Crónica de un triste hallazgo en montes de Tixkokob
Detrás de la cinta amarilla, familiares y amistades del joven desaparecido rogaban que el cuerpo sin vida fuera de otra persona.
Por Redacción.
Tixkokob, Yucatán, 9 de mayo de 2019.- “Vine hasta aquí porque quiero saber si realmente se trata de él, porque todos estamos angustiados, espero de verdad que sea otra persona, que no sea él”, declaró Daniel Yam detrás de la cinta amarilla, con tono de impotencia y la mirada desencajada.
Es el amigo de Edgar González Meneses, el joven conductor de la plataforma de transporte Didi, quien está desaparecido desde hace una semana. Llegó hasta Tixkokob luego de que trascendiera en redes sociales que en el monte apareció el cuerpo sin vida de una persona.
“Nos conocemos desde la secundaria, estudiamos juntos, no tenemos información
de lo que está pasando, estamos muy angustiados, quiero acercarme para saber si
es él”, sostuvo.
Elementos de la Policía Estatal de Investigación (PEI) realizaron un operativo en ese lugar, justo en la carretera que conecta a las comisarías de Euán y Ekmul, pues a un costado, entre la hierba, localizaron el cadáver de un hombre en avanzado estado de descomposición.
De acuerdo con las primeras investigaciones, los restos corresponderían joven desaparecido y todo parece indicar que fue asesinado. Podría ser reconocido por la ropa que llevaba puesta.
Lo último que se supo de él es que el viernes pasado avisó que brindaría un servicio de transporte hacia ese municipio. Horas después, su teléfono estaba apagado y el vehículo no aparecía, por lo que sus familiares pidieron apoyo a la Fiscalía General del Estado para localizarlo.
Su amigo Daniel llegó en motocicleta, poco después de las 3 de la tarde, al punto en donde personal del Servicio Médico Forense (Semefo) efectuaba las diligencias para levantar el cuerpo sin vida de una persona, quien hasta ese momento no había sido identificada.
“Por favor déjenme pasar, quiero saber si de verdad es él, quiero identificarlo”, suplicó de nuevo a los uniformados, al momento que señaló que todos sus familiares y amistades están desesperados desde hace días y que la empresa para la que trabajaba, la plataforma Didi, no ha querido informar a quién le dio el servicio a Tixkokob.
Debido al protocolo de seguridad y de investigación en este tipo de crímenes, los elementos policiacos no le permitieron acercarse, sobre todo porque no se puede contaminar el área en donde apareció el cadáver.
En el punto también estaba el comisario de Ekmul, Héctor Uicab, quien relató que desde anoche las y los pobladores notaron la presencia de “judiciales” que peinaban el monte y fue hasta esta mañana que se enteraron del macabro hallazgo.
“El olor fétido fue prácticamente lo que delató la presencia del cuerpo. Esto es algo raro que nunca había pasado, somos un pueblo muy tranquilo y no habíamos escuchado que ocurra algo como esto, por eso estamos alarmados e inquietos”, señaló en entrevista.
Poco después llegó la hermana de Edgar González, quien de inmediato contó con el apoyo de los policías. Guardó silencio, se veía angustiada, desde lejos observó cómo los peritos forenses, vestidos de azul, sacaron el cuerpo del monte y lo metieron a la ambulancia.
El sol pegaba fuerte, las temperatura superaron los 40 grados Celsius, el camino ya estaba cerrado al tránsito vehicular y todo era silencio. Cuando la unidad de la Semefo cerró sus puertas, la mujer se retiró del lugar rápidamente, llorando desconsolada.