“En Santa María Chi, sabemos que peleamos contra un monstruo”
La suspensión temporal de la granja de cerdos es un avance, pero la población seguirá luchando hasta que se retire de la comisaría y deje de contaminar su territorio.
Por Itzel Chan
Mérida, Yucatán, 16 de agosto de 2023.-La granja de cerdos establecida en la comisaría de Santa María Chi, en Mérida, fue suspendida de manera temporal, pero para las y los habitantes significa un logro parcial, ya que no se trata de un cierre definitivo. Al respecto, el comisario Wilberth Nahuat Puc aseguró: «Sabemos que estamos peleando contra un monstruo».
La suspensión temporal de las actividades de la granja se debe en gran parte a una denuncia ciudadana interpuesta por el mismo comisario. Aunque es un avance, Nahuat Puc dijo que por ahora es un beneficio a medias, porque lo único que tienen prohibido es que ingresen más cerdos a la fábrica, pero la empresa puede seguir operando con los animales que ya tiene dentro.
«También, aunque yo puse la demanda, ya no formo parte del proceso de denuncia porque es algo que verán la empresa y la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS) y no sé a qué acuerdos puedan llegar», refirió.
Para el comisario, quienes habitan en esta comisaría de Mérida no han tenido un logro completo, porque un logro al 100 por ciento sería que la fábrica se retirara del lugar.
Actualmente, el acceso a la granja está dentro de la comisaría, a 20 metros de la primera casa y justamente piden la reubicación del acceso.
«Si la granja no se retira, buscamos al menos que su acceso sea reubicado a otro lado porque así ya no tendríamos los vehículos pasando por la comunidad, llenos de cerdos y tirando popó y dejando mal olor a su paso», señaló.
El comisario asegura que quienes administran la granja deben tener influencia dentro del Gobierno actual, porque se priorizan las ganancias que la industria porcícola deja. Wilberth insistió que no quitarán el dedo del renglón en torno a esta lucha por la protección de su territorio.
«Seguiremos porque no queremos la contaminación de nuestra agua, de nuestro aire y no queremos que vuelva a pasar lo de la vez pasada cuando no podíamos ni salir al patio», agregó.
Durante el mes de mayo, personas de la comunidad comenzaron a enfermar a causa del mal olor que hay en su territorio debido a que se producen cerca de dos mil cerdos al mes en esta fábrica que ya se adhirió a Kekén. En tanto, por ahora cuentan con la suspensión temporal, los habitantes pedirán limpieza de áreas perimetrales y la presencia de más árboles.
Aunque reconoce que no es una medida que les funcione en su totalidad, quizá sí mitigue en menor medida la presencia del mal olor.
«Igual creemos que el Gobierno quiere apoyar a estos señores para que puedan regularizar su situación porque por ejemplo, ni siquiera tenían una Manifestación de Impacto Ambiental», agregó el comisario.
Mientras tanto, él enfrenta una denuncia por presunta privación de libertad de trabajadores de la granja, esto después de manifestarse para proteger su territorio.