Yucatán, en etapa crítica por incendios forestales
Cuatro siniestros siguen activos en las zonas sur y poniente. En total van 322 en todo el territorio, que han afectado cuatro mil 955 hectáreas.
Por Redacción
Mérida, Yucatán, 26 de abril de 2019.- Actualmente, hay cuatro incendios forestales activos en Yucatán que han consumido cerca de 800 hectáreas de vegetación y, debido a las condiciones climatológicas, se calcula que podrán ser controlados aproximadamente en 14 días, informó Gonzalo Novelo Quijano, encargado de la gerencia estatal de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
Uno de los siniestros afecta al área natural protegida Balaan Kaax en el municipio de Tekax, al sur de la entidad; y los otros se encuentran en las localidades de Tetiz, Kinchil y Celestún, en el poniente.
El funcionario detalló que tan sólo en Tetiz hay dos eventos, que han consumido 291 hectáreas de la comunidad maya de Nohuayún.
“Hicimos una evaluación con el grupo técnico y el Equipo Nacional de Manejo de Incidentes y calculamos que el rango de control de los incendios tardará entre ocho y 14 días y, de ahí, podremos pasar al trabajo de liquidación”, señaló Novelo Quijano.
Explicó que la situación se ha complicado debido a las condiciones climáticas, ya que en los últimos días las temperaturas han oscilado entre los 36 y los 40 grados Celsius, además de que las rachas de viento han llegado a los 35 kilómetros por hora.
“Eso ha provocado que (el fuego) avance muy rápido y que sea difícil controlar los siniestros”, abundó el encargado de la Conafor en Yucatán.
Independientemente de esos cuatro siniestros activos, recalcó que durante la actual temporada se han contabilizado 322 incendios en todo el territorio, que han afectado más de cuatro mil 955 hectáreas.
“Estamos en una parte crítica con respecto al año pasado, pues esa vez el total de hectáreas consumidas fue de mil 850 y ahora, que estamos a la mitad de la temporada, estamos cerca de las cinco mil”, enfatizó.
Recordó que el 2018 fue positivo en cuanto a lluvias porque los frentes fríos “trajeron mucha agua”, pero este año ha sido muy seco, situación que no ha ayudado para mitigar los siniestros forestales.