Un futuro sin feminicidios
En un país donde nueve mujeres son asesinadas a diario por razones de género, Gabriela Damián retrata a quienes han sido borradas por la ola de violencia machista.
Por Sylvia P.
Mérida, Yucatán, 8 de abril de 2019.- Según datos de ONU Mujeres, durante 2018 fueron asesinadas por razones de género tres mil 580 niñas y mujeres; es decir, cada día del año pasado, nueve de ellas fueron víctimas de feminicidio, la expresión más extrema de la misoginia y la cultura machista que aún priva en el país.
Apenas el 31 de marzo, se dio a conocer que en el primer bimestre de 2019 se cometieron 147 de estos crímenes, la cifra más alta desde que en 2015 el Sistema Nacional de Seguridad Pública comenzó a llevar este registro.
También a finales de ese mes se anunció que la escritora mexicana Gabriela Damián Miravete se hizo acreedora al Tiptree Award, distinción que premia a las obras de ciencia ficción y fantasía que exploren o expandan el entendimiento acerca de la cuestión de género, por su cuento “Soñarán en el jardín”.
El relato describe un futuro muy alejado de la realidad actual, pues se sitúa en un México en el que ya no existen los feminicidios. Tiene como protagonista a la Guardiana, el personaje encargado de custodiar un memorial en el que, a través de hologramas, se recuerda y honra a las víctimas de este atroz delito:
Cada una de las mujeres asesinadas, con su cuerpo y sus nombres, serían replicadas en un holograma tridimensional utilizando testimonios y materiales proporcionados por sus familiares, amigos y, sobre todo, la información recuperada de sus cuentas personales de correo electrónico y redes sociales: fotografías, videos, cartas, conversaciones… todo sería útil para recrear de la forma más precisa sus voces, sus movimientos, sus reacciones; para, de alguna forma, traerlas de nuevo a la vida.
El lugar donde se encuentran estas proyecciones sirve como un monumento que preserva y restaura sus voces: gracias a la reconstrucción de sus personalidades, las y los visitantes pueden interactuar con ellas y saber lo que les ocurrió:
–Yo no tuve la culpa. Fueron ellos los que hicieron algo muy malo.
–¿Te dolió?
–Sí.
–¿Y tu mamá te curó?
–Cuando te matan, ya no te pueden curar.
Mediante una narración que se desdobla en varios tiempos verbales, Damián Miravete retrata a quienes han sido borradas por la ola de violencia machista que azota a México desde hace por lo menos dos décadas. De hecho, el texto comienza citando una lista metas a corto y largo plazo:
-Entrar a natación
-Trabajar duro para pagar la inscripción de la escuela
-Juntar dinero para el Cervantino
-Hacer el clóset
-Pintar la casa en septiembre
-Comprar las sillas del comedor
-Comprarme unos zapatos
-Leer a Platón
-Hablar y ser simpática con la gente.
Son los propósitos que Erika Nohemí Carrillo Enríquez se hizo a sí misma antes de desaparecer el 11 de diciembre del año 2000, en Ciudad Juárez, Chihuahua, cuando salió a cortarse el cabello. Tenía 19 años y hasta ahora nada se conoce sobre su paradero.
En una nación en la que las niñas y mujeres se esfuman sin dejar rastro, la autora les devuelve la voz y las visibiliza para que no se conviertan en una estadística más. Su trabajo no sólo es poético, también contiene una carga política.
El jardín es el lugar donde, al fin, las víctimas pueden obtener algo de justicia; asimismo, un sitio para generar conciencia de los horrores de una época pasada que no deben repetirse jamás.
En ese sentido, el jardín de este cuento es el símil literario del antimonumento que activistas y familias de las víctimas de feminicidio levantaron el pasado 8 de marzo en la Ciudad de México. Ambos son testimonio de la tragedia que, hasta el momento, parece no tener fin.
Y sin embargo, “Soñarán en el jardín” presenta una alternativa: un futuro en el que, a través de la organización colectiva, se pasa de la indignación a la acción. La Guardiana lo expresa diciendo “tanto horror nos dejó sin propósito, sin sentido. Conservar la memoria era la única salida”.
Ante el horror cotidiano que implica ser mujer en México, escritoras como Gabriela Damián cumplen la misma función que los canarios en las minas: alertan a sus sociedades de lo que está mal y debe cambiarse.
El relato completo está disponible en http://www.latinamericanliteraturetoday.org/es/2018/mayo/so%C3%B1ar%C3%A1n-en-el-jard%C3%ADn-de-gabriela-dami%C3%A1n-miravete