No avanzan las investigaciones, aún no esclarecen la muerte de Karla
La joven estudiante de medicina estaría cumpliendo 28 años de edad, pero lamentablemente no pudo concretar su sueño de ser ginecóloga y abrir una clínica con sus compañeros.
Su madre, Guadalupe Kú, lamentó que ni la Fiscalía ni la Codhey realizan las investigaciones y que la UADY se esté lavando las manos
Por Herbeth Escalante
Mérida, Yucatán, 14 de enero de 2022.- El tiempo sigue transcurriendo y las autoridades yucatecas aún no esclarecen la muerte de la joven estudiante de medicina, Karla Gutiérrez Kú. Las investigaciones de la Fiscalía de Yucatán no avanzan, pareciera que no les importa lo que sucedió y que le están apostando a que la familia se desgaste y olvide.
Su madre, la señora Guadalupe Kú Cobá, no cree en la versión oficial de que su hija se suicidó el 14 de septiembre del 2020 en un consultorio médico del municipio de Tahdziú, en donde realizaba su servicio social. Hay muchas inconsistencias y pocas respuestas.
Ella no comprende por qué la Fiscalía aún no ha citado a las últimas personas que estuvieron con Karla el día de su fallecimiento para entrevistarlas y proporcionen información que sirva para esclarecer el caso.
Tampoco entiende las razones por las que las autoridades del Sector Salud removieron a todo el personal y directivos de la clínica semanas después del deceso de la estudiante. “Pareciera que están escondiendo algo”, señaló Guadalupe.
Ayer 13 de enero, Karla estaría cumpliendo 28 años de edad. Su madre la fue a visitar en su tumba, le colocó un altar en su vivienda y le rezó con su familia y amistades. Con el corazón destrozado, declaró que seguirá luchando para que haya justicia y que ninguna otra estudiante de medicina pase por las mismas condiciones que enfrentó su hija.
“A veces la sueño, contándome los planes que tenía de ser ginecóloga, de abrir una clínica con sus compañeros. Todavía recuerdo cuando la vi por última vez, nunca me imaginé que sería la última vez que la abrazaría”, sostuvo entre lágrimas.
Explicó que en octubre pasado, junto con su abogado, presentó una solicitud formal a la Fiscalía para que realice investigaciones complementarías del caso, pero todo apunta a que los han ignorado porque no hay avances. Esta semana acudieron a las instalaciones de esa dependencia en Tekax para revisar la carpeta de investigación, pero ésta no ha cambiado nada.
“Yo no sé cómo estas personas (de la Fiscalía) no se pueden poner en mi lugar como madre, de que lo que estoy viviendo, de cómo esta situación de falta de empatía afecta a mi familia y a mí como ser humano”, lamentó la afligida mujer.
Recordó que en febrero del 2021, con la asesoría de la asociación civil Acciones por la Dignidad, presentó una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (Codhey) en contra de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) y de la Secretaría de Salud (SSY) porque fueron negligentes al no proteger la salud mental ni la vida de Karla. Sin embargo, está por cumplirse un año y dicho organismo tampoco ha hecho nada.
“No creo del todo en la versión del suicidio, las cosas no están claras, algo pasó esa noche. Si ella lo hizo es porque algo la orilló o alguien la ‘ayudó’. Lo peor es que en el mismo hospital, sus propios compañeros, sabían que tuvo dos crisis nerviosas y hasta le recetaron clonazepam, por lo que no me explicó cómo siendo sector salud no le dieron una incapacidad o no me notificaron lo que estaba pasando, ellos tenían mi nombre y mi contacto”, insistió.
Guadalupe criticó la baja calidad humana de los directivos de esa clínica que no le prestaron atención al estado vulnerable de la salud mental de Karla, y lamentó que la Facultad de Medicina y la UADY tampoco le ofrecieron apoyo cuando ella lo solicitó y que ahora se estén lavando las manos. Les recordó que ella seguía siendo estudiante porque estaba haciendo su servicio social en el consultorio de Tahdziú, por lo que no se pueden desentender.
“Los directivos del sector Salud la obligaban a quedarse en un cuartucho en la clínica, la cual no tenía seguro y se abría con una tarjeta. ¿Cómo es posible que en uno de los municipios con índices tan altos de violencia y alcoholismo las benditas autoridades no le dieron un lugar seguro? ¿Cómo es posible que dejen ahí sola a una muchacha con esas condiciones emocionales en las que estaba? Eso no te habla de humanidad ni de empatía, si hubiera sabido que la iba a perder en ese lugar, jamás la hubiera llevado”, enfatizó.
Guadalupe Kú clama justicia por Karla, que las autoridades de la UADY cambien los protocolos de atención de sus estudiantes cuando se encuentren realizando su servicio social y que la Secretaría de Salud verifique las deplorables condiciones en las que se encuentran las unidades médicas en donde mandan a sus médicos.
“Lo que busco es que se haga justicia, que no quieran tapar el sol con un dedo, porque hay una crisis y los estudiantes no están bien, viven una situación muy difícil, con demasiados presión y en precarias condiciones. No quiero que ninguna otra estudiante sufra lo que le pasó a mi hija”, finalizó. (Foto de Lorenzo Hernández)