En qué afecta a Yucatán la cancelación de la ZEE
Aquí te explicamos qué se esperaba de este proyecto en Progreso. Habría efectos sobre especulación inmobiliaria.
Por Paul Antoine Matos.
Mérida, Yucatán, 28 de febrero de 2019.- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció la cancelación de las Zonas Económicas Especiales (ZEE), proyecto impulsado por la Secretaría de Hacienda del gobierno de Enrique Peña Nieto, que incluía una en Yucatán, en el municipio de Progreso, con vocación en tecnologías de la información y la producción de Hardware.
El sector empresarial yucateco ha tomado como un retroceso el hecho de la cancelación de este proyecto y el gobierno del Estado ha indicado que se continuará el proyecto aun si no existe el apoyo federal.
El predio tiene más de 320 hectáreas –con la posibilidad de desarrollar 295 –, cuando el promedio que se pedía por la Secretaría de Hacienda era entre 100 y 150; se ubicaba a ocho kilómetros del mencionado puerto, pero a solo 400 metros del Fraccionamiento Flamboyanes, comisaría del municipio costero con altos problemas de delincuencia y pandillas.
El terreno ere propiedad del gobierno de Yucatán, pero las donó al federal en febrero de 2017. Por lo que la cancelación, dichos terrenos quedarán en desuso, a menos que la administración de López Obrador decida presentar un proyecto para utilizarlos.
El Ejecutivo yucateci está atado de manos con respecto a ese terreno. Ya no le pertenece, por lo que no puede sustituir o mantener el proyecto de la ZEE sin que la administración lopezobradorista lo apruebe.
La creación de una ZEE otorgaría incentivos fiscales en impuestos a empresarios, en cuotas obrero-patronales, en regímenes aduaneros, así como capacitación de fuerza laboral, incubación, desarrollo tecnológico y una ventanilla única para agilizar trámites.
De acuerdo con la Autoridad Federal para el Desarrollo de las ZEE, en noviembre pasado, previo al cambio de gobierno, en la de Progreso había interés de un consorcio por invertir 100 millones de dólares, que serían acompañados con la generación de 3 mil 500 empleos en cinco años.
El consorcio, indicó Enrique Huesca Fernández, entonces secretario ejecutivo de la Autoridad Federal para el Desarrollo de las ZEE, presentó su solicitud desde octubre de 2018, con la intención de establecer servicios de análisis de datos. A su vez, esa inversión otorgaría un valor agregado a la proveeduría de servicios tecnológicos para desarrollar el parque industrial y también call centers y servicios asociados.
Las proyecciones era aumentar el Producto Interno Bruto (PIB) del sector de ciencias y tecnologías en Yucatán del 4 al 28 por ciento, además de la inversión de 4 mil millones de pesos a mediano plazo y la presencia inicial de 15 empresas. El mismo Huesca auguraba la creación de 33 mil empleos en 500 plantas en Progreso, en un período de 20 años.
La ZEE de Progreso se iba a establecer en una región con más de la mitad de la población estatal y el 86 por ciento de la Producción Bruta de Yucatán, que es la Zona Metropolitana de Mérida.
La conectividad que la ZEE tendría era marina, a través del Puerto de Progreso, hacia Estados Unidos, Centroamérica, el Caribe y Sudamérica, aunque a través del Canal de Panamá se podría llegar a China en 20 días; el corredor logístico que se conecta con Puebla, en el centro del país; y un circuito transístimo con el Pacífico, a través de Oaxaca y Chiapas.
Otras Zonas Económicas Especiales se han desarrollado en países como China, Brasil y Corea del Sur, por lo que el gobierno de Peña Nieto imitaba el modelo económico de esas naciones.
Especulación de tierras
La Zona Económica Especial en Progreso también era un negocio para aquellas personas que tienen terrenos en donde se iba a establecer. La especulación inmobiliaria se ve afectada con la decisión del Presidente.
Entre San Ignacio y Dzidzilché hay terrenos en venta. Un lote de 430 metros cuadrados vale 85 mil pesos. Otro, de mil 575 metros cuadrados, tiene un valor de 236 mil 250 pesos. Un tercero con 300 metros cuadrados vale 55 mil 200 pesos.
Muchas veces esos predios provienen de la compra de terrenos ejidales a precios aun menores, una inversión de empresarios meridanos que esperaban a que se estableciera la Zona Económica Especial para especular con los terrenos y generar ganancias al triple o, incluso más, de lo que pagaron.
De acuerdo con el blog de Grupo Obre, “los rendimientos de inversión en compra de tierras cercanas al puerto serán muy altos en cuestión de 15-20 años”.
Ahora, con la cancelación anunciada por López Obrador de las Zonas Económicas Especiales, quienes hayan invertido en esa parte habrán gastado su dinero en un desarrollo que no se llevará a cabo. Su inversión tardará unos años más en rendirles, si es que se logra un acuerdo para proyectar las más 320 hectáreas federales.