El Plan México en una época de incertidumbre
¿De qué va el proyecto económico, industrial y político que conducirá al país en el sexenio de Sheinbaum?
Por Andrea Tamayo Cáceres/ATACA Con Ideas
@andreatamayocs
Mérida, Yucatán, 22 de enero de 2025.- El pasado lunes 13 de enero, en la ceremonia de celebración de los primeros 100 días de gobierno, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo presentó el “Plan México”, considerado un proyecto estratégico para el desarrollo económico, equitativo y sustentable, que tiene por objetivo posicionar al país como la potencia mundial número 10, es decir, subir dos posiciones en el ranking para consolidar la visión a largo plazo del presente sexenio que representa el crecimiento económico y bienestar integral para las y los mexicanos, a pesar de las adversidades políticas y comerciales que se pueden suscitar en razón de la entrada de Donald Trump a la Casa Blanca.
Considerar este plan como el centro de partida del Plan Nacional de Desarrollo 2025 – 2030 no es descabellado, puesto que mediante la promoción de la inversión y la sustitución de la compra de insumos a países extranjeros al mercado nacional sean las que abastezcan las cadenas productivas y, por tanto, se generen más empleos.
El sector privado, a través del Consejo Asesor de Desarrollo Económico Regional y Relocalización que dirige Altagracia Gómez Sierra, juega un papel principal para la atracción de las inversiones, tanto nacionales como internacionales y, en dicha presentación, se afirmó que ya se cuenta con un estimado de dos mil proyectos de inversión, traducido en 277 mil millones de dólares, mediante ejes sectoriales estratégicos como la industria automotriz, las tecnologías de la información, el turismo, el sector energético y los bienes de consumo.
Lo interesante del “Plan México” son las trece metas para llegar al gran objetivo principal respecto a la economía mexicana y, las más destacables desde mi perspectiva, son aquellas relacionadas a fortalecer la generación de millón y medio de nuevos empleos, que el 50% de las compras públicas sean de producción nacional, así como resucitar “Hecho en México”, es decir, volver a apostar por un programa que se creó en 1978 (sí, en la época de oro del neoliberalismo) que tenía el objetivo de promover el consumo nacional.
Sin embargo, por factores como la globalización, el TLCAN, ahora el T-MEC y lo barato que se compra en plataformas asiáticas como Shein o Temu, el consumo de productos del sector del calzado, mobiliario, juguetes o ropa consumidos por las y los mexicanos se enfocó en lo proveniente de otros países. Ahora, con esta meta nacionalista se buscará potenciar la generación de empleos y la sostenibilidad empresarial mediante la lógica de recuperar a dichas industrias a través del 50% de la proveeduría y el consumo nacional.
Los Secretarios de Economía y de Hacienda y Crédito Público, Marcelo Ebrad y Rogelio Ramírez de la O, respectivamente, mencionaron como los nuevos impuestos a los productos provenientes de China puedan apoyar en la recuperación de casi 50 mil empleos en las industrias del calzado y textil en estados destacados como Guanajuato, Jalisco, Coahuila, Hidalgo, Chihuahua o Estado de México, especialmente a las micro, pequeñas y medianas empresas para que, al menos el 30% de estas, puedan acceder a financiamiento, mediante acuerdo con la Asociación de Bancos de México.
Ahora bien, uno de los retos que tendrán que afrontar las empresas que quieran sumarse al padrón de proveedores y poder ser acreedoras de inversión, será la falta de regulación por encontrarse en la informalidad y no estar institucionalizadas, al menos es lo que ocurre con un 17.3% de los emprendimientos, de acuerdo con la Asociación de Emprendedores de México.
Otro desafío es la consolidación de la industria farmacéutica mexicana mediante la producción de vacunas con biotecnología avanzada. Esto es particularmente relevante considerando los problemas que enfrentó el sector salud en el sexenio pasado, incluyendo la transición del INSABI al IMSS-Bienestar, no obstante, se planea instalar la primera planta de producción de vacunas con tecnología similar a la de Pfizer y Moderna, atrayendo a grandes empresas para que se establezcan en el país.
El plan también apuesta a la capacidad de la generación de chips semiconductores, mediante la instalación de una planta en Jalisco y la industria automotriz como la electromovilidad nos promete tener el primer auto eléctrico de nombre “OLINIA” Hecho en México para las y los mexicanos mediante tres modelos enfocados al uso personal y los utilizados para repartición de productos, con una estimación de estar disponible en el mercado entre el año 2028 o 2029 y colocar para ello, diez plantas de fabricación y ensamble en varios estados del país del norte, centro y sur mexicano, es decir, se considera que haya un desarrollo igualitario de oportunidades a lo largo de todo el territorio. También, se busca consolidar al sector aeroespacial y tener una misión mediante la construcción y ensamble de un satélite 100% mexicano.
El tiempo apremia y la Administración federal sabe que, aunque el plan se vaya a ejecutar por fases que iniciaron el pasado 15 de enero con las reuniones mensuales de seguimientos y avances, time is money, por lo que la Presidenta estará publicando en el Diario Oficial de la Federación una serie de decretos para incentivar la inversión, desde el presente mes de enero que ya inició el pasado 17 de enero con el nuevo decreto sobre la relocalización de las empresas o nearshoring, hasta abril próximo con contenidos que estarán relacionados a apoyos fiscales e incentivos, así como los Polos del Bienestar y los regímenes aduaneros especiales.
Me parece que es un documento de alto valor para lo que se quiere construir en el sexenio que, además, no fue hecho al calor de las prisas, sino que fue el resultado de más de seis meses de trabajo que se refleja en un proyecto brújula para mirar hacia el puerto que se quiera llevar al país, a pesar de la época de incertidumbre que se vive en las economías a nivel mundial.
Resulta evidente que es que un plan económico, industrial y político a mediano y largo plazo que busca el acercamiento con el sector empresarial para que crezca la economía del país y, como en todo proyecto, habrá grupos que estén celebrándolo y otros, como el sector obrero y el sindical, que se sintieron desplazados y que no se consideraron del todo sus opiniones.
La visión de la presidenta para México es ambiciosa pero viable y alcanzable, y no lo digo desde la subjetividad de mi opinión, sino desde la objetividad de las métricas y proyecciones de los analistas, economistas y empresariado que mira con buenos ojos al plan y, como dijo Altagracia Gómez, Mejor en México, porque elegir a México será la única apuesta que, a largo plazo, no nos hará perder.
La abogada Andrea Tamayo Cáceres, es una Consultora Política y Asesora Legislativa en la Cámara de Diputados, que cuenta con especializaciones en materia de género, derechos humanos, Derecho electoral y Normatividad y Legislación. Es Directora general de la Consultoría “Gestores Públicos Asociados”. www.asesoresgpa.com