Rescate de perros de Chichén tardará cuatro meses
La intención es capturar los canes de forma segura y ética, así como disminuir la población canina en los alrededores de la zona arqueológica.
Por Redacción.
Mérida, Yucatán, 19 de agosto de 2019.- Asociaciones protectoras de animales y el Patronato Cultur elaboraron un Plan Integral para rescatar a los perros que se encuentran en la zona arqueológica de Chichén Itzá, proceso que tardará cuatro meses y en el que se buscará garantizar su integridad.
El director de esa dependencia, Mauricio Díaz Montalvo indicó que la intención de la “Operación Rescate Perritos de Kukulkán” es cuidar a las personas que acuden a ese sitio prehispánico y dar un mejor ambiente y vida más digna a los canes.
Como se sabe, a raíz de que en redes sociales se publicó sobre la presencia de
algunos perros que andan por las escalinatas de la pirámide de Kukulkán, que
podría implicar un tema de salud pública y un riesgo para la infraestructura
milenaria de El Castillo, se inició una acción para rescatarlos.
En reunión en la sala de Juntas de Cultur, los representantes las agrupaciones Adopta,
Perpópolis y Planned Pethood, hicieron la presentación del mencionado Plan
Integral que abarca cuatro fases que se desarrollarían de septiembre de
diciembre de este año.
“Lo que buscamos con este proyecto es aplicar un plan que represente un “parteaguas” en Yucatán, sobre la forma en que se debe atacar una situación de manera ordenada y consensuada”, dijo Mauricio Díaz, quien agradeció nuevamente el interés de las agrupaciones para revolver este problema.
El funcionario dijo que el siguiente paso será que se reúna con directivos del
INAH en Chichén para ponerse de acuerdo
sobre la fecha de la siguiente visita para arrancar con el rescate.
Las fases de la “Operación Rescate” son: reconocer las áreas de alimentación de
los perros, hacer una lista para
identificar cuántos son, características físicas y de sociabilidad, promover un
ambiente de confianza con éstos -para poder atraparlos-, desparasitación y
mejora de la calidad de sus alimentos y sensibilidad al personal del INAH sobre
la importancia del proyecto y del bienestar animal.
Luego capturar de manera segura y ética a los perros que habitan en la zona arqueológica; diagnosticar de manera certera la condición física de cada animal, a fin de darles el tratamiento adecuado en cada caso. También clasificar a los animales según sus condiciones de salud y sociabilidad en adoptables o que se queden como huéspedes permanentes en Chichén Itzá.
Por último, disminuir la población
canina y felina en los alrededores de Chichén, promover en la comunidad sobre
la tenencia responsable y bienestar de los animales de compañía, promocionar a
la zona como una comunidad socialmente responsable que incluye una política
pública de salud comunitaria y programas de bienestar animal.