Vitelia, a punto de morir por infección en el útero tras violencia en el IMSS
Debido a que el personal médico se demoró cuatro días en extraer el producto muerto de su vientre a finales de julio, la mujer presentó una fuerte infección que estuvo a punto de costarle la vida, por lo que recientemente tuvieron que extirpar la matriz.
Por Herbeth Escalante
Mérida, Yucatán, 8 de agosto de 2023.- La pesadilla sigue para Vitelia Coleaza Alejandro, la joven que sufrió una grave violencia obstétrica en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Umán, ya que recientemente estuvo a punto de fallecer por una infección en el útero debido a que el personal médico tardó cuatro días en extraer el producto muerto de su vientre.
Como hemos dado seguimiento, el pasado 20 de julio la joven llegó con siete meses y 20 días de embarazo al área de Urgencias del Hospital General Subzona 46. De acuerdo con el IMSS, de inmediato le realizaron estudios de ultrasonido que confirmaron la ausencia de frecuencia cardiaca en el producto.
Al respecto, su esposo Wilberth Ríos negó que el producto ya estaba muerto y aseguró que el personal de salud tardó en atenderla. Cuestionó que no le hayan practicado una cesárea de urgencia para salvar a su hijo y ponerlo en una incubadora.
Él sostiene que, de acuerdo con la autopsia realizada por el Servicio Médico Forense (Semefo), la causa de muerte fue asfixia neonatal, es decir, el feto se ahorcó con su propio cordón umbilical y falleció tres horas después de que su esposa llegó al hospital.
En entrevista para Haz Ruido, indicó que a pesar de que el feto estaba muerto, el médico que atendió a su esposa no quiso practicarle una cirugía para extraerlo e insistió en que “sea un parto natural”. El personal de salud se demoró cuatro días en intervenir a Vitelia, por lo que presentó fiebre, su salud empeoró y estuvo en riesgo de morir.
“Le dije al doctor que mi esposa tenía calentura y a pesar de que le pregunté si podía tener infecciones, me dijo que no… se aferraron a que el feto salga de manera natural. Le advertí que si le pasaba algo a mi esposa, todo el peso de la ley y de la justicia caería sobre él. Al final, unos vigilantes me sacaron porque supuestamente estaba imprudente y pues tuve que ir a la Fiscalía de Umán a denunciar para meter presión. Sólo así la operaron, hasta el día 23 de julio”, relató.
Tras la cirugía, Vitelia permaneció ingresada en ese hospital hasta el 27 de julio. Wilberth dijo que, según el doctor, ya estaba fuera de peligro y que el ultrasonido indicaba que estaba todo bien, por lo que la dio de alta.
Cuando la mujer reposaba en casa, volvió a tener fiebre durante varios días y empezó a retener líquidos, por lo que el 1 de agosto, Wilberth la llevó a Urgencias al Hospital 46 de Umán, en donde el personal médico le indicó que esos síntomas eran normales, debido al embarazo que presentó, por lo que la mandaron a casa con la consigna de que “tiene que caminar”.
Lamentablemente, con el paso de las horas, se intensificó la fiebre, tuvo escalofríos, su herida de la operación supuraba pus, el vientre se inflamó y el corte se abrió, por lo que el jueves 3 de agosto de nuevo regresó al nosocomio.
“Ahí el doctor me dijo que había que hacerle unos estudios a mi esposa, pero que no contaban con especialista para eso. Se esperaron hasta el día siguiente para llevarla en ambulancia al Hospital Juárez (en Mérida) porque se puso muy mal”, comentó Wilberth.
El sábado 5 de ese mes, el personal médico del IMSS del Juárez habló en privado con Wilberth para confesarle que Vitelia se debatía entre la vida y la muerte, ya que su útero presentaba una fuerte infección. Le explicaron que tenían que operar de emergencia para no infectar otros órganos del cuerpo y salvarle la vida.
“Me dijeron que su matriz se estaba pudriendo y que eso pasó porque (los otros médicos) dejaron el feto muchos días adentro. ¡Le sacaron como un litro de líquido de infección! No hubo más remedio que extraerle la matriz”, comentó.
Vitelia sigue ingresada en ese nosocomio para tratar de recuperarse, luego de dos cirugías y la negligencia del personal de salud del IMSS. Su familia está consciente de que fue víctima de violencia obstétrica y que le vulneraron sus derechos humanos.
Wilberth declaró que se sienten tristes, no sólo porque perdieron al producto, sino porque ahora, no podrán tener hijos. Por tal razón, exigen justicia a las autoridades del IMSS y que reparen el daño a su esposa.
En ese sentido, hizo un llamado a la Fiscalía de Yucatán para agilizar las investigaciones y den seguimiento a la denuncia que interpuso desde el pasado 22 de julio, para que se castiguen a los responsables de esta terrible negligencia médica que pudo costarle la vida a Bitelia.