“Opacidad tremenda” en la remodelación de la Plaza Grande
No queda claro si se cuenta con permiso del INAH, no se conoce cómo fue el proceso de licitación, ni tampoco si se están cumpliendo los protocolos de resguardo y cuidado del patrimonio.
Por Herbeth Escalante
Mérida, Yucatán, 19 de agosto de 2024.-El proyecto de remodelación de la Plaza Grande del Gobierno del Estado se realiza con una “opacidad tremenda” y no queda claro si se cuenta con permisos por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ni tampoco cómo fue el proceso de licitación.
Así lo señaló Alfonso González Fernández, consejero asesor del Consejo Mundial de Ingenieros Civiles, quien criticó que pareciera que la obra se está ejecutando “a bote pronto” y sin transparencia.
El experto declaró que el hecho de que esa obra inició a cinco meses de que se acabe el actual gobierno, invirtiéndose más de 137 millones de pesos, parece estar sacado de la chistera.
“En las obras públicas no puede haber sorpresas, todos los proyectos deben obedecer a un proyecto ejecutivo, con sus estudios de pre-inversión, de factibilidades, con el programa de obras específicas, de tiempo, de flujo de recursos y el monto de todo ello. Pero desde que empezó esa remodelación, todo ha sido sorpresivo, a bote pronto, nada está claro”, insistió.
En entrevista para Haz Ruido, recordó todas las controversias que han surgido con este proyecto, como el hecho de que se echó para atrás una fuente que supuestamente iba a colocarse en el centro de la Plaza Grande, que no queda claro si se pondrá un asta monumental, la tala de decenas de árboles que según estaban enfermos, y hasta la colocación de bancas de concreto que no están acorde con el contexto urbano de ese espacio.
González Fernández agregó que tampoco ha quedado claro si se está aplicando la normativa sobre obras realizadas en zonas de monumentos históricos, como es el caso del Centro Histórico de Mérida. “No sabemos si tienen permiso del INAH”, advirtió.
Como se recordará, hace unos días informamos que inspectores de esa dependencia federal suspendieron elementos arquitectónicos que se están colocando en la Plaza Grande. Sin embargo, los trabajos de construcción continúan y el Gobierno del Estado no informó qué fue lo que sucedió.
“Por ejemplo, cuando se va a intervenir una casa ubicada en la zona catalogada como patrimonio histórico, se tiene que ir a la Dirección de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento a sacar el permiso, pero ahí te remiten al INAH para que te den su autorización y esa se tiene que cumplir. ¿El Gobierno tiene esa esa autorización del INAH? No lo sabemos. Lo que sí es que el INAH está actuando de manera tardía”, advirtió.
Recordó que Mérida se construyó sobre la ruinas de la antigua ciudad maya de Ichcaansihó, por lo no se puede excavar en el Centro Histórico sin supervisión y sin cumplir con los protocolos de resguardo y cuidado del patrimonio. Por tal razón, el INAH debió investigar lo que está sucediendo, porque el Gobierno del Estado incluso metió una retroexcavadora para picar el piso.
Recalcó que se trata de una “opacidad tremenda”, porque tampoco se sabe si la obra está contemplada en el Plan de Desarrollo, no se sabe cómo fue el proceso de licitación ni queda claro qué empresa está a cargo.
Otro ejemplo que abona al sospechosismo, agregó el ingeniero, son las controvertidas bancas que se están colocando, ya que esas no se adquieren en cualquier tienda de conveniencia, más bien se tienen que encargar con mucho tiempo de anticipación.
Para finalizar, indicó que no está en contra de la modernización, pero eso no significa que se tenga que romper el contexto urbano y el patrimonio de nuestra ciudad.