Game of Thrones, el fin de una era
A la generación millennial le ha tocado la mejor época para ver televisión.
Por Sylvia P.
Mérida, Yucatán, 20 de abril de 2019.- El domingo pasado se estrenó la octava y última temporada de Game of Thrones, la multipremiada y exitosa serie de HBO que se ha convertido en un fenómeno de la cultura pop durante la presente década. Y así como en cinco semanas este show llegará a su fin, con él también concluirá la era dorada de la televisión.
El crítico Matt Brenan utiliza ese término para referirse a los últimos 30 años, desde la década de los 90 y hasta nuestros días, los cuales han visto al aire seriados tan reconocidos como The Sopranos o Breaking Bad y cuyo pináculo se encuentra representado por el programa inspirado en la saga literaria de George R.R. Martin.
No cabe duda de que Game of Thrones es un fenómeno de popularidad alrededor del mundo. Con una trama poderosa que combina alta fantasía e intriga política, personajes bien delineados y con los que es fácil identificarse, además de excelentes valores de producción, los showrunners David Benoiff y D.B. Weiss han construido una de las grandes ficciones del siglo XXI.
Y es que esta serie ha logrado algo que se antoja muy difícil para el medio televisivo: consolidar una audiencia global. Incluso con los 18 millones de personas, en promedio, que los domingos por la noche sintonizan alguna de las plataformas de HBO, esa cifra se ve superada ampliamente por los 55 millones que la miran o descargan ilegalmente en todo el planeta durante su primera emisión.
Con números tan impresionantes, el 19 de mayo se transmitirá el último episodio y el público se quedará con un vacío muy difícil de llenar, ¿qué show alcanzará los niveles de popularidad de Game of Thrones?, ¿quiénes ocuparán los lugares de Tyrion Lannister o Jon Snow en la conversación?, ¿de dónde saldrá el material para nuevos memes?, ¿cuál será el trending topic en Twitter la siguiente semana?
Si pensamos en que de 2002, cuando se registraron 182, a 2016, cuando se elevó a 455, el número de series al aire en los Estados Unidos se ha incrementado en un 71 por ciento, es fácil imaginar que cualquier programa podría tomar el sitio que dejarán vacante los dragones y lobos de Westeros.Y, sin embargo, es precisamente esa saturación de buenos programas lo que está jugando en contra de la televisión, según las y los especialistas de este medio. Porque, aun cuando la calidad y cantidad de contenidos originales ha escalado de forma impresionante y la audiencia tiene más opciones que nunca, esto fácilmente puede abrumarla.
El director Ejecutivo de FX, John Landgraf, declaró que para 2019 este mercado se contraerá. En 2016, dijo que “contar programas de televisión es como contar lemmings -los pequeños roedores conocidos por arrojarse en miles desde acantilados-, ni siquiera se puede contar el número de programas de TV con precisión”.
Lo anterior podría achacarse a la atomización de audiencias que genera la sobreoferta de plataformas como Netflix, Amazon Prime Video, Hulu, YouTube Red y Disney Plus, la cual hará su esperado debut este año, entre muchas otras.
Y es que si pensamos en la cantidad de buenos shows que están disponibles para bingewatchear (anglicismo que literalmente significa “darse un atracón de tele”), ¿cuántos de ellos hemos visto realmente? Por ejemplo, The Americans, considerado por la crítica como uno de los mejores de los últimos años, también tuvo los peores números rating.
O The Handmaid’s Tale, la galardonada serie de Hulu basada en la novela de Margaret Atwood, la cual ni siquiera ha llegado a las pantallas de Latinoamérica. ¿Cuántas personas realmente miraron las primeras cuatro temporadas de Breaking Bad y cuántas llegaron a ella sólo para el final de la quinta, cuando ya era todo un fenómeno global?, ¿quiénes han mirado Twin Peaks, más allá de la fanbase de David Lynch? Ya ni hablemos de Mad Men.
Y eso que no estamos tocando el tema de la animación de gran calidad que se ha producido recientemente. Adventure Time, Regular Show, Steven Universe, BoJack Horseman o Gravity Falls pueden ser consideradas dignas herederas de las primeras temporadas de The Simpsons, no simplemente shows infantiles, ya que tocan temas como la soledad, la depresión o la diversidad sexual.
Tampoco estamos hablando de la más reciente innovación: la televisión interactiva. Black Mirror: Bandersnatch o You vs. Wild ofrecen al público la oportunidad de protagonizar aventuras únicas; sin duda, todavía nos falta mucho por descubrir de esta modalidad en la que Netflix ha sido pionera.
Con el final de Game of Thrones también se cerrará uno de las épocas más brillantes de la televisión. No cabe duda que la generación millennial ha sido increíblemente afortunada por experimentar fenómenos como Lost y sus mobisodes (episodios exclusivos para celulares lanzados antes de la era de los smartphones).
Y con todo ello, también nos hará falta tiempo para mirar aquellas series que por una u otra razón pasamos por alto, así como para volver a las del pasado, quizás a esas que en nuestra infancia no comprendimos del todo y que ahora podríamos apreciar más. Lo que importa es que estamos en el mejor momento de la historia para mirar televisión.