Espectáculos de maltrato animal disfrazados de tradición
A pesar de la falta de condiciones de seguridad, autoridades yucatecas siguen permitiendo el ingreso de menores a eventos taurinos.
Por Herbeth Escalante.
Mérida, Yucatán, 15 de noviembre de 2018.- Dos espectáculos taurinos que se salieron de control hace unas semanas en los municipios de Seyé y Samahil, evidenciaron que no siempre se cumple con las medidas necesarias en este tipo de eventos para garantizar la seguridad del público asistente, así como de las y los pobladores, situación que pone en peligro su integridad física.
Además de ello, queda claro que no existe el compromiso real por parte de las autoridades para evitar la violencia animal en los torneos de lazo y corridas de toros; por el contrario, estas presentaciones continúan siendo el atractivo principal de las fiestas patronales en comunidades del interior del estado.
En el caso de Seyé, un astado escapó del ruedo en septiembre pasado provocando el terror de la gente, ya que lesionó al menos a seis personas, entre ellas a una mujer adulta mayor, y durante su paso destruyó un mototaxi.
El mes anterior ocurrió un hecho similar en Samahil, cuando otro abandonó el tablado, causando daños materiales y “atropellando” a un motociclista que encontró en el camino. Vaqueros lo persiguieron varias calles intentando atraparlo, pero se detuvieron cuando el animal ingresó a un rancho privado de nombre “Los seis hermanos”.
Al día siguiente, el pueblo se enteró de una lamentable noticia: el velador de dicho sitio, José Concepción Baas Koyoc de 56 años, fue encontrado sin vida entre la hierba, víctima de una cornada del toro fugitivo.
Ante estos hechos, al inicio de la actual legislatura, el Congreso de Yucatán aprobó un Punto de Acuerdo para exhortar a los ayuntamientos a garantizar la seguridad de sus habitantes durante el desarrollo de las celebraciones tradicionales y patronales.
Asimismo, llevar a cabo campañas de difusión en favor del trato humanitario hacia los animales. Pero sólo fue eso, una invitación, ya que depende de cada cabildo el realizar o no los cambios reglamentarios para evitar o sancionar este tipo de eventos.
Sobre este tema, el diputado del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) Harry Gerardo Rodríguez Botello Fierro, declaró que existe una fuerte presión del empresariado que organiza los espectáculos taurinos en el interior de la entidad, así como del mismo público, para que estas actividades se efectúen sin que nadie las detenga.
“Argumentan que son parte de sus usos y costumbres, pero no considero que sea así, ese es el pretexto para que lo sigan haciendo, pero la realidad es que son espacios de violencia animal”, recalcó el funcionario.
Incluso, señaló que estos festejos son “nidos” de alcoholismo y drogadicción, en lo cuales las autoridades municipales son permisivas, además de que no vigilan que se apliquen medidas que prevengan afectaciones en la integridad física de las y los espectadores.
Pero sobre todo, el morbo está presente. El éxito de los torneos de lazo radica en que los caballos mueren destripados al ser embestidos por el ganado, mientras el auditorio lo celebra grabando con sus teléfonos celulares y compartiendo los videos en redes sociales.
En 2013, a propuesta del entonces diputado del Partido Acción Nacional (PAN) Mauricio Vila Dosal, hoy gobernador del estado, se aprobó castigar hasta con un año de cárcel el maltrato animal en Yucatán. Sin embargo, este cambio al Código Penal está enfocado principalmente en sancionar a quienes agredan ejemplares domésticos.
“Lamentablemente, esta iniciativa estuvo muy acotada, pues no se contempló acabar con los torneos de lazo y este tipo de actos violentos se siguen realizando, disfrazados en ocasiones como duelos ganaderos”, explicó Rodríguez Botello Fierro, quien también formó parte de dicha legislatura.
El tema pareciera no importarles a las y los alcaldes yucatecos, pues la gran mayoría ha hecho caso omiso a la Recomendación General emitida en 2016 por la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (Codhey), para impedir la entrada de menores de edad a espectáculos violentos como torneos de lazo y corridas de toros.
El secretario Ejecutivo de esta instancia, Miguel Óscar Sabido Santana, lamentó que menos de 30 ayuntamientos hayan cumplido con el documento, por lo que no existe un verdadero control para impedir que niñas, niños y adolescentes sean testigos de estas conductas.
“Si queremos una cultura de paz y evitar que la violencia incremente en Yucatán, tenemos que hacer un esfuerzo para evitar que los menores accedan a este tipo de espectáculos. No es un capricho de la Codhey, esta recomendación surge a raíz de una observación que hizo la Organización de las Naciones Unidas a México, pero no se le ha dado la importancia debida”, sostuvo Sabido Santana.
Con la llegada de las nuevas autoridades municipales, se espera un incremento en la consciencia para prevenir que la infancia y juventud ingrese a este tipo de eventos y, de esa manera, mitigar la normalización del maltrato animal. Lo que se ve más lejano es que las alcaldías dejen de otorgar permisos para los torneos de lazo.
La realidad es que se siguen llevando a cabo, a pesar de que en marzo de 2017 la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) recomendó al ejecutivo estatal que tome cartas en el asunto para acabar esta forma de entretenimiento debido a su crueldad, así como denunciar a quienes la organicen.
Y es que la Ley de Protección a la Fauna de Yucatán establece que el maltrato animal está prohibido en la entidad; sin embargo, faculta a los municipios a elaborar sus propias regulaciones respecto a espectáculos, así como otorgar o negar permisos para ellos.
Por tal razón, el diputado Rodríguez Botello Fierro prometió que en los próximos meses enviará una iniciativa de ley “para que ahora por fin se erradiquen por completo estos eventos en Yucatán”.
El diputado dice tener de su lado el respaldo de asociaciones ambientalistas, y que la mayoría de las y los yucatecos están en contra de estos actos, aunque también reconoce que para muchas personas “forman parte de sus festejos y su tradición”. (Foto principal de Lorenzo Hernández)