Empresas quieren su distintivo, pero solapan que megagranjas violen derechos
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de Yucatán, Jorge Charruf, no quiso reconocer que las empresas porcícolas están violando derechos humanos de las y los pobladores indígenas al contaminar su medioambiente.
Sin embargo, está promoviendo que las empresas yucatecas obtengan un distintivo de la Codhey.
Por Herbeth Escalante
Mérida, Yucatán, 30 de noviembre de 2022.-A pesar de que el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de Yucatán, Jorge Charruf Cáceres, convocó a participar en la obtención del distintivo “Empresas comprometidas con los Derechos Humanos”, no quiso reconocer que la industria porcícola viola los derechos a un medioambiente sano y a la salud de los habitantes de las comunidades mayas.
Al sumarse a la convocatoria por dicho distintivo que promueve la Comisión Estatal de Derechos Humanos (Codhey), el empresario dijo que es una “imprecisión” asegurar que las empresas porcícolas yucatecas estén violando derechos humanos de las y los pobladores indígenas, a pesar de que Haz Ruidole recordó que están contaminando su agua y su entorno.
“No puedo decir si sí están o no contaminando, lo que sí puedo decir es que es una industria que genera 30 mil empleos y bienestar (sic)”, declaró el también presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) en la entidad.
Charruf Cáceres señaló que el sector empresarial siempre va a recibir con las puertas abiertas las inversiones que vengan a generar bienestar (sic), siempre y cuando cumpla con los reglamentos municipales y estatales.
El presidente del CCE no quiso emitir una opinión sobre la contaminación que provocan las megagranjas porcícolas en comunidades mayas, pues recalcó que hay que esperar el “diagnóstico” y el “dictamen final” de las autoridades judiciales.
Eso sí, declaró que seguramente esas empresas de cerdos están cumpliendo con las normas (sic).
Cabe mencionar que en los últimos años pobladores indígenas de diversas localidades, como Homún, Sitilpech y Chapab, encabezan luchas sociales y jurídicas para defender su medioambiente y salud tras los impactos de grandes granjas de cochinos que arrojan excretas al subsuelo, las cuales son aparceras de la empresa Kekén, socia de Canacintra.
Hay que recordar que sobre la lucha de Homún, la propia Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) atrajo el caso cuando se pretendió echar abajo la medida cautelar para tratar de regresar miles de cerdos a la granja de la empresas PAPO. Sin embargo, las ministras y los ministros hicieron valer el principio precautorio ante el riesgo de que se contamine su entorno, por lo que dicho sitio continúa cerrado.
Con respecto a la de Homún, un juez federal acordó mantener la suspensión definitiva durante el tiempo que tarde el juicio de amparo, pues se confirmó que la megagranja cometió diversas irregularidades en cuanto a la obtención de permisos de descargas de aguas residuales y se corroboró que sí contaminaba el manto freático.
Por cierto, con respecto al distintivo, el presidente de la Codhey, Óscar Sabido Santana, informó que está dirigido a las empresas que se encuentran instaladas en Yucatán, busca favorecer la plena inclusión y accesibilidad de todas las personas trabajadoras, además de propiciar ambientes libres de violencia y discriminación, así como consolidar una cultura de respeto y protección para un ambiente sano, libre, equilibrado y sustentable.