Pescadores de langosta protestan por incertidumbre de precios
El año pasado el precio descendió a 700 pesos el kilogramo, por lo que no aceptarán menos en esta temporada, porque tal pareciera que los empresarios cada vez les quieren pagar peor.
A manera de protesta, dejarán el producto en las congeladoras y no lo venderán por un tiempo.
Por Itzel Chan
Tizimín, Yucatán, 4 de julio de 2023.-El sábado 1 de julio comenzó la temporada de pesca de langosta, sin embargo, en el puerto de El Cuyo, en el oriente de Yucatán, más de 70 embarcaciones no salieron ante la incertidumbre de cuál será el precio que tendrá este producto marino y temen que el sector empresarial les quiera pagar precios bajos.
Se trata del primer paro que hacen y Juan Pablo Solorio Valencia, presidente de la cooperativa de pescadores de la zona, mencionó que tomaron esta decisión porque hasta ahora no hay claridad sobre el pago que obtendrán por su trabajo.
«A estas alturas es para que supiéramos cuál es el precio, pero hasta ahora los compradores y exportadores no lo definen», compartió.
El año pasado les pagaron 900 pesos por el kilo de cola de langosta y a final de la temporada el precio descendió a 700, por lo que los pescadores indicaron que no aceptarán menos en esta temporada porque tal pareciera que cada vez les quieren pagar menos.
A este paro se han unido cinco cooperativas de la zona oriente de Yucatán, ubicadas en San Felipe, Río Lagartos, Las Coloradas y el Cuyo.
Durante la temporada pasada lograron capturar cerca de 45 toneladas que enviaron a Cancún, Mérida y Progreso, desde donde se transportaron a Estados Unidos, principalmente.
Los hombres del mar piden el pago justo de lo que capturan porque cuando se levanta la veda salen de lunes a domingo desde las 4:00 de la mañana hacia altamar y regresan casi 12 horas después, durante un periodo de siete meses.
Hay diversos factores que afectan esta pesca y Juan compartió que la sobrepesca es uno de ellos, ya que antes era más fácil pescar cerca de la línea de costa y ahora tienen que irse hasta 10 kilómetros adentro, lo que implica un mayor riesgo y a la vez, más dinero.
El plan de colocar un refugio pesquero en El Cuyo lo ven viable porque dejaría zonas de respiro para las especies y esto a la vez aseguraría que años más adelante existan especies para capturar.
Ayer lunes salieron a pescar, pero tendrán su producto un tiempo en las congeladoras hasta que les indiquen cuál será el precio que recibirán.