Piden que se reconozca a Yucatán como un territorio kárstico de alta vulnerabilidad a la contaminación y sobre extracción.

Por Itzel Chan  

Mérida, Yucatán, 29 de octubre de 2024.-Activistas exhiben a 10 empresas que son catalogadas como las mayores extractoras de agua en Yucatán, por lo que le piden a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) que regule las concesiones, además que exigen a los gobiernos estatal y nacional que se reconozca al estado como un territorio kárstico de alta vulnerabilidad a la contaminación y sobre extracción.

Como parte de un proceso de análisis de la situación hecho por activistas, académicos, organizaciones ambientales y comunidades mayas, se han obtenido resultados con los que consideran que hay una crisis socio hídrica en Yucatán como consecuencia de corrupción en procesos de cambio de uso de suelo por la presencia de proyectos industriales, inmobiliarios, ganaderos y porcícolas, sumando las irregulares concesiones de agua que se otorgan a los mismos.

Cuauhtémoc Jacobo Fermat, integrante  de la Contraloría Autónoma del Agua en Yucatán, compartió que hay empresas que concentran la mayor parte del agua y por ende, esta sobreexplotación ha ocasionado que la disponibilidad del recurso pasó de  2003 a 2023 de 5.759 millones de metros cúbicos (m3) a 2.059 millones, es decir disminuyó un 64%.

Uno de los datos más alarmantes fue la presentación del listado de empresas que tienen las mayores concesiones:

De acuerdo con los datos del Registro Público de Derechos de Agua, estos son los 10 ‘millonarios’ del agua en Yucatán, es decir, titulares que tienen concesionadas más de un millón de metros cúbicos al año.

1. Enerall: empresa de uso agrícola, productora de maíz y soya, en el municipio de Tizimín, usa un total de 30 millones 812 mil 153 m3 al año.

2. Yal Plan Forestal: Empresa agrícola en Espita y su concesión es de 9 millones 232 mil 375 m3.

3. Grupo Porcícola Mexicano (Kekén): establecida en diversos municipios del estado, se ha establecido con un volumen de 8 millones 267 mil 355 m3.

 4. Integradora Agropecuaria del Sureste: ubicada en Tizimín, emplea anualmente 7 millones 763 mil 850 m3.

5. Bachoco: también con plantas en varios municipios del estado utiliza 7 millones 536 mil 544 m3 y en 2020 contaba con 2 millones 981 mil 797 m3.

 6. Cervecería Yucateca: situada en Hunucmá maneja 7 millones 393 mil 774 m3.

7. AES Mérida: extrae 6 millones 987 mil 920 m3.

8. Rancho Timul: agrícola y con diferentes usos en Tekit y Tizimín tiene concesión de 6 millones 745 mil 285 m3

9. El Tentemozo: con función agrícola, en Tizimín usa 6 millones 694 mil 710 m3.

10. Agros Cítricos: con enfoque agrícola, en Peto aprovecha 6 millones 600 mil m3.

 Cuauhtémoc Jacobo calificó estas concesiones como una violación sistémica a los derechos de los pueblos indígenas pues no se realizan consultas previas cuando las empresas se colocan en sus territorios, así que él junto con otros activistas piden que se reevalúen las cantidades de extracción de agua que hace cada compañía.

Teresa Vaught, integrante de la contraloría relató que en el diagnóstico que realizaron sobre las concesiones, identificaron coordenadas falsas o erróneas al momento de pedir más información sobre la localización de las mismas, igualmente encontraron títulos de concesión sin especificar volumen concesionado y fueron 172 con esta situación, entre ellos dos campos de golf.

Todas estas observaciones se las hicieron llegar a José Luis Acosta Rodríguez, director general del Organismo de Cuenca Península de Yucatán de la Conagua para que las considere al momento de firmar el Acuerdo Nacional del Agua: para la equidad, participación y sustentabilidad  hídrica, ya que a nivel país se harán Contralorías Autónomas del Agua para ello.

Las y los activistas recordaron que llevan haciendo observaciones desde 2020 pues identificaron problemáticas del agua relacionadas con concesionamiento, acaparamiento, despojo, contaminación impune y falta de reconocimiento del derecho al agua por parte de pueblos indígenas, además que defensores del recurso son criminalizados, reprimidos, amenazados y encarcelados.

Expusieron que hasta ahora estudios y mapas de vulnerabilidad del territorio kárstico no han sido tomados en cuenta en las políticas ambientales en Yucatán, a pesar de que hay entre 7 mil y 10 mil cenotes conectados al mar, pero muchos se usan como fuentes de extracción o como zonas de descarga.

Recordaron la crisis que ha provocado el grupo Kekén con el establecimiento de  granjas que arrojan hasta 11 mil toneladas diarias de heces, orines, medicamentos y vacunas a cuerpos de agua, esto de acuerdo con reportes hechos por Greenpeace.

“Pedimos diferentes compromisos en materia de agua y territorio para Yucatán, por ejemplo que en los planes de gobierno, políticas públicas, acciones de gobierno y medidas legislativas se reconozca a Yucatán como un territorio kárstico con alta vulnerabilidad a la contaminación el agua”, expusieron en la presentación del diagnóstico.

También exigen proteger cenotes y zonas costeras de proyectos considerados como destructivos para los ecosistemas y de igual forma, solicitaron un alto a la represión de quienes defienden el agua.

Entre otras solicitudes también piden que se regule el turismo en cavernas, cuevas, grutas y cenotes.