuenta que ya no pertenecía a esa pregonada unidad priísta que se escucha antes y después de cada proceso electoral.
El punto final fue el anuncio que dio el presidente estatal priísta Francisco Torres Rivas en una entrevista banquetera, de que no colgarán su retrato en el Salón de los Gobernadores en la Casa del Pueblo. Es como si la estuvieran borrando de la historia política de ese partido en Yucatán, o quizás para que no haya ningún recuerdo de que los abandonó. O a lo mejor sólo es un protocolo partidista.
Lo paradójico es que el único retrato de una mujer en ese espacio es el de la exmandataria interina Dulce María Sauri Riancho, su antigua adversaria política, la misma que dijo que la herida que dejó en el partido con su salida cicatrizará muy rápido.
Sea como sea, el verdadero retrato de Ivonne Ortega es que siempre se ha mantenido vigente en la política con base en controversias, lo sabe bien y las propicia ella misma.
Dichos y hechos es una columna de opinión elaborada con aportaciones de periodistas y colaboradores de Haz Ruido.