Elecciones y debates en Yucatán rumbo al 2024
Los partidos políticos deberán de ofrecerse abiertos al pueblo, completamente libres, sin temas tabú, como verdaderos espacios de discusión sobre asuntos de interés colectivo con los que se identifique o no el probable elector.
Por Carlos E. Bojórquez Urzaiz
Mérida, Yucatán, 15 de diciembre de 2023.-El estado de cosas que en materia electoral observa Yucatán, reúne una serie de retos que deberán asumir con responsabilidad las instituciones encargadas de regular los sufragios que se avecinan en 2024, al igual que los partidos políticos, los actores directos de las contiendas, el pueblo, y desde luego los medios de comunicación, sin dejar de lado, claro está, las redes sociales.
No obstante, sería del interés público que desde ahorapudiéramos escalar a un escaño más valioso donde el debate entre los oponentes se centrara menos en cotilleos y rumores, en rasgos personales y biografías políticas a veces imprecisas, para tratar de conocer las plataformas y proyectos que estos organismos partidarios tendrán que contrastar para atraer la voluntad de los votantes.
Desde luego, y eso hay que recalcarlo, no pueden pasarse por alto las denuncias a presuntos involucrados en actos delictuosos, para alejar si quiera un poco de este interregno preelectoral a quienes pudieran dañar más la ya de por si quebrantada estructura social injusta de Yucatán, cuyas expresiones más diáfanas son la desigualdad, la corrupción y hasta las falsedades dichas a voces.
En este sentido, vale la pena señalar que el momento más álgido de la actividad partidista se ubica precisamente en las coyunturas electorales, en esos instantes agudos, irrepetibles por lo demás, que pronto nos tocará vivir en el estado a través de una elección concurrente. Seguramente se echarán a andar–e incluso ya caminan sin disimulo- tantas maquinarias políticas y mediáticas como sea posible.
Por su parte, los partidos políticos deberán de ofrecerse abiertos al pueblo, completamente libres, sin temas tabú, como verdaderos espacios de discusión sobre asuntos de interés colectivo con los que se identifique o no el probable elector.
Y es en ese ámbito en el que se tendrán que traducir las plataformas electorales a la sencillez tanto de obreros, campesinos, pueblos originarios y demás grupos vulnerables, como a mujeres y hombres de negocios, profesionistas, académicos etc., ante quienes podrán manifestarse empleando acaso otro vocabulario si desean, pero que en esencia explique los mismos conceptos que ofrecerán las dos tendencias partidarias principales, de quienes se espera que conformen sus proyectos de gobierno mediante su interactuar popular y no del mero trabajo de escritorio.
En el ámbito nacional los bloques que estarán en contienda se revelan, por un lado, a través de una sólida izquierda que “…entre el 30 y el 31 de octubre de 2022 ratificaron su afiliación o se afiliaron a morena dos y medio millones de personas, un acontecimiento político-de acuerdo con Armando Bartra-nunca antes visto en México ni en el mundo…”, después de haber ganado cómodamente las elecciones presidenciales de 2018 con 30 millones de votos.
En el otro costado, se presentará una alianza insondable, antinatura política según algunas voces autorizadas, de 3 partidos históricamente opuestos, y aunque siempre se declararon ideológicamente opuestos, a la luz de la mirada actual y los hechos presentes, se juntan y se dan la mano, defendiendo los mismos intereses políticos y de clase, y de encima- o quizás por lo antes dicho- dejan ver una notoria disminución cuantitativa de sus militancias. Si las elecciones presidenciales se efectuaran el día de hoy, los pronósticos colocan a la candidata de Morena, doctora Claudia Sheinbaum Pardo como indiscutible ganadora, frente a su más cercana contrincante Xóchitl Gálvez.
¿Impactará el acontecer nacional de los bloques progresista y conservador en la elección del próximo gobernador o gobernadora yucateco?
En principio, vale la pena destacar el ingente esfuerzo realizado por del Ejecutivo estatal intentando presentar como propias de su gobierno, las grandes obras federales, obras de calado profundo como el Parque de la Pancha, el Tren Maya o la construcción del nuevo Hospital General «Dr. Agustín O’Horán”.
Paradójicamente, pese al indudable avance de los proyectos nacionales, algunos protagonistas de la debilitada derecha yucateca, intentan infundir miedo entre la gente, ante el eventual triunfo de Morena en las elecciones de gobernador, argumentando que, de ocurrir tal cosa, se erosionarán los “niveles de seguridad” del estado porque sencillamente “Morena no tiene capacidad de gobernar.”
Ciertamente falta por conocer las plataformas que presentarán la izquierda y los conservadores yucatecos, a través de las cuales el pueblo podrá contrastar de qué lado se atienden las necesidades de la mayoría social, sin menoscabo de los procesos de inversión privada que genere más y mejor pagados empleos. Hasta aquí, se avizora un proceso electoral complejo y competido, pero si los hechos y dichos de los unos y los otros anticipan el contenido de las plataformas en contienda, no es difícil intuir el rumbo que tomarán las cosas. No existen posverdades. (Ilustración de iStock)