¿Sólo fue un pulpito, diputada?
Si quién sacara el molusco en veda fuera un pescador que vive del mar, que arriesga su vida en temporales y se expone a asaltos, muy posiblemente el desenlace hubiera sido diferente.
Por Paul Antoine Matos*
Ciudad de México, 7 de febrero de 2019.- Un ejemplar de pulpo, sólo uno. Kathia Bolio Pinelo fue a pescar durante la época con más especies en veda: pulpo, mero, langosta y pepino de mar. Ella afirmó que ningún mero fue atrapado en su viaje, pero ¿qué será lo que sí pescó si no se trató de meros?
Es posible que pase por una sanción administrativa únicamente, aunque según la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) se podría encarcelar de uno a 10 años a la persona que rompa con esta prohibición.
Ahora le tocó a una diputada, protegida por el aparato legislativo y su cargo, que actuó por simple recreación; pero si quién sacara el molusco fuera un pescador que vive del mar, que arriesga su vida en temporales y se expone a asaltos, muy posiblemente el desenlace hubiera sido diferente. La falta es la misma, el castigo, por lo tanto, debería ser igual.
Si la diputada del PAN no conoce de vedas, quizás tampoco sepa de la difícil situación que atraviesan estos hombres de mar para poder llevar alimento a sus hogares, escenario que se agudiza en estas ochos semanas de prohibición.
Aunque con el Festival de la Veda el gobierno del Estado inició un programa menos asistencialista que la simple entrega de víveres, que propone descentralizar la cultura, generar tejido social en la costa y dejar derrama económica en los dos meses que dura esta medida, la realidad es que será insuficiente si no se acompaña de políticas públicas enfocadas al sector.
En este tiempo, la Secretaría de Pesca y Acuacultura Sustentable (Sepasy) tendría que implementar estrategias de capacitación: enseñar buceo, medidas de primeros auxilios, economía, arreglo de embarcaciones, entre otras, porque incluso hay pescadores que no saben nadar. Muchos son los interesados en mejorar sus cualidades, pues viven de ello pero requieren más herramientas.
La segunda parte sería el desarrollo científico y tecnológico, en complemento del conocimiento por experiencia, para la creación de granjas acuícolas que permitan criar especies endémicas durante las temporadas como ésta.
Pero bueno, de esos temas quizás Bolio Pinelo no sepa mucho. En el comunicado que emitió para admitir su «error», afirma que el medio ambiente es su pasión. Si tanto es su amor por el entorno, ¿no debería saber que el pulpo entra en periodos de prohibición cada año?
La ley indica claramente que cualquier molusco atrapado, sin importar si es para comercializar, industrializar o para consumo de la familia de la diputada panista, es una infracción a la veda establecida.
De acuerdo con el Diario Oficial de la Federación (DOF), el 3 de diciembre de 1984 la Secretaría de Pesca y la entonces Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología, con base en datos del Instituto Nacional de la Pesca (Inapesca), instauraron la prohibición de capturar pulpo Octopus maya y Octopus vulgaris en aguas federales de Yucatán, Campeche y Quintana Roo.
El periodo comprende del 16 de diciembre al 31 de julio de cada año, con la intención de «proteger a esta especie durante la temporada de reproducción biológica y cuidado de crías». También, en marzo de 1994, se publicó en el DOF la veda anual del pulpo en la península.
En Yucatán, la mayoría de los ejemplares importantes que se pescan en sus aguas tienen períodos en los que se protege su reproducción y desarrollo, lo cual permite que recuperen su biomasa y no sean sobreexplotadas. Por ejemplo, el Inapesca lleva a cabo estudios en la costa de la entidad para decidir si se abren las temporadas de pepino de mar y langosta.
Es justo durante febrero y marzo cuando las mujeres y hombres de mar sufren por estas medidas. Ni pulpo, ni mero, ni pepino de mar, ni langosta son capturables según la ley; la pena, como ya se mencionó, va de uno a 10 años en prisión y también de 300 a mil días de sanción económica en Unidades de Medida y Actualización (UMA).
La infracción cometida por Bolio Pinelo pone de relieve dos acciones ilegales que se acostumbran en el litoral yucateco. La primera es la pesca deportiva, que ignora la regulación y a las autoridades, debido a que no se pueden vigilar todas las embarcaciones que los fines de semana zarpan.
Esta actividad es una tradición para quienes tienen la capacidad económica de poseer o rentar una lancha. Salen y pasan las mañanas entre cervezas e historias, y aunque es una forma de estrechar lazos entre familias y amistades, muchas veces no se siguen protocolos para el cuidado de la fauna, principalmente por la incapacidad de los gobiernos estatal y federal para concientizarles.
En noviembre del año pasado, se dio a conocer una campaña de empresas junto con la Sepasy y cooperativas, llamada “Yo cuido al mero”; no obstante, ésta no ha tenido un impacto entre las yucatecas y yucatecos.
Eso sí, gran parte de los pescadores ya son conscientes de la importancia de respetar las vedas, debido a que eso permite la reproducción de la especie y su sustentabilidad a largo plazo. Precisamente, son ellos quienes deberían ser consultados sobre este tipo de estrategias.
La segunda acción es el furtivismo. Las cooperativas han advertido que las personas que cometen este delito usan mecanismos dañinos para el medio ambiente, como cloro, para atrapar al molusco, lo cual destruye sus hábitats y huevecillos.
Otras que han ocasionado afectaciones al entorno, a las especies y la seguridad de la entidad, son quienes capturan pepino de mar y langosta. Hace unas semanas embarcaciones ribereñas fueron asaltadas en la costa yucateca por furtivos armados. No sólo se llevaron su equipo y producto, también sembraron miedo en el litoral.
El pulpo, el mero y el pepino de mar están amenazados en Yucatán por quienes ignoran, a propósito o por simple desinterés, la existencia de vedas. Kathia Bolio sólo atrapó «un ejemplar de pulpo, sólo uno», uno que quizá pudo tener crías y no cumplió con su ciclo de reproducción. Posiblemente, los pescadores piensan también que sólo capturan un pulpo, sólo uno.
*Reportero en Mérida desde el año 2015 en medios como Reporteros Hoy y, posteriormente, La Jornada Maya. Ha colaborado con Animal Político y Tercera Vía. Actualmente, cursa la beca Periodismo y Democracia en la Universidad Iberoamericana, con especialización en Periodismo de investigación.