Ante las limitaciones de la autoridad, la ciudadanía tiene que pagar
Mientras no se realice un proyecto de solución ambicioso y con recursos para los ejemplares de la calle, el castigo por alimentarlos es un insulto.
Por Gina Villagómez*
Mérida, Yucatán, 6 de octubre de 2021.- Acabo de ver que el Ayuntamiento, utilizando el espacio de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) para dar legitimidad a sus argumentos, presentó la modificación al Reglamento de Protección a la Fauna de Mérida, que plantea multar a las personas que dejen alimento en la vía pública para los animales que viven en la calle.
Al respecto, creo que sería conveniente hacer público cuánto destina el Ayuntamiento al año para la esterilización de perros y gatos callejeros. No me refiero a la esterilización de animales domésticos que tienen dueño, hablo de los callejeros.
La cantidad destinada para esterilizar a los que tienen dueño es muy limitada, considerando el tamaño del problema en el municipio, tengo los datos. ¿Quién lleva a esterilizar a los callejeros y cuánto destina el ayuntamiento para ellos? ¿Cuántos canes caben en el albergue municipal? ¿Qué hacen con y por los demás callejeros?
Mientras no se realice un proyecto de solución ambicioso y con recursos para los ejemplares de la calle, el castigo a la ciudadanía por alimentarlos es un insulto.
La explicación muy científica sobre la transmisión de enfermedades por causa de la fauna callejera ofrecida por expertos de la UADY en la rueda de prensa de ayer es cierta aquí y en China. Sobre todo en China.
Lo que también es cierto es que los países que criminalizan a la población que alimenta a la fauna callejera, y aplican multas por ello, es porque las autoridades tienen proyectos de esterilización masiva y permanente. Tienen control y atención de los animales callejeros, algunos hasta tienen chip en la oreja o pata, andan libres y son alimentados por las autoridades. Los cisnes de Praga, los perros de Turquía o los gatos en Marruecos son un ejemplo.
En todo el mundo, la ciudadanía alimenta, adopta y esteriliza callejeros cuando las autoridades no tienen la solución del problema.
Mientras los gobiernos no inviertan mas recursos económicos y profesionales en un programa de esterilización masivo y permanente para callejeros, ningún argumento tiene sentido.
Para las autoridades es mas fácil multar que planear y financiar la solución. Y si no tienen un proyecto profesional, viable, sustentable y con recursos, eliminen la millonaria multa. Me pregunto, además, ¿esas multas se utilizarían para beneficiar a los callejeros?
Ahora resulta que ante las limitaciones de la autoridad, la ciudadanía tiene que pagar. #yoalimentoperrosygatoscallejeros
*Activista y académica