Drogas en el penal, negocio a escondidas
Los cuartos del área de visitas conyugales suelen rentarse para el consumo de estupefacientes.
Por Redacción.
Mérida, Yucatán, 22 de mayo de 2019.- La compra-venta y el consumo de estupefacientes al interior del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Mérida es un secreto a voces, un negocio a escondidas en el que no queda claro quiénes están detrás o si las autoridades penitenciarias están al tanto de lo que está ocurriendo.
Material audiovisual en poder de la redacción de Haz Ruido, enviado por internos de ese penal y confirmado a través de una investigación periodística, pone en evidencia que se cometen estas irregularidades de manera cotidiana.
En este video se observa que el área de visitas conyugales suele utilizarse para el consumo de drogas de todo tipo. La grabación se realizó en uno de esos cuartos, en cuyo interior está dispuesta marihuana, cocaína y crack en una repisa, por lo que se presume que “dejaron preparados” los narcóticos para el consumo de los internos.
Los reclusos denunciaron que los custodios rentan esos espacios para dichas prácticas: se apartan las habitaciones con 50 pesos para que sean apuntados en una lista y, posteriormente, tienen que pagar otros 100 para poder usarlos.
Señalaron al “comandante Ramón”, a quien ubican como jefe de seguridad y vigilancia, como el encargado de distribuir la droga. Además, indicaron que el control de estas sustancias y de cobrar las “rentas” está a cargo de dos custodios, a los que identifican como “Chino Hong Ku” y “Adolfín”.
Pero este no es el único negocio en el área de visita conyugal. De acuerdo con testimonios de los internos entrevistados para este reportaje, varios de los 32 cuartos están comprometidos con una renta anual que asciende a los 20 mil pesos.
“Ofertan esos cuartos, para que los habiten aquellas personas que tienen dinero, es otro de los business en el penal”, informaron.
También se saca provecho económico de las celdas de los módulos del Cereso de Mérida. Si algún interno no quiere compartir dormitorio, tiene que hacer un primer pago de tres mil pesos y luego los propios vigilantes le cobran una renta semanal de 150.
Además, hicieron hincapié en que para tener controlada a la población penitenciaria, los custodios crearon un grupo conocido como “Los dorados”, integrado por aproximadamente 50 internos que viven en módulo D y quienes hacen “el trabajo sucio”.
“Los utilizan para darles escarmiento a aquellos que no siguen sus reglas o que tienen actitudes violentas… lo tiene todo controlado”, denunciaron. (Fotografía de archivo)