Por discriminación, Yucatán pierde su riqueza lingüística
De 2010 a 2020, el número de personas que hablan una lengua indígena disminuyó en más de 18 mil.
Características como el ser mayahablante, tener apellidos mayas y la autoadscripción a un pueblo indígena inciden en que las y los habitantes de Mérida sufran discriminación.
Por Redacción
Mérida, Yucatán, 9 de agosto de 2021.- De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020, en Yucatán hay 520 mil 580 personas de cinco años y más que hablan una lengua indígena, por lo que la entidad se coloca en el quinto lugar a nivel nacional en este rubro detrás de Chiapas, Oaxaca, Veracruz y Puebla.
Según este ejercicio realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de los dos millones 320 mil 898 mujeres y hombres que habitan el estado, más del 22 por ciento es mayahablante.
En el rubro dedicado a la etnicidad, concepto que puede ser entendido como las prácticas culturales y perspectivas que distinguen a una comunidad de otras, la dependencia federal detalla que, de la población de tres años y más, el 4.69 por ciento se comunica exclusivamente una lengua indígena.
Al comparar estos datos con los del Censo 2010 se nota que, en el transcurso de una década, el total de personas que utiliza uno de estos idiomas ha disminuido. En dicho año, había 537 mil 618 personas de tres años y más en esta categoría; en 2020, el número cayó a 519 mil 167, es decir, se perdió más de 18 mil hablantes.
Discriminación y pérdida de la riqueza lingüística
La encuesta del Proyecto sobre Discriminación Étnico-Racial en México (Proder) 2019, llevada a cabo por El Colegio de México en Mérida, Ciudad de México, Monterrey y Oaxaca, señala que en la capital yucateca “las personas con características asociadas a los grupos indígenas se encuentran estructuralmente en una posición de desventaja en sus destinos socioeconómicos”.
El sondeo toma en cuenta, además de la condición lingüística, el tener apellidos mayas y la autoadscripción de quienes participaron, con lo que se encontró que “aunque la población en Mérida con al menos una característica asociada a lo indígena represente más de la mitad de la población total, se encuentran en una posición de mayor desventaja frente a quienes no exhiben ninguna”.
Es decir, a pesar de que la composición etnorracial de la ciudad es profundamente diversa, los estratos socioeconómicos están marcados fuertemente: las personas con características asociadas a lo indígena están en una posición de desventaja.
Lo anterior, explica el estudio, “porque las personas con esas características usualmente provienen de familias que se encuentran en desventaja socioeconómica, o bien, porque las personas que experimentaron movilidad social ascendente y que provenían de orígenes indígenas, dejan de reportar características vinculadas a la cultura maya, por el estigma asociado a ellas”.
Y es que este reporte también indica que las y los habitantes de Mérida que son mayahablantes, con apellido maya o se autoadscriben indígenas, perciben mayor discriminación que el promedio nacional.
Todo ello se refleja en “las desventajas socioeconómicas, al afectar ámbitos desde las trayectorias ocupacionales (la posibilidad de conseguir trabajo o tener un ascenso ocupacional, por ejemplo) hasta la salud física y mental” de quienes refieren al menos una de las características descritas.
El grave porcentaje de disminución de pobladores que hablan maya y la imperante discriminación que siguen sufriendo las y los habitantes mayahablantes en Yucatán, son realidades que no pueden pasar desapercibidas en este Día Internacional de los Pueblos Indígenas. (Foto de Lorenzo Hernández)