Pedregales de Misnébalam: Megafraude inmobiliario de 500 millones
La empresa Grupo Inverco estafó a cientos de personas, a quienes no les entrega los terrenos y casas tipo Townhouse que pagaron.
Entre los accionistas que cometieron el fraude está Rolando Alberto Bello Mejía, actual notario público y sobrino del exgobernador de Yucatán.
Por Javier Cruz/Pie de Página
Mérida, Yucatán, 24 de julio de 2024.-Cientos de compradores de Grupo Inverco México, una inmobiliaria con sede en Mérida, Yucatán, acusaron a la empresa de cometer un fraude por más de 500 millones de pesos al no cumplir con las fechas de entrega de cientos de terrenos y casas tipo Townhouse, previamente convenidos en el fraccionamiento Pedregales de Misnébalam, 12 kilómetros al norte de la capital yucateca
“Se trata de un megafraude que afecta a cientos de compradores de buena fe que confiamos en un proyecto que nos lo vendieron aprovechando el “boom inmobiliario” que en estos años se detonó en la península de Yucatán, gracias a las inversiones hechas en la región por el gobierno federal mexicano”, dice Carolina del Carmen Mora Cázares, mexicana radicada en Ohio, Estados Unidos, quien lucha por recuperar más de 80 mil dólares (1.6 millones de pesos) que invirtió desde 2021 en Misnébalam.
Agrega que, con su “actuar criminal”, Inverco México hace un gran daño no sólo a sus clientes, sino a la imagen internacional de Yucatán y México.
Por eso, exige la inmediata intervención del gobierno yucateco y de la administración federal que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien tratará de hacer llegar los detalles de lo que afirma es otro “cartel Inmobiliario”.
Otros denunciantes dicen que recurrirán a la virtual presidente electa Claudia Sheinbaum Pardo, al gobernador Mauricio Vila Dosal, a los ayuntamientos de Mérida y Progreso, a senadores y diputados del Congreso local y federal, a la Fiscalía general de Yucatán a través de su Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción, así como a la Procuraduría Federal de Protección al Consumidor (Profeco), para radicar acciones colectivas de queja, denuncias y demandas de carácter penal y civil.
Esto para recuperar su dinero y frenar la«arrogancia criminal”, la prepotencia, simulación, el “cinismo y malos tratos” que los accionistas de Inverco presuntamente aplican a diario en contra de sus clientes.
Los accionistas
Miguel Ángel Aguayo de Pau y Rolando Alberto Bello Mejía, constituyeron el 4 de diciembre de 2018, ante el Registro Público de Comercio y con la fe notarial de corredor público número 11, Patricio Solís Millet, la empresa “Inversión Colectiva Inmobiliaria, Sociedad Anónima Promotora de Inversión de Capital Variable” (Inverco, S.A.P.I. de C.V.) y ejercieron la administración colegiada, ambos como presidentes del Consejo de Administración. Así consta en el acta N-2018101607.
Rolando Bello Mejía, quien es sobrino del exgobernador priista Rolando Zapata Bello, renunció al cargo de secretario del Consejo de Administración en agosto de 2022 debido a que fue nombrado Notario Público de la notaría 113 con sede en el municipio de Progreso. Fue sustituido por William Armando Morales Heredia.
Dos años después, en Asamblea General Ordinaria fechada el 14 de febrero de 2024, ya en medio de la crisis por los retrasos en la construcción de más de 700 casas, de las cuales, en tres años, sólo se han construido 150 y la mayoría en obra inconclusa, Aguayo de Pau renunció a la Presidencia del Consejo, quedando en su lugar William Armando Morales Heredia y su hermano Rubén Rodrigo Morales Heredia en el cargo de secretario.
A cientos de clientes que pedían información sobre el rezago en la entrega de sus casas y otros más que solicitaron la devolución del dinero, reiteradamente se les informó que los problemas que enfrenta Inverco se debían a la “mala administración” del ingeniero Aguayo.
Sin embargo, para sorpresa de todos, el pasado viernes 28 de junio, reapareció Aguayo De Pau, como “asesor externo” de Inverco, en una videoconferencia de Zoom convocada por la empresa.
En menos de 20 minutos, y sin conceder el uso de la palabra a más de 400 clientes que seguían la transmisión, el fundador de esta inmobiliaria anunció que el fraccionamiento Pedregales de Misnébalam carecía de liquidez y anunció la imposición unilateral de dos fideicomisos bancarios para resolver la crisis financiera de la empresa.
Eso luego de reiterados incumplimientos en la entrega de al menos 700 propiedades, o el reintegro de capital: un mínimo de un millón 100 mil pesos por comprador.
Aguayo de Pau, un empresario inmobiliario que dicta conferencias en YouTube sobre “ética”, “excelencia” y “profesionalismo” en la venta de inmuebles, se presentó ese día, por primera vez, ante los azorados e inconformes clientes, con actitud de mando, como si fuese el verdadero presidente de Inverco.
Igualmente, de acuerdo con denuncias hechas por los quejosos en Facebook y por asesores inmobiliarios que apoyan a sus clientes, Rolando Alberto Bello, ya en su calidad de notario público con sede en Progreso, se presentó hace un mes en una junta de accionistas y empleados de la empresa para “ordenar” el arreglo total del conflicto.
El notario es sobrino del exgobernador Rolando Zapata Bello, excoordinador nacional de la Defensa del Voto en la campaña presidencial de Xóchitl Gálvez Ruiz, y a cuyo gobierno el mandatario panista Mauricio Vila Dosal acusó de cometer al menos 31 actos ilegales –desvío de recursos públicos y otras irregularidades financieras y administrativas por un monto de 533 millones de pesos-, acusación penal que se detuvo luego de integrarse en el estado la alianza electoral prianista.
Actualmente encabezan el Consejo de Administración de Inverco los hermanos William Armando y Rubén Rodrigo Morales Heredia, presidente y secretario, según acta inscrita en el Registro Público de Comercio de Yucatán el pasado 4 de abril, que es uno de los múltiples documentos mercantiles de esta empresa y de sus accionistas en poder de 4 Vientos.
El primero, afirman los quejosos, no se digna contestar las llamadas telefónicas y mensajes de texto que los clientes le hacen y envían para resolver el conflicto por la vía de la negociación.
Y el segundo se niega a firmar y/o cumplir con los addendums (agregados) de compromiso de reubicación que Pedregales de Misnébalam ofreció a todos aquellos que desean mantener una relación comercial con la empresa.
Tampoco entrega y/o firma los contratos de rescisión y devolución de capital a quienes no quieren saber más de la inmobiliaria.
El colmo, denuncian clientes que piden el reembolso de su dinero, es que la empresa incluye un párrafo doloso en los convenios de rescisión; el comprador prácticamente se autoacusa de incumplimiento, porque señala como causa, falsamente, que ya no puede cumplir con el contrato de compraventa debido a que enfrenta problemas económicos, “por motivos de la pandemia del Covid-19”.
Cabe mencionar que este día, un periodista le preguntó sobre este caso al presidente Andrés Manuel López Obrador en la Mañanera, quien en respuesta prometió que se hará una investigación y se apoyará a las víctimas.
“Se va a establecer comunicación con los afectados para que se logre una entrevista y se ayude, se dé asesoría para presentar denuncias en la Fiscalía General de la República”, declaró el mandatario.
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